Si bien la destacada imagen que mostró Estudiantes en la vuelta frente a Corinthians por los cuartos de final de la Copa Sudamericana es una garantía de lo que puede dar el equipo conducido por Eduardo Domínguez, el torneo local es una deuda pendiente para el Pincha, que tuvo su peor comienzo en más de dos décadas.
El equipo albirrojo no contó con tiempo para realizar la pretemporada. En medio del receso previo a la Copa de la Liga le tocó jugar tanto el torneo internacional como la Copa Argentina, competencias que lo demandaron las tres semanas de descanso. Ese tiempo fue suficiente para que el plantel se enfoque en el objetivo de conseguir la gloria máxima, pero luego de caer en los penales ante el Timao debió volver a poner los pies sobre la tierra y mantener su presente en el campeonato argentino.
Las estadísticas a veces pueden ser muy crueles con lo que el hincha ve a través de sus ojos, sin embargo existen y al día de hoy marcan que es la primera vez que el Pincha comienza un certamen local con tres derrotas consecutivas en los últimos 26 años.
De esta manera, el deslúcido inicio del campeonato de Estudiantes se puede asemejar al Clausura 1997 en el que el equipo dirigido por el profe Daniel Córdoba cayó frente a Boca Juniors, Platense y Rosario Central, para luego romper esa mala racha con una victoria frente a Gimnasia de Jujuy.
Si bien su gente comprende que el objetivo estaba puesto en otro lado y que la derrota por Sudamericana desestabilizó al plantel, quedan 10 fechas para que el Pincha reponga su situación y no se exponga a retroceder posiciones en la tabla anual, lo que podría empañar el presente futbolístico del plantel de Domínguez, que buscará clasificarse a alguna copa internacional de cara al 2024.
