Los problemas edilicios en las escuelas de La Plata se profundizan y, en las últimas horas, los alumnos de la Escuela Primaria N°2 “Andrés Ferreyra” sufrieron la suspensión de sus clases debido a la falta de agua en el establecimiento.
El malestar entre los padres de la comunidad educativa es evidente teniendo en cuenta que, tanto en la jornada del lunes como este martes, sus hijos no pudieron asistir a clases. Frente a los reclamos, los directivos de la escuela aseguran no haber obtenido respuestas por parte del Consejo Escolar local.
Los padres sostienen que los problemas en el edificio ubicado en 9 entre 47 y 48 son de larga data y que las primeras fallas que afectaron el curso normal de las clases se registraron en septiembre del año pasado.
Ante esta situación, pretenden que los chicos sean trasladados a otra institución para que sigan teniendo clases hasta que se solucionen definitivamente los problemas edilicios. En diálogo con un portal local de noticias, una mamá manifestó su preocupación por “la falta de continuidad pedagógica y el bajo nivel educativo” y completó: “Comen unas viandas desagradables y cero nutritivas porque no les arreglan el gas tampoco. Se está cayendo a pedazos la escuela”.
En el mes de abril, los padres se habían reunido con los directivos de la escuela, el presidente del Consejo Escolar y la empresa de gas. Allí se firmó un acta y se asumió el compromiso de comenzar a solucionar los problemas de gas en la institución.
Los alumnos de la Escuela Primaria N°2 de La Plata no tuvieron clases durante las jornadas del lunes y martes debido a la falta de agua en el establecimiento.
Según pudo saber este medio, en aquella oportunidad el Consejo Escolar se hizo responsable de la mala gestión que tuvieron con la empresa de gas que iba a encarar el proyecto de obra, ya que no supervisaron las tareas que decían iban a realizar, y que efectivamente no se estaban realizando. De hecho, se dio de baja la contratación de la empresa de gas y se llegó a un acuerdo con otra compañía.
Sin embargo, a más de dos meses de la firma del acta de compromiso todavía no hubo mejoras concretas para asegurar el normal desarrollo de las clases y se profundiza el malestar con los directivos de la escuela y las autoridades del Consejo Escolar.
