Estudiantes de la Escuela de Educación Secundaria Técnica N°8 “Juan Bautista Alberdi” de Tolosa, están ultimando los detalles de un auto eléctrico construido el año pasado, con el objetivo de disputar la pendiente Final 2022 del Desafío Eco YPF. Germán Ristau, profesor de la materia de motores de combustión, dialogó con Después del Mediodía en Radio La Plata para contar más detalles al respecto.
“Es un proyecto que nos ilusiona porque implica trabajar sobre un auto que se construye desde 0, se diseña, se juntan los materiales, se piensa cómo hacerlo siguiendo un reglamento, los materiales a utilizar, y todo eso nos pone en ese lugar de técnico-constructor que entusiasma mucho”, explicó.
Respecto al Desafío Eco YPF, Germán contó: “El Desafío YPF siempre se realiza en el Autódromo Juan Gálvez, como este año, pero el año pasado la carrera final se organizó para hacerse en el Polo Industrial de Bariloche y el día de la competencia había fuertes vientos superan los 80 km por hora. Los autos eléctricos de tipo fórmula de monoplaza sienten muy fuerte el impacto y se suspendió. Este 3 de noviembre, en el Gálvez, nosotros vamos a correr la final pendiente”.
“La competencia tiene varias competencias dentro de la misma que van haciendo de un puntaje a una tabla general. Tenés pruebas de aceleración, pruebas de slalom, pruebas de frenado y después tenés la final que es una prueba de regularidad. Ahí te dan una cantidad de energía en 4 baterías que vos tenés que administrar; cuando aceleras más o menos el auto se va haciendo un consumo y entran en juego las estrategias. Podés no terminar la carrera porque gastaste toda la energía o podés terminar y que te haya sobrado mucha batería, ahí también algo falló”, expuso Germán.
La construcción del auto y el proceso de aprendizaje
“Es un proyecto que de principio nos tomó, más o menos, 1 año y medio. Es un proyecto que van haciendo los chicos, de a poco, de la manera más interdisciplinaria posible para que lo puedan abordar desde diferentes talleres que tienen en la escuela”, explicó y también contó que una vez paga la inscripción (motivo por el cual no pudieron anotarse a la edición 2021), YPF envía un kit a cada escuela, pero que hasta que eso sucede hay 3 meses de trabajo neto, a puro pulmón.
En ese sentido, refirió: “Es un auto completamente eléctrico; motor eléctrico, 4 baterías, un acelerador, un controlador y una sola marcha de velocidad. Cuando lo terminamos de armar le conectamos un velocímetro que levantó una velocidad final de 53 km por hora. Después entran en juego el diseño, los materiales, el peso, el corte aerodinámico y demás, pero es un auto que puede llegar a los 60 km por hora tranquilamente”.
“Lo que más nos interesa es que los chicos entren en ese proceso de armar un auto construido bajo un reglamento, representando a la escuela y a sus compañeros. También se van a encontrar con chicos de todo el país: el año pasado hubo 106 escuelas, y por ende, 106 autos”, contó Germán.
Para concluir, expresó que cuando iniciaron el proyecto no contaron con ningún apoyo, a excepción de la Asociación Cooperadora, que se encargó de juntar el dinero necesario para pagar la inscripción. “El resto fue a pulmón. Los chicos iban buscando elementos en la escuela, materiales, lo que hubiese disponible. Veían un fierro y pensaban ‘esto puede ser un eje’, lo llevaban, lo tornaban, le hacían la rosca, lo cortaban, lo medían y un fierro que estaba para tirar de pronto se transformó en el eje de un auto”.
