La ANMAT ha incluido en el Registro de Especialidades Medicinales al fármaco inyectable WEGOVY (SEMAGLUTIDA) como parte del tratamiento para el descenso de peso.
La semaglutida es un agonista del receptor GLP-1 que produce aumento de la insulina en el páncreas ejerciendo un control en los niveles sanguíneos de glucosa, cuya comercialización está aprobada en nuestro país desde el año 2021 bajo el nombre de OZEMPIC, en dosis acordes para el tratamiento de la diabetes (DBT) tipo 2.
Wegovy se ha puesto “de moda” en las últimas horas como el “fármaco milagroso” que promete descenso de peso al igual que varios otros “polvitos mágicos” que han estado en el podio de la fama promocionados intrusivamente y de forma desacertada por los “influencers de turno”.
Lo cierto es que OZEMPIC es un medicamento que se utiliza para el tratamiento de pacientes con DBT tipo 2 en nuestro país desde hace ya un par de años bajo autorización del ANMAT.
Actualmente la semaglutida bajo el nombre comercial WEGOVY ha sido aprobado por el mismo organismo regulador para su uso como parte del tratamiento para el descenso de peso en pacientes adultos con diagnóstico de sobrepeso y/u obesidad según el Índice de Masa Corporal (IMC) junto con un plan de alimentación hipocalórico (reducido en calorías) y aumento de actividad física (según se detalla en el prospecto) con al menos una comorbilidad asociada: alteración de la glucemia, dislipemia (alteración de los valores de colesterol y/o triglicéridos sanguíneos), hipertensión arterial y apnea obstructiva del sueño.
Cabe destacar que la semaglutamida no es de venta libre; su venta es exclusiva bajo receta por indicación medica.
Se estima que OZEMPIC llegaría a nuestro país en los próximos meses aunque aún falta la autorización de la ANMAT al laboratorio que lo produce (Nordisck Pharma) para su comercialización.
Mecanismo de acción
OMZEPIC es un medicamento cuyo mecanismo de acción es a nivel digestivo y cerebral: a nivel digestivo al igual que la hormona GLP-1, luego de la ingesta de alimentos hiperglucemiantes (que aumentan de la glucemia) estimula la síntesis de la insulina en el páncreas disminuyendo la glucemia. A nivel cerebral produce el control del apetito y la saciedad provocando menor deseo de ingesta de alimentos y por lo tanto la pérdida de peso corporal.
Independientemente de los efectos químico-biológicos qué cualquier medicamento pueda tener en nuestro organismo, es importante no alentar ni acatar el consumo de éste ni de cualquier otro producto similiar que no haya sido indicado por personal calificado como lo es el profesional de la salud.
Cabe destacar que la mayoría de las personas que padecen sobrepeso u obesidad ingieren gran cantidad de alimentos por ansiedad y no por apetito, por una mala gestión de sus emociones y no porque no llegan al estado de saciedad. El abordaje de éstas patologías es interdisciplinario debido a su multicausalidad. Es poco acertado tratar ésta problemática desde una única perspectiva buscando la solución con un medicamento como tratamiento de una problemática que es también de base emocional. Requiere educación nutricional y cuidado de la salud mental de la persona que la padece. Alentar el uso de “medicamentos, polvos, sustancias y dietas” con un halo impuesto de solución rápida y milagrosa para el descenso de peso, genera enojo, frustración, descontento con el propio cuerpo y hasta la depresión cuando el resultado no es el esperado fomentando la problemática bio-psico-social de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA).
