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La platense que perdió una pierna y casi muere en un alud festejó su año de vida con una emotiva excursión

Lucila Collado volvió a hacer trekking a un año del evento que cambió su vida para siempre. Caminó más de dos horas hasta una laguna.

Lucila Collado, la joven oriunda de La Plata que fue arrastrada por un alud mientras hacía trekking con su novio en Bariloche, festejó su “año de vida”, con una nueva caminata por las montañas.
Tal como cubrió este medio en enero del año pasado y como contó en profundidad en nuestra redacción, Lucila sufrió el impacto de un alud de tierra, piedras y árboles camino al refugio San Martín. Fue llevada por este por unos 250 metros pero sobrevivió. Los médicos decidieron amputarle una parte de su pierna izquierda y desde entonces utiliza una prótesis que la ayuda a caminar.
A pesar de todo lo “malo” de ello, la platense encaró el proceso de recuperación con una actitud muy positiva y actualmente hace actividad física con normalidad. Puede caminar, trotar, subir escaleras y hasta saltar. Todos esos movimientos y más los utilizó el último 19 de enero para celebrar el año del evento que le cambió la vida para siempre.
En Ushuaia, hizo una caminata de 9.6 kilómetros hasta la Laguna Esmeralda, donde finalmente posó con su prótesis. Fue un sendero complicado pero, apoyada en dos bastones de trekking, Lucila pasó por el angosto camino y sorteó varios obstáculos en ascenso hasta la maravillosa laguna.
Ascendió desde los 23 metros de altitud de Ushuaia hasta los 450 de Esmeralda. El recorrido completo son aproximadamente cuatro horas entre subida y bajada, el cual Lucila realizó sin inconvenientes.
Lejos de enojarse o tener rechazo a esa actividad tras lo ocurrido, eligió esa forma de festejar lo que será por siempre su segundo día de cumpleaños.
“La clave es cómo te lo tomás. Cuando yo me desperté en el hospital y estaba amputada, porque ya me lo habían dicho, ahí tenía que pensar en mi vida como amputada. En ningún momento me lamenté, ni me pregunté ‘¿por qué me pasó esto a mí?’. Es como que ya pasó y tengo que salir adelante. Luché mucho por vivir en ese contexto y la fuerza que tuve que hacer para salir del barro. La fuerza que tuve que tener para no dormirme mientras esperaba el rescate y llegar consciente al hospital. Fue tanto lo que puse, que lo mínimo que podía hacer por mí misma era tratar de recuperarme y salir adelante. Me podrían haber pasado un montón de cosas y creo que me pasó lo más leve. Me podría haber golpeado con una piedra en la nuca y capaz me moría ahogada. Me podría haber quebrado más partes del cuerpo. Tuve una fisura en la pelvis derecha y por eso no pude caminar por dos meses. Pero hace cinco meses que estoy en pie”, contó Lucila en su momento a este medio.

Fuente: 0221

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