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A solo horas de partir rumbo al Vaticano para asistir al funeral del Papa Francisco, el presidente Javier Milei interrumpirá el duelo nacional que él mismo decretó por siete días para participar en un acto académico de carácter privado. La actividad se realizará este jueves a las 19 horas en la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (ESEADE), institución fundada por Alberto Benegas Lynch (h), referente del pensamiento libertario y cercano al mandatario.
En el evento, Milei entregará el doctorado Honoris Causa al economista español Jesús Huerta de Soto y brindará un discurso. Lo acompañará su vocero, Manuel Adorni. La ceremonia, que se prevé breve —no más de 20 minutos—, es suficiente para alterar el cronograma oficial: la partida hacia Roma, originalmente prevista para las 22, fue reprogramada para las 00 horas del viernes.
La decisión de romper el luto oficial, que supuso la suspensión de la campaña electoral y de las actividades ejecutivas y legislativas durante toda la semana, genera interrogantes. No solo por la cercanía del acto con el viaje a Italia, sino también por el escenario elegido: una universidad privada vinculada ideológicamente al propio Milei.
El mandatario no viajará solo. Estará acompañado por una comitiva inusualmente numerosa, integrada por siete funcionarios de alto rango: su hermana y Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei; el vocero Adorni; la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el canciller Gerardo Werthein; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; y el secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo.
Además, se supone que cada uno de ellos viaje con custodios, asistentes, personal de prensa y equipo técnico, lo que multiplica el tamaño real de la delegación y, por lo tanto, también el costo que representa para el Estado.
En el funeral también estará presente el expresidente estadounidense Donald Trump, quien asistirá junto a su esposa Melania. Será la primera vez desde 2005, cuando George W. Bush participó de las exequias de Juan Pablo II, que un presidente estadounidense en funciones asiste al funeral de un Papa.
El cuerpo de Francisco será velado en la Basílica de San Pedro durante tres días para permitir la despedida de los fieles. A pedido del propio pontífice, su sepultura no se realizará en las criptas papales tradicionales bajo la basílica, sino en un espacio más austero en Roma.
