De la mano del “Andá pallá tour”, Asspera vuelve a La Plata y se presenta en el Ópera

En el marco de su gira “Andá pallá tour”, la banda argentina de metal bizarro Asspera se presenta este sábado 15 de julio a las 20 en el Teatro Ópera, con un show que promete. Luego de su paso por el sur argentino, la banda liderada por el cantante Richar Asspero, que lleva 23 años pisando escenarios, vuelve a la ciudad de las diagonales, donde el público podrá disfrutar de su repertorio de clásicos. Las entradas pueden adquirirse a través de Livepass y en la boletería del teatro. 

Asspera es una banda argentina de heavy metal originada en 2000. Además, es autodefinida como la primera y más importante banda de metal bizarro, conformada por músicos de renombre de la escena del metal nacional que prefieren ocultar su identidad tras máscaras y pseudónimos. Ya en marzo, el grupo formada por Richar y Rockardo Asspero había presentado su décimo y último disco “Garcha2 x To2 La2”, un trabajo en el cual la banda, mediante el humor, refleja diferentes vivencias, problemáticas sociales e injusticias. El tour los llevó por Río Gallegos, ahora los trae a La Plata, los llevará por Neuquén y cerrarán el mes de julio con una presentación en San Justo. 

En diálogo con 0221.com.ar, Richar Asspero contó que tiene otros dos proyectos musicales y explicó cómo surgió la idea de grabar su versión de “Bebito Fiu Fiu” a la que definió como “linda”. Consultado por los shows, el artista sostuvo que la energía que se vive es única y que se puede ver que “todo el mundo está feliz” y que, además de haber “felicidad”, hay “emoción” y “lágrimas”. “Las canciones están vinculadas con la diversión, la risa, pero no dejan de tocar cuestiones que realmente te pueden ocurrir”, remarcó y agregó: “Los invitamos a todos y todas para que vengan a pasar un lindo momento que es lo principal, ir a lugares que te hagan bien”.

—¿Cómo llevan estos 23 años de trayectoria y trabajo entre ustedes?

—Al principio no era un trabajo, pero ahora sí se transformó en un trabajo, esa es la respuesta. Cada uno tiene su trabajo y también la banda, por lo que cada día estamos poniendo más empeño, más fuerza para poder seguir adelante y seguir existiendo, que es lo más difícil de esta carrera, la permanencia. Creo que lo estamos logrando con tantos años de ruedo, encontramos una formula de trabajo que hace que nos sea simple, en cierto aspecto y, al mismo tiempo complicado, porque en sí el género pesado en Argentina es complicado. 

—Fuera de lo que son ustedes arriba del escenario, que tienen toda una impronta y demás, ¿cómo es un día tuyo fuera del escenario?

—Es un día normal. Soy diseñador gráfico, no con título, pero con mucha experiencia de muchos años. Me dedico a eso, a mi trabajo y paralelamente al trabajo que es Asspera y todos los demás proyectos. Tengo otros proyectos como Zorra, que hago heavy metal más convencional, y también tengo otro proyecto que se llama Falce Modem, que es música electrónica con música pesada. Además, todos los días me encargo de las redes sociales de Asspera, así que estoy todo el tiempo publicando o encontrando alguna forma nueva para comunicar. Viendo nuevos formatos de memes, que hoy casi todo es meme. Por ejemplo, subís un afiche de tu proyecto y no lo ve nadie, pero subís un meme y lo ven un millón de personas.

—¿Qué tan grande fue el cambio como para tener que pensar la forma de comunicar desde otro lugar?

—Hoy en las formas de comunicar tenés que estar permanentemente actualizado y a eso me dedico en la banda. Creo que con todo este tiempo que estuve trabajando en esto, yo me dedico a las redes sociales prácticamente desde que salió y de Asspera siempre fue el que tomó la batuta en eso, y la verdad considero que la gente no lee. Entonces, algo más gráfico, visual, hace que el mensaje llegue más pronto. Creo que el meme hizo eso, resumir en un gráfico o en una, dos o tres palabras, todo un mensaje que hace que la gente sí la capte y no con muchísima información que leer, que la gente lo saca enseguida. 

—¿Considerás que hay alguna red social que tenga más llegada que otras? ¿Cómo se lleva Asspera con ella?

—Hoy Twitter es de las redes sociales que más se consume, por el tema de la inmediatez y en uno o dos renglones te resumen todo, generalmente vinculado por lo malo, Twitter es una especie de letrina. Si querés trabajar en medios de comunicación, creo que lo más importante debe ser Twitter. Aparte, si pasa algo en el mundo, vas primero ahí. Es como el Google a distancia y con Asspera nos cuesta un poco trabajar esa red social, estamos más en Facebook y en Instagram, que los tenemos un poco más dominados, pero Twitter, al menos para este estilo y para un proyecto artístico, es más complicado, salvo que seas, por ejemplo, un chico que rapea, que se les hace más fácil, pero para una banda Twitter es muy difícil. 

—¿Cómo surgió la idea de grabar “Bebito Fui Fui”?

—Justamente, “Bebito Fiu Fiu” es el único tema en toda la historia de Asspera que no decidimos hacerlo por motus propio. Lo odiamos profundamente, pero fue tanta la “rotura de bolas” vía WhatsApp…subíamos cualquier fecha de nosotros y ponían “hagan ‘Bebito Fiu Fiu'”, en Instagram, mensajes privados por todos lados diciendo “háganlo, hágalo”. Hasta que un día -perdón la expresión- nos rompieron tanto las bolas que dijimos “bueno, está bien”, aprovechando que nos habían hackeado el Instagram dijimos: “Si nos ayudan subir a 20.000 seguidores hacemos ‘Bebito Fiu Fiu'”, y al toque, en dos días, llegamos a 20.000. Teníamos 5.000 seguidores y tiramos esa propuesta más que nada para que nos ayuden, porque nos habían hackeado la cuenta oficial y aprovechamos eso. A los dos o tres días, ya teníamos los 20.000 y nos cagaron. Pero salió lindo, es un tema de mierda. Aparte, la original es de Eminem y que la cante Eminem está bien, pero ya esto que hicieron era una chinche en el zapato, te agarraba diabetes al toque. 

—¿Qué tiene de especial un show de Asspera?

—Hablando mal y pronto, creo que la energía que se vive en el show. Suena muy naif, pero la energía que se vive en el show es diferente a todo. Si vas, lo vas a notar al toque, gente que realmente está feliz, como cuando Riquelme decía “Riquelme está feliz”. Así es la energía de Asspera en un show, no sé por qué nosotros también. Todo el mundo está feliz, como decía también Xuxa. Pero la verdad que es un show que no sé si por el hecho de estar ahí, más allá de lo que escuches o lo que veas, hay felicidad. Se lo notás a la gente en la cara y también hay emoción, hay lágrimas. Es un mundo muy particular, por ejemplo, tenemos una canción que se llama “La concha de Dios”, que habla de los veranos extremos de 40°C, 45°C, que te estás muriendo de calor en tu habitación, que no tenés aire acondicionado, que no tenés guita para comprarte un ventilador, que la pasas muy mal. Termina esa canción, en el cual puteaste a troche y moche, y al toque saltamos con un tema que habla del fallecimiento de un perrito y la gente salta de putear al llanto, y decís “wow”. Después, de nuevo saltás a un tema que habla de la caca, de ir al baño, lo más básico que existe del mundo. Hay un tema “Hermandades de fierro”, que habla justamente de cuando estás en la mala, que son muy pocos los amigos de verdad que te acompañan y otra vez lágrimas. Entonces decís “wow ¿esto es verdad?, ¿esto es real?, dije yo”, decía el meme. Así es Asspera y por supuesto la mayoría de las canciones están vinculadas con la diversión, la risa, pero no dejan de tocar cuestiones que realmente te pueden ocurrir. Después los chicos, las chicas y las personas grandes las hacen carne porque son historias muy cercanas, más allá de algunas palabrotas, algunos modismos hasta desubicados, pero no dejan de decir una realidad que vos tranquilamente podés estar viviendo y por eso la gente se siente identificada.

—Teniendo en cuenta que sos el que lleva el show, ¿cómo vivís esos cambios de energía entre una canción y la otra?

—Como cantante, después de tantos años, se me facilita. Porque es difícil ser cantante, estar adelante de una banda, mover el público, porque sos casi el principal en todo esto. A la hora de las obras artísticas musicales, la mayoría de la gente ve al cantante en un 50% o 70% en el show, porque es como el que va dirigiendo la orquesta, Pero en mi caso personal, se me hace tan simple porque el público ya sabe qué hacer, entonces soy como un pibito más que está en el público pero con la posibilidad de cantar. A veces me pasa que digo, “uy, quiero experimentar a ver cómo es esto de ver a Asspera desde abajo”, entonces agarro, me tiro al público y me meto con ellos. Si hay 100, 200, 300 me meto, una vez me metí con 2.000 y dije “acá me van a matar”, pero no pasó nada. Fue todo tranquilo y pude experimentar cómo es la sensación y digo “wow, no lo puedo creer, es muy loco”.

—¿Cómo viven la relación con los fans?

—No hay mucha distancia entre el público y nosotros, no somos un artista que entra por atrás con la cara tapada para que no nos vean o no se saquen fotos. Un monstruo, como por ejemplo el Duki, es muy difícil que salga a saludar al público, si bien lo ha hecho, pero es muy difícil porque es una mega estrella. Calculo que a Ale Sergi le debe pasar lo mismo. Pero he visto bandas medianas tirando para abajo, que también se esconden, se ponen anteojos. Entiendo que con el paso de los años, como todo, te empieza a quemar la cabeza, pero es parte de tu carrera, lo tenés que aguantar y si no lo querés hacer más, dedicate a otra cosa. Supongo que es así. Por algo la gente nos acompaña en mayor o menor medida, creo que es por eso. El tener un abrazo de alguien que admirás artísticamente es impagable, pero hay gente que no lo considera así. 

—Hay canciones que logran mucha llegada con el público, ¿les ha pasado que los fanáticos les cuenten que han sobrellevado una situación complicada con algún tema suyo?

—Todo el tiempo, es más creo que somos -modestia aparte- los primeros en recibir ese tipo de cosas por la propuesta de Asspera, que siempre es sacarte una sonrisa en el peor momento. Ya desde el vamos de esas anécdotas hay mil millones, pero mil millones. Al principio hacíamos todos los shows a beneficio de algún comedor, nosotros mismos hemos entrado a villas a llevar las donaciones, comedores carenciados, escuelas de chicos discapacitados, etc. Hemos llevado un montón de cosas, pero al mismo tiempo desgastaba demasiado porque teníamos también nuestro trabajo y hacer cada show a beneficio te producía un desgaste mental muy importante, pero todo el tiempo tenemos este tipo de cosas. Nosotros todos los shows, absolutamente todos, los terminamos con “Pogo al corazón”, que es una canción que le dedicamos a Mario Lauro Santillán, nuestro primer baterista que murió de cáncer y la gente llora, se abraza y vos decís “pero hace diez minutos te estabas cagando de risa” y de repente el mismo chabon que estaba puteando, está llorando y vos decís “¿qué ocurre acá?”. Yo también lloro en el escenario, porque esa canción es como que resume la historia de la banda, toda la carrera y todo lo que costó llegar hasta ahí. Por eso la elegimos siempre para cerrar los conciertos. La gente sabe que de ahí no podés pedir nada, porque se acaba. Cuando termina la canción queda Rockardo Asspero solo con la guitarra haciendo un arpegio muy bonito y calmo, es como que después de la tormenta viene la calma y toda la gente se queda callada observando la situación, es increíble. 

—¿Por qué crees que la gente los elige y los siguió eligiendo durante estos 23 años?

—Porque Asspera está hecho de cartón, hacemos las cosas simples para que la gente se anime a hacer algo similar y no quedarse en las ganas de hacer un proyecto. Asspera es lo más sencillo y, más allá del talento, la idea de la sencillez es fundamental, por eso en el concierto vas a sentir una atmósfera diferente. El concierto permite sentir una atmósfera diferente.

—¿Cuáles son las expectativas para el show en La Plata el 15 de julio?

—A La Plata hace mucho que no vamos, creo que que van como cuatro años, creo que la ultima vez fue en 2019, no recuerdo bien. Pero siempre que fuimos la gente respondió y vino a divertirse. Creo que esta vez va a ser una más y tenemos todo un repertorio preparado con clásicos. Llamo clásico a una canción vieja, no a un hit. También estamos haciendo unos covers vinculados con esta gira que se llama “Andá pallá tour”, dedicada al triunfo de la Scaloneta, así que va a estar lindo. Ya fuimos a Río Gallegos, después de diez años, estuvimos paralelo a Las Malvinas, que loco, porque Río Gallegos está paralelo a las Malvinas. Estuvimos bien al sur del país, ahora estamos en La Plata, después toca volver a la Patagonia en Neuquén y después terminamos tocando en San Justo tocando con Barra Leños, una gran banda.