A la hora de ir a rendir una materia en la escuela o en la universidad, los nervios de los estudiantes se disparan por los aires.
Pese a haber estudiado durante días, semanas o meses, para la gran mayoría resulta inevitable no sentirse movilizado por la situación.
Es por eso que muchos emplean cábalas, costumbres o mecanismos de seguridad, para sentirse un poco más protegidos de cara a la lección.
En este sentido, un joven platense estaba a punto de ser evaluado y en el banco en el que se sentó, apareció un mensaje que lo ilusionó y, a su vez, lo hizo emocionar.
“Diego”, decía, simplemente. Un sencillo nombre de pila pero sumamente significativo para todos los argentinos y sobre todo, para los hinchas de Gimnasia como este muchacho.
“11:30 rindo, esto dice mi banco”, expresó el joven para luego soltar el comienzo de una poesía sacada de las entrañas de los más maradoneanos.
1130 rindo, esto dice mi banco. Los cordones desatados, mi idioma nativo. pic.twitter.com/OLUEnA1OBL
“Los cordones desatados, mi idioma nativo”, exclamó llenándose de seguridad para enfrentar su parcial.