Tras la disparada inflacionaria de agosto, el Gobierno argentino impulsará un aumento de las tarifas energéticas de luz y gas en noviembre. “Se tomó la decisión de posponer los aumentos de tarifas esperando que la situación calme y hay un aumento previsto en noviembre, ahí se retomará el sendero”, anunció el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein.
En el Ejecutivo nacional intentarán redireccionar los subsidios energéticos para acercar el déficit fiscal a la meta de 1,9% del PBI, número que fue confirmado en el proyecto del Presupuesto 2024 ya ingresado al Congreso para su debate.
Según los analistas, las tarifas presentan un gran retraso que para alcanzar a la inflación en general deberían subir un 54% en todo el territorio nacional.
La Secretaría de Energía de la Nación había autorizado incrementos de hasta 11% en la boleta de la luz de los usuarios que quedaron dentro de las categorías de ingresos más altos, sin embargo, el aumento se pospuso hasta noviembre, según explicó Rubinstein.
En el Staff Report del acuerdo de Facilidades Extendidas firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a fines de julio, el Gobierno argentino se comprometió a “ajustar los precios de la electricidad desde el 1 de septiembre, para los usuarios residenciales de renta baja y media, de acuerdo con la legislación y los objetivos de recuperación de costes acordados.
La readecuación de las tarifas, según se indicó, no solo tendrá impacto en el servicio eléctrico sino que, además, se prevé que también tenga su correlato en los costos del gas natural.