Luego de dar nueve shows en las ciudades más emblemáticas de los Estados Unidos en el marco de la gira por el aniversario número 25 de su disco “Libertinaje”, Bersuit Vergarabat llega a La Plata y este sábado desde las 21 se presentará en el Teatro Ópera. A poco de lanzar un nuevo material, la banda dará un concierto repaso con reversiones de los himnos que fueron catapultados por su cuarto disco. Las entradas pueden adquirirse a través de Livepass.
“Libertinaje” fue lanzado en el año 1998 y el material está compuesto por “Yo tomo”, “Murguita del Sur”, “Señor Cobranza” y “Gente de mierdas”, entre otros grandes éxitos del grupo actualmente compuesto por Juan Subirá, Germán “Cóndor” Sbarbati, Daniel Suárez, Pepe Céspedes, Carlos Martín, Manu Uriona, Juan Bruno y Nano Campoliete.
En diálogo con un portal local de noticias, Juan Subira, tecladista de la banda, adelantó que el grupo está próximo a lanzar un nuevo disco de 14 temas, que verá la luz a la brevedad. Además, el artista explicó que están “muy contentos” por su presentación en la ciudad de las diagonales donde el público podrá “pasar un buen momento, cantar, bailar y gritar” al ritmo de las canciones que trascendieron generaciones, convirtiéndose en himnos del rock nacional. En lo personal, el músico explicó que mantiene las costumbres de la vieja escuela y escucha música en long play, casete y CD. En esa línea, afirmó: “Me encanta escuchar la música fuerte, el rock and roll se escucha fuerte”.
—¿Cómo llevan todos estos años juntos y cómo podrías definir la relación entre ustedes, son amigos, familia, son algo más?
—Son 35 años de vida, de experiencias, viajes, música, de muchísimas situaciones. La convivencia es buena y, por supuesto, como todas las convivencias, tienen sus momentos, a veces es muy agradables y felices y otras veces difíciles. Somos algo más (risas). Amigos sí, por supuesto. Por mi lado, conozco a Carlitos, Pepe y Albertito -Verenzuela- desde muy pequeños. Alberto y yo íbamos a la escuela primaria en el barrio de Barracas. Él es cuatro años más chico que yo y ya era muy conocido en la escuela por sus capacidades artísticas que eran manifiestas desde los 6 o 7 años. Realmente era algo asombroso. Carlitos y Pepe iban a la escuela de al lado, que está exactamente en la espalda de la de la escuela nuestra, que daba a la otra calle y los cuatro nos conocemos desde ahí. Sin duda, somos amigos, compañeros de ruta, familia. Se puede decir que, en algún punto, como pasamos tanto tiempo juntos de gira, trabajando y compartiendo, eso también te quita la posibilidad de continuar esa amistad en otros lugares, porque te ves demasiado.
—¿Cómo fueron los inicios de Bersuit?
—Se puede decir que tiene como dos inicios o quizá más. 1988 es como el inicio más específico de Bersuit, donde nace este proyecto, pero antes nosotros que nos conocemos de muy chicos, ya habíamos empezado a juntarnos en mi casa, alrededor del año 80, más o menos. Jugábamos y entre esos juegos nació el juego de hacer música, hay que nombrarlo como algo completamente lúdico. No teníamos ninguna herramienta, ningún instrumento y no sabíamos tocar ningún instrumento. Empezamos a hacer ruido, a golpear todo lo que había a mano en el altillo de mi casa, a percutir. Podía ser una caja de herramientas, un caño, una caja de madera o de cartón. Todo lo que estaba a mano, de alguna manera, se convertía en instrumento. Todo eso fue como nuestra prehistoria musical. Fijate cómo son las cosas, los sueños de los chicos. Carlitos tenía un álbum de fotos donde hacía dibujos que resultaron ser las tapas de los discos que nosotros íbamos a usar y eso fue cuando teníamos 14 o 15 años, es increíble, pero sucedió, es como un sueño cumplido. Con el tiempo, se convirtió en un hobby, en un placer de juntarnos a tocar. Más tarde, cada uno fue eligiendo el instrumento que le gustaba más, a estudiar música, a escuchar la música de otra manera -en el sentido de tratar de entenderla un poco más- y, mucho tiempo después, se convirtió en un trabajo, que es algo muy lindo porque te permite hacer esto lúdico pero, a la vez, convertirlo en un trabajo, en algo profesional que también demanda mucho de cada uno de nosotros.
—Son de las bandas que han surgido cuando la dinámica de lanzar un disco incluía un disco físico. ¿Cómo ven el cambio en el modo de presentar material?
—Ha pasado mucho tiempo, los cambios tecnológicos son cada vez más vertiginosos. Nosotros veníamos de la época del vinilo, de llevar los discos abajo del brazo, juntarse en la casa de un amigo escuchar música. Era algo bastante común que ahora lo tenés en el teléfono, la computadora y es inmediato. Podés escuchar cualquier artista del mundo en un segundo. Eso era inimaginable, una banda como nosotros llega a China -o en cualquier lugar muy alejado- y alguien te escucha, eso hoy ocurre en instantes y pasa porque, de repente, alguien te manda un mensaje “estoy en una discoteca en Shanghai y están pasando ‘La Bolsa'”, cosas así. Eso habla del vértigo de esos cambios tecnológicos. Nosotros venimos del casete, donde todo el tiempo grabábamos música porque a veces no te podías comprar los discos porque eran caros y porque eran muchos, entonces los ibas grabando o alguien te grababa un compilado y se escuchaba el casete, que fue fundamental en toda esa época y también se usó mucho para grabar los ensayos, las ideas musicales. Y durante muchísimos años, fue una herramienta de trabajo también. Luego, todo eso fue cambiando y cuando nosotros sacamos el primer disco “Y Punto” fue el año de los últimos discos de vinilo, acá en Argentina, ya estaban saliendo los compact discs. Ahora llegó esta cosa virtual de no tener el formato físico, que es una locura. Es raro no tener la música dentro de ese objeto físico donde vos podías tener una tapa que lo identificaba o ver al artista, leer los créditos y leer las letras. Todas esas cosas un poco se perdieron, se extraña mucho también.
—¿Cómo te llevás con estas nuevas formas de consumir música?
—Sigo escuchando vinilos, compact discs. Hasta tengo un auto que tiene para pasar casete y escucho casete. Me encanta. En mi casa tengo un combinado, un equipo de música -que tuve siempre-, con bafles y un buen amplificador. A mí me encanta escuchar la música fuerte, a alto volumen. Escuchar la música de un teléfono me parece horrible, no me gusta ni un poco, pierde gran parte de lo que se trabajó y me encanta escuchar la música fuerte, el rock and roll se escucha fuerte. Tengo todos los formatos y obviamente no te podés evadir de lo nuevo, de las nuevas formas , pero todo lo otro para mí existe y sigue vigente.
—Santiago Butler, de La Vela Puerca, en una entrevista explicó que en toda esa vorágine de lo nuevo, se perdió el mensaje que dejaba el disco porque ya no se escucha completo. ¿Cómo lo ves vos?
-Adhiero. Ellos, como nosotros y otros tantos artistas, venimos de esa época donde el disco generalmente -no siempre-, tenía un concepto. Tenía una idea detrás. Había discos conceptuales con un concepto muy fuerte y eso se hacía, pero también había otro disco con canciones variadas diversas, que igual tenían un concepto detrás y, de alguna manera, era como el retrato de un momento, de un artista o de una banda. Y está lindo siempre buscar esa idea atrás que se expresaba a través de las canciones, del nombre del disco y la tapa. Como dijo Santi, eso se perdió.
—Bersuit tiene un montón de canciones que más que canciones son himnos del rock nacional. ¿Cuál crees que es la canción que sintetiza mejor a la banda y por qué?
—Qué pregunta, eso sí que es difícil. Bersuit tiene muchas canciones muy conocidas, muy queridas, muchas que se han cantado por todos lados y es difícil sintetizar una historia tan grande en una sola canción. Si me preguntas cuál es la que más me gusta o una de las que yo más quiero, por ahí sintetizo en una. Pero la que representa mejor, es realmente complejo. Te puedo decir “La bolsa”, “Yo tomo”, pero me pongo a pensar y te puedo decir “La Argentinidad al palo”, “Toco y me voy”, “La murguera” y algunas que no son nuestras como “Señor Cobranza”, “El tiempo no para”, todas son muy representativas de Bersuit y son muy distintas entre sí también. Bersuit es una banda muy particular y muy diversa, al no tener un estilo definido y concreto, es difícil. Por ejemplo, con “Moscato, pizza y fainá” podés sintetizar la historia de Memphis La Blusera y Bersuit en ese sentido es rara, tiene canciones muy diferentes en un mismo disco, entonces es difícil.
—¿Están trabajando en algo nuevo además de estar abocados a la gira de “Libertinaje”?
—Vamos a sacar un disco, ya lo tenemos terminado, venimos trabajando hace rato este material. Te diría varios años. En el medio de la pandemia, se suspendió todo. Después volvimos de a poco y el año pasado trabajamos muchísimo. Este año, en febrero, empezamos a grabar y el disco está grabado hace rato. En los últimos meses estuvimos haciendo algunas colaboraciones con otros artistas, se están mezclando las canciones y falta masterizarlo. Creo que dentro de poco, a fin de mes, se va a dar un corte sonando y va a salir el disco completo es un disco de 14 temas. Estamos muy contentos y ojalá salga en formato físico porque sería muy lindo, es algo que disfruto tener el disco físico ya sean vinilo o en compacto. Me gustaría mucho porque yo la vengo pidiendo siempre, inclusive los demos.
—¿Cuáles son las expectativas para el show en La Plata y por qué el público no se puede perder la cita del 9 de septiembre en el Ópera?
—Las expectativas son muy buenas. La Plata es un lugar al que nosotros vamos desde hace 30 años ininterrumpidamente -desde el año 93-. Siempre hay un público en La Plata que nos quiere ver y nos sigue. A veces, hay gente que se acerca de otros lugares. Creo que la banda está pasando un buen momento y los que vengan se van a divertir y lo van a disfrutar. Y no se lo pueden perder porque su vida va a cambiar para siempre a partir de ese momento (risas). Van a pasar un buen momento, cantar, bailar y gritar, hay canciones más melancólicas o románticas y todo eso conforma un abanico de sensaciones que el público lo disfruta y lo conoce. Los esperamos a todos el sábado y les mandamos un gran abrazo.