Lalo es de La Plata. Trabaja desde los 14 años ayudando a su papá y hoy revoluciona los jardines de la ciudad.
“Hace tres años empecé con los porta macetas. Me dedico a eso y también como ayudante de albañil”, cuenta a LAPLATA1.com.
Desde chiquito estuvo relacionado al ámbito de la construcción. Un trabajo duro, muy físico. Hoy mezcla lo rudo con lo artístico.
“Arranqué con los porta macetas cuando me quedé sin trabajo. De chico, cuando tenía 14 años, trabajaba con mi papá arreglando carrocerías de camiones y camionetas, y ahí aprendí a soldar”, recuerda.
“Trabajé con él hasta los 20 años y después fui remisero, ayudante de albañil, laburé en tareas de mantenimiento. Y desde hace tres años volví con la herrería de nuevo”, señala.
Sus modelos son muy ingeniosos. Inició con este trabajo antes de la pandemia. Se había quedado sin trabajo en una escuela. Él hacía tareas de mantenimiento.
Con la indemnización que le dieron invirtió en herramientas y entendió que debía volver a la herrería.
“En la pandemia vendía los porta macetas y trabajaba haciendo changas. La gente no me pelea los precios porque los tengo baratos. Eso la gente lo valora mucho, se van contentos y me lo agradecen” completa Lalo.
