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Con una fuerte impronta política, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezó este lunes la inauguración de la nueva bajada en la autopista Buenos Aires–La Plata a la altura de la avenida 520. La obra, reclamada desde hace años por vecinos, transportistas y productores, es clave para el desarrollo de la zona oeste de la capital bonaerense y para descomprimir el tránsito vehicular en una arteria que conecta con el Mercado Regional, la ruta 36 y el puerto de La Plata.
Acompañado por el intendente Julio Alak y una comitiva de funcionarios provinciales y municipales, Kicillof destacó que la ciudad “venía muy postergada” por la anterior gestión comunal y señaló que esta iniciativa es “una obra pública que la hizo el Estado” con impacto directo en la producción y la circulación de bienes y personas. Además, anunció que la flamante bajada llevará el nombre del Papa Francisco, en homenaje al pontífice recientemente fallecido.
“Estamos parados encima de una arteria que va a ser la principal de la Ciudad de La Plata, y que va a llevar el nombre Papa Francisco”, expresó el gobernador durante su discurso. Y agregó: “Este homenaje que le estamos haciendo hoy está enmarcado en los siete días de duelo que resolvimos poner ayer para la Provincia de Buenos Aires. No podíamos suspenderlo precisamente porque no se trata de un acto partidario, sino un encuentro por fuera de las actividades que el Papa Francisco nos hubiera pedido que hiciéramos”.
La obra fue ejecutada por AUBASA con una inversión de 2.100 millones de pesos y consistió en la construcción de cinco carriles de casi 300 metros de extensión, que vinculan el distribuidor de la autopista con la avenida 520. También se incluyeron pasarelas peatonales, rampas, barandas, rejas y columnas de alumbrado con sistema LED para mejorar la seguridad vial. Según AUBASA, se trata de una intervención estratégica para descongestionar la bajada de diagonal 74 y mejorar la accesibilidad al cordón frutihortícola del oeste platense.
Durante el acto, Kicillof apuntó contra el Gobierno nacional por su discurso “ideológico” y defendió el rol de la obra pública como dinamizadora de la economía. “Estamos inaugurando una obra pública que desarrolló el Estado, que hizo el Estado. ¿Qué va a pasar a partir de hoy? Va a abrir muchísimas oportunidades para el sector privado. Se van a erradicar negocios, se va a valorizar la propiedad, se va a desarrollar diferentes emprendimientos”, subrayó. Y disparó: “Me gustaría mirar a los ojos al Presidente y decirle que observe en qué país vive, en qué planeta vive. El Estado sí está para cumplir sueños, eso de que no está para eso es mentira”.
Además del gobernador y del jefe comunal platense, participaron del acto el ministro de Infraestructura Gabriel Katopodis; el titular de Transporte Martín Marinucci; la directora de OPISU, Romina Barrios; el presidente de AUBASA, José Arteaga; el diputado provincial Juan “Tachu” Malpeli; la diputada nacional Victoria Tolosa Paz; el ministro de gobierno bonaerense Carlos Bianco; la ministra de Hábitat, Silvina Batakis; la Jefa de Asesores, Cristina Álvarez Rodríguez, y el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Alexis Guerrero, entre otros.
