Jaqueados por la inseguridad, los vecinos del Fincas de Duggan, barrio privado que fue escenario de un brutal robo en la última semana, se encuentran en pie de guerra contra la administración de dicho conglomerado y debido a ello realizarán una marcha para pedir mayores controles en su zona.
“No pasó nada, no nos dieron respuesta. Hacen oídos sordos a nuestros reclamos”, expresaron algunos de los propietarios que viven dentro del predio ubicado en 137 y 90, por la localidad de Arana, respecto a los intentos de reuniones que hubo en los últimos días.
En este contexto, los consorcistas dieron aviso de que este lunes por la tarde se movilizarán hacia las oficinas de la empresa que se encarga de comercializar los lotes del barrio, ubicadas en 12 entre 47 y 48. El encuentro tendrá lugar a las 15 y exigirán respuestas claras por parte de los encargados de tomar las medidas de seguridad en el lugar.
Las oficinas de los dueños de los lotes se encuentra en el centro de La Plata.
Cinco delincuentes armados ingresaron al barrio Fincas de Duggan, entraron a dos casas, golpearon a un hombre, maniataron a otro y amenazaron con matar a sus hijos. Escaparon con una cifra no especificada de dinero antes de que la seguridad privada notara su presencia.
El golpe ocurrió en el barrio cerrado que está en 90 y 137, luego de que los ladrones ingresaran cavando un pozo para sortear el alambrado perimetral electrificado. Según informó uno de los damnificados, los delincuentes ingresaron primero a su casa, lo ataron a él y a su pareja y, tras amenazar con que iban a matar a sus hijos de 1 y 3 años, le exigieron dinero.
La secuencia duró unos 45 minutos y terminó cuando la pareja entregó todo el dinero que tenía. La víctima no especificó el monto sustraído pero agregó que los ladrones se llevaron cadenitas de oro y sus anillos de casamiento.
Según su testimonio, una vez que se apoderaron del dinero, los delincuentes se separaron en dos grupos. Uno quedó vigilándolos a ellos y el otro pasó a la casa vecina, donde vive una pareja con su hijo de tres años, Pero la mujer pudo esconderse en el baño y avisar a la seguridad privada que tardó 10 minutos en llegar.
Tras ver las luces del vehículo de la guardia, los ladrones huyeron. Ante la falta de seguridad y la demora en responder, la víctima criticó el servicio prestado por la empresa y por los desarrolladores del barrio: “Desarrollaron el proyecto sin prever la seguridad”, lamentó y agregó que los vecinos trataron de comunicarse con los desarrolladores pero no obtuvieron respuesta.
