Paula Pedroza es la pareja desde hace 20 años de Gonzalo Colombo, quien fue agredido en la tarde del 23 de diciembre de 2018 en Camino Centenario y 501. Le dieron un golpe de puño en la cara y quedó tendido en mitad del corredor vial que conecta el casco urbano de La Plata con Villa Elisa, entre otras localidades. Su testimonio era uno de los más esperados por las partes del juicio oral para el peleador amateur Ezequiel “El Rey” Reymundo (autor de la trompada), el abogado y despachante de aduana César Floricich y el peleador profesional de kickboxer Leonardo “La Sombra” de Oliveira Trindade.
La testigo contó que esa tarde volvían de un asado con amigos desde Villa Elisa a La Plata. Ella conducía el auto en el que viajaban, en la parte trasera, su compañero de vida y su hijo mayor que entonces tenía poco más de un año. En ese marco vio como dos vehículos realizaban maniobras peligrosas, “en zig zag”. Ante esto Gonzalo les grita a esos conductores: “Qué están haciendo, están poniendo en peligro a todo el Camino Centenario”, detalló ante los jueces.
Al llegar al semáforo de calle 501 “un auto se puso delante y otro a la par”, se sintieron encerrados: “Claramente estábamos en peligro, Gonzalo se bajó del auto en un impulso de defensa, yo intentaba quitarme el cinturón de seguridad, cuando bajo ya estaba en el piso, pensé que estaba muerto, le hablaba y no reaccionaba, estaba desesperada, no sabía qué hacer, estaba paralizada”, recordó la mujer.
“Por suerte se acercó una médica y asistió a Gonzalo”, expresó la testigo quien refirió que la profesional le dijo que su pareja, después de recibir el golpe, fue agredido en el piso, pero Paula no pudo observar esa secuencia. Hasta el momento es la única testigo que habla de agresiones en el suelo a la víctima.
En otro pasaje de su relato expresó que “primero llegó la Policía, la ambulancia tardó más de 15 minutos, no llegó rápido, lo llevaron al hospital de Gonnet, estuvo internado 15 días, los primeros fueron con pronóstico reservado”.
Marcelo Peña, abogado de la víctima, le solicitó que explique al Tribunal cuáles fueron las consecuencias de esa agresión en la vida cotidiana de la pareja, y marcó el momento más dramático y emotivo de la exposición judicial: “Nos cambió la vida, es un antes y un después, una pesadilla, los peores momentos de nuestras vidas”.
“Gonzalo cuando se despertó me saludó, pero no me reconoció, tuvo que volver a aprender el significado de palabras básicas de lenguaje cotidiano, tuvimos depresión, hicimos terapia, él tenía miedo de salir a la calle, lo echaron de trabajo y tuvimos que vender una cancha de fútbol 5 que fue el sueño de Gonzalo”, señaló la mujer, quien a preguntas de la defensa reconoció que a su pareja “no le quedó ninguna incapacidad”.
PALABRA DE CUÑADA
Luego fue el turno de María Florencia Argüero, cuñada de De Oliveira Trindade. En su versión completó la secuencia de hecho y declaró en el mismo sentido que su hermana, la pareja del peleador profesional, que fue reflejada en ediciones anteriores.
En la tarde del hecho ella venía en el auto Fiat 147 junto a su hermana. El vehículo estaba al mando de su cuñado, y aportó una trama con más secuencias de hecho.
Hasta el momento la versión oficial sostiene que todo ocurrió por unas maniobras de tránsito en el camino Centenario, que derivó en la agresión de Reymundo a Colombo. Pero, según la testigo, la secuencia es más amplia.
“Volvíamos de Parque Pereyra, fuimos a pasar el día, comimos pollo a la parrilla y por la tarde tomamos mates. Al llegar a un semáforo (a la altura de calle 476) veo a una persona con medio cuerpo dentro de auto donde iban Ezequiel y César (Florich)”.
Al llegar a la esquina de 501, se produce el desenlace de la historia. Pero la testigo agregó un dato, desde el trayecto de 476 hasta 501, Colombo abría la puerta del auto conducido por su pareja, insultaba e invitaba a pelear a Reymundo que manejaba un auto, marca Volkswagen, y lo acompañaba Floricich.
La última en declarar fue la testigo de concepto, Yael Melone, citada por la defensa de Floricich. Aclaró que son amigos desde el colegio secundario y lo describió como “súper bueno, laburador, tranquilo, nunca lo vi pelearse”.
La próxima audiencia será en una semana con la declaración de una testigo de la defensa.
LINEAMIENTOS
En el inicio del juicio el fiscal de juicio Mariano Sibuet expresó que intentará probar que Reymundo y Floricich intentaron matar a golpes a Colombo. No acusó a de Oliveira Trindade ya que la fiscal de instrucción no requirió que sea juzgado en debate oral, pero llegó a esa instancia por impulso del abogado Marcelo Peña en representación de la víctima.
Mariano Pomares, abogado defensor de Reymundo, sostuvo que probará que no existió la intención de matar y que ante un hipotético escenario de sentencia deberá ser por el delito de lesiones graves. A su turno el abogado Ricardo Callabá, defensor de Oliveira Trindade, señaló que hubo una provocación previa de “la supuesta víctima”, recordó que llegó “prácticamente sobreseído a juicio ya que no lo requirió elevación a juicio y la medida fue consentida por la Fiscalía de Cámara”. “Lo único que hizo fue bajarse del auto cuando la persona estaba caída en el piso, llegó a este juicio tozudez jurídica y burocracia”, alegó el letrado. Por último, Julio Beley, defensor de Floricich, planteó dos escenarios. El primero es que su defendido es ajeno al hecho y el segundo que, ante una eventual condena, sea por el delito de lesiones leves. También señaló que “hubo una agresión previa de la supuesta víctima”.
El juicio oral está cargo del Tribunal Oral Criminal V de La Plata integrado por la presidencia de Carmen Palacios Arias y las vocalías de Ezequiel Medrano y Claudio Bernard por la secretaría de Rosario Goñi.
CONFESIÓN
En plena instrucción de la causa los acusados Reymundo y Oliveira Trindade, rompieron el silencio ante las cámaras de un portal local de noticias. Rechazaron haber intentado matar a la víctima, se mostraron arrepentidos y uno de ellos pidió “perdón” a la víctima y su familia.
Reymundo despegó a su amigo del caso. Aseguró que fue él quien le pegó un golpe de puño y una patada a Colombo, pero en respuesta a una agresión previa que dice haber sufrido por parte de la víctima. “En ningún momento quise matar a nadie, admito que le pegué, me arrepiento de ese momento, de haber reaccionado, le pido perdón al chico y a su familia”, le dijo a un portal local de noticias, quien, según su versión, no es peleador profesional, pese a su alto nivel de entrenamiento. De Oliveira sí era luchador profesional, pero su licencia fue revocada tras el incidente. “No puedo salir de mi casa, estoy todo el día encerrado”, dijo La Sombra” y se defendió: “Me arrepiento de haber bajado del auto, cuando lo hice, el chico ya estaba en el piso, yo no le pegué”.
Ninguno de los acusados estuvo prófugo. De Oliveira Trindade llegó excarcelado a juicio. Reymundo está con prisión preventiva hace 4 años y 7 meses, mientras que Floricich se presentó espontáneamente en sede judicial tiempo después, aunque nadie lo reconoció durante la investigación.