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A más de tres años de la tarde en que Tehuel de la Torre fue visto por última vez, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de La Plata falló en contra del principal acusado, Luis Alberto Ramos, con quien el joven tuvo contacto antes de su desaparición y en cuya residencia se encontraron algunas de sus pertenencias, como ropa y un teléfono celular destruido.
En su columna judicial en CódigoBaires, el abogado Gonzalo Escaray desentrañó los principales ejes del procesamiento y detalló cómo fue estableciéndose el fallo, que ya sentó un precedente clave en el enjuiciamiento por violencia por razones de género.
La causa, que continúa con la búsqueda del cuerpo de De la Torre, empezó a investigarse como homicidio. Luego, se incorporó uno de los aspectos agravantes del caso, “por rechazo y odio a la identidad de género” del joven. En este sentido, Ramos, que se mostró durante todo el procesamiento como una amistad de la víctima, negó repetidamente su identidad transgénero e, incluso, cuando allanaron su residencia, donde se registró su última conexión móvil, pidió “que vengan a buscarla“. En tanto, el desconocimiento de su paradero y la falta de los restos conllevan a la Justicia a contemplar, además, la violencia post-mortem, que provoca la angustia y el sufrimiento de sus allegados.
Otra de las particularidades de la sentencia, según el especialista, fue que “obligó al Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género, y Diversidad Sexual a que elabore un protocolo específico”; el organismo, “intervino como particular damnificado por la búsqueda de personas desaparecidas de la comunidad LGBTQI+”. Asimismo, el Ministerio de Seguridad de la Nación ofreció, un año luego de su desaparición, una recompensa de 5 millones de pesos, al igual que en otra de las principales búsquedas que se llevan a cabo en el país: la de Loan Danilo Peña.
Mientras Ramos obtuvo la máxima pena judicial, “sin margen para negociar” un plazo menor, su presunto colaborador, Oscar Montes, continúa en proceso de enjuiciamiento por jurado, que “es más complejo, entre la elección de los jurados y las notificaciones de las audiencias”. También lleva más tiempo, al contrario del procesamiento de Ramos, que renunció a esta modalidad por la trascendencia mediática que generó la causa, así como un gran reclamo social.
En tanto se espera que la Justicia determine por unanimidad el tipo de intervención que tuvo Montes, como co autor del homicidio o como encubridor de Ramos, y dictamine el período de condena, el Juicio Técnico al otro imputado resolverá si es responsable del asesinato, o bien, lo absolvería. La imposibilidad de apelación implica hoy que “si Ramos indica dónde está el cuerpo, será una cuestión más personal para su paz y tranquilidad y la de la familia de Tehuel, más que un beneficio procesal”.
