Un tribunal de La Plata por unanimidad dictó la primera condena a perpetua para un policía en el marco de un caso de gatillo fácil ocurrido en la localidad platense de San Carlos, según se detalla en la resolución judicial a la que accedió un portal local de noticias.
El policía Rodrigo Nicolás Laurent fue declarado en primera instancia culpable de “homicidio calificado por ser cometido por un miembro de una fuerza de seguridad con abuso de su función o cargo agravado por el uso de arma de fuego”.
El efectivo transitó todo el proceso en libertad. Tras la lectura del veredicto y sentencia los jueces ordenaron la “inmediata detención (…) bajo la modalidad de arresto domiciliario con monitoreo de pulsera electrónica”.
La justicia de La Plata no hizo lugar a la “doctrina Chocobar” y recordó que el resultado letal tiene consecuencias graves.
Los jueces dieron por acreditado que el 1 de abril de 2017, alrededor de las 3:00 de la madrugada, Laurent patrullaba una camioneta policial. En ese marco es alertado que “minutos antes se había producido una persecución” de dos hombres que se movilizaban en moto y que “habrían cometido distintos ilícitos en el eje urbano”
A la altura de avenida 520 y 155 los policías “observaron a dos sujetos de sexo masculino a bordo de una motocicleta con similares características a las que fueran descriptas por capa operativa”. Nicolás Vargas (la víctima fatal, ex cuñado del policía condenado) conducía la moto y Gonzalo Barrientos iba de acompañante.
Luego de una vigilancia a distancia comienza una persecución. Vargas y Barrientos continuaban escapando en la moto intentan sortear una especie de zanja seca, de no mucha profundidad, pierden el control de la motocicleta, ocasión en que Barrientos -que venía atrás en la moto- cae del rodado, siendo aprehendido por el oficial Olsen, quien desciende rápidamente de la camioneta cuando ésta en la persecución choca contra un poste de luz y queda con una de las ruedas dentro de la zanja.
El policía condenado fue pareja de la hermana de la víctima.
Vargas logró recobrar el dominio de la motocicleta, trata de fugar, es perseguido por Laurent quien desciende de la camioneta, pasa por delante del capot del móvil y encontrándose en la ochava de 38 y 155. Cuando “Nicolás Vargas se encontraba en una zona oscura y a una distancia aproximada de cuarenta metros, en plena fuga y sin que represente peligro alguno para sí o para terceros, efectuó un disparo con su arma de fuego reglamentaria, que alcanzó a al joven impactando en la cabeza”, se lee en la resolución judicial.
La defensa a cargo del letrado Luis María Giordano sostiene que se trató de un caso de legítima defensa, similar a lo que postula la “Doctrina Chocobar”, impulsada y defendida desde el gobierno de Javier Milei mediante su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Esa parte recurrirá la senencia ante el Tribunal de Casación provincial.
Se conoce como “Doctrina Chocobar” a la habilitación de las fuerzas de Seguridad para a disparar por la espalda a personas desarmadas sin tener consecuencias por esos actos de violencia que suelen ser letales.
La familia de la víctima es contenida por una de sus abogadas, Solange Barnetche.
El juicio oral estuvo a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) V de La Plata integrado por Ezequiel Medrano, Carmen Palacios Arias y Agustín Crispo (juez de Garantías designado para el debate ya que el TOC V se encuentra desintegrado). Las víctimas fueron representadas por los abogados Ignacio Fernández Camillo, Solange Barnetche y Andrés Noetzly.
Fuentes judiciales confirmaron a un portal local de noticias que se trata “de la primera condena por un caso de gatillo fácil del departamento judicial La Plata en el año en curso después de mucho tiempo”.
Son muy pocos los antecedentes de condenas a policías por matar con su arma reglamentaria en circunstancias en las que no era necesario acudir a un resultado letal. Uno de ellos es la condena a ex policías de la comisaría de Los Hornos por el asesinato del adolescente Darián Barzábal arriba de un patrullero. Otro caso, pero que quedó impune, fue el crimen de Maximiliano Albanese, ejecutado en pleno centro de La Plata por un policía que se profugó a Brasil.
