Realizar alguna actividad física es fundamental para mantener un buen estado de salud y hay diversos ejercicios que pueden contribuir a diferentes áreas del organismo. Uno de ellos es el ciclismo y, según un estudio publicado en The Journal of Physiology, una sesión diaria de seis minutos de bicicleta de alta intensidad podría proteger el cerebro del deterioro asociado a la edad y retrasar la aparición de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
En el estudio, científicos de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda analizaron cómo las intervenciones no farmacológicas, como el ayuno y el ejercicio, podían influir en la producción de BDNF, una proteína especializada relacionada con la capacidad del cerebro para crecer y reorganizarse.
Los especialistas descubrieron que una breve sesión de ciclismo casi al máximo esfuerzo puede elevar significativamente los niveles de BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro), mientras que además, una sesión corta e intensa tenía un efecto mucho mayor que 20 horas de ayuno y hasta cinco veces superior al de sesiones de cardio más lentas y prolongadas.
El estudio y los resultados
Los investigadores decidieron a partir de un enfoque no farmacológico buscar una manera de preservar la capacidad del cerebro que los humanos pueden utilizar para aumentar de forma natural el BDNF y para ello compararon los siguientes factores:
-Ayuno de 20 horas.-Ejercicio ligero (90 minutos de bicicleta de baja intensidad).-Ejercicio de alta intensidad (sesión de 6 minutos de ciclismo intenso).-Combinación de ayuno y ejercicio.
Descubrieron que el ejercicio breve, pero vigoroso, como pedalear en bicicleta con una intensidad elevada, es la forma más eficaz de aumentar el BDNF en comparación con un día de ayuno con o sin una larga sesión de ejercicio ligero. Según los resultados del estudio, el BDNF aumentó entre 4 y 5 veces más en comparación con el ayuno o la actividad prolongada.
Travis Gibbons, de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) y principal autor del estudio señaló: “Ahora estamos estudiando cómo influye el ayuno de mayor duración, por ejemplo de hasta tres días, en el BDNF. Este es un dato que será interesante, ya que el ayuno y el ejercicio rara vez se estudian juntos, y podrían emplearse conjuntamente para optimizar la producción de BDNF en el cerebro humano”.
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