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“No hay que enojarse con los votantes, hay que leer el mensaje que dejan”

El ex fiscal de La Plata visitó la redacción de 0221.com.ar donde habló de su paso por la justicia, sus aspiraciones electorales y cómo llegó a la política.

"No hay que enojarse con los votantes

El 15 de julio de 1998 juró el primero de los fiscales de la provincia de Buenos Aires, en el marco de la reforma procesal penal que estaba en marcha. El platense Marcelo Romero se convirtió en uno de los funcionarios más jóvenes de entonces, que venía a formar parte de un sistema que apuntaba a una justicia más rápida y transparente. Luego de 35 años en el Poder Judicial, de los que pasó 25 como fiscal de juicio, ejecución e instrucción, se jubiló y se sumó a la arena política.

Fue fiscal de juicio en el debate que terminó en la histórica condena a policías por el homicidio de Miguel Bru, pese a que su cuerpo no fue hallado hasta el momento. También es periodista, actividad a la que piensa volver. Cultor de un alto perfil, nunca esquivó los debates. Ávido lector, su biblioteca está llena con libros de historia, filosofía política y ensayos. En los momentos de ocio le gusta viajar o mirar series en Netflix. Durante más de 20 años fue docente de las materias Derecho Penal y Procesal Penal en la Universidad Nacional de La Plata, de donde se retiró. Además, dictó postgrados en la Universidad Central de Chile.

En su primera experiencia en las urnas se postula como candidato a Senador bonaerense en representación de La Plata por la fuerza Juntos por el Cambio (JxC). En una entrevista en la redacción de un portal local de noticias recordó su paso por la función judicial y adelantó cuál será el primero de sus proyectos de ley a presentar en caso de acceder a la banca. “No estoy buscando trabajo”, enfatizó. Habló de su relación política con el intendente Julio Garro a quien enfrentó en la primaria que ganó el jefe comunal.

-¿Cómo fue la despedida de la actividad judicial?

-El 31 de enero de este año fue mi último día como fiscal justo el último día de turno también, así que no hice el post turno, pero fue un día muy emotivo porque nos despedimos con todo el personal después de 25 años, fue mucho llanto, muchos abrazos y ahí terminó, me tomé febrero de vacaciones. Tenía que devolver el token, porque antes del cese había que hacer una la última declaración jurada, los últimos días de marzo y cuando llegó a la Fiscalía yo todavía era fiscal, de licencia, mi lugar de cochera estaba ocupado claro y ahí vas empezando a reaccionar.

-¿Qué pasó con el guardia de custodia del estacionamiento?

-(Risas) Le pedí permiso para que me deje estacionar el auto. Cuando llegué a la dependencia, estaban todos trabajando full con el fiscal (Juan) Menucci, que está a cargo. Yo veía el despacho ya vacío sin los cuadros sin nada y me di cuenta que ya no estaba ahí, fue muy duro el momento.

-¿Cómo fue el primero de los encuentros con Patricia Bullrich?

-Me trataron muy bien y me preguntaron si quería incorporarme al espacio original, así de directa fue. Me preguntó qué quería ser y entonces le dije lo que no quería hacer. Dije. Mira no quiero ser candidato testimonial porque no estoy para eso. Tampoco sueño con ser intendente, no estoy capacitado.

-¿Cuál fue la respuesta de ella?

-Me dijo “no puedo prometerte nada”. Yo creo que me estaba tanteando, es una idea personal que tengo, si yo me animaba a tomar responsabilidades de Estado distintas a la docencia o de ser fiscal. En el Poder Judicial te protege una burbuja que si vos cumplís con las normas como fue mi caso y no metes la pata de una forma grosera la propia corporación judicial te protege. Fíjate que cuando hay un fallo polémico, que es para criticar al magistrado, en la corporación se lo protege, si no comete delitos, por supuesto. Yo salí de esa burbuja y me estaba enfrentando a un mundo que todavía no conocía

-¿Cómo fue su experiencia en esta primera campaña? Se te veía activo por los barrios.

-Descubrí la cantidad de gente que me conoce. Yo creía que me conocían nada más en el ambiente penal los abogados

-¿Alguien le reprochó alguna detención?

-Me encontré con un señor en la calle y me dijo “usted me metió, ahora estoy muy bien, la verdad que usted me ha tratado con mucho respeto y ahora me rescate”. Estaba con su pareja embarazada. La verdad que fue una experiencia. Después hubo reclamos como diciendo porque se fue de la justicia o porque se fue de la Fiscalía que lo necesitamos.

-¿Cuáles son los reclamos que le acercaron desde la ciudadanía?

-Al tope está la seguridad, yo te diría casi en paridad con el tema económico. A veces en los comercios se hablaba del tema impositivo, de las trabas burocráticas para las habilitaciones o del comercio ilegal, o sea, también se hablaba mucho, no de delitos, pero sí de lo que es la contravención claro, la falta convivencial que también de una u otra forma hace la seguridad. No es el fuero penal, pero hay mucha queja con los trapitos, con la venta ambulante, con las motos, con la zona roja.

-¿Cómo fue la reunión con el intendente Julio Garro post PASO?

-La charla fue muy buena. Primero fue una charla oficial entre Garro y Juan Pablo Allan. La campaña fue dura, digamos, fue un combate político, pero no hubo golpes bajos, lamentablemente algunos integrantes del espacio si tuvieron golpes bajos que bueno, ahora están, pero bueno, no los quiero nombrar. Todo el mundo lo sabe y para mí fueron innecesarios y dañaron el espacio porque se podía competir tranquilamente debatiendo ideas, posturas. Las ideas son las mismas porque es en espacio, la lista de Garro ganó contundentemente, no hay nada que objetar. El intendente nos reunió a todos y nos puso en lugar destacado a Juan Pablo Allan, a Nicolás Morzone, a Romina Cayón y a mí. Nos presentó a todo el equipo, todos nos conocemos obviamente, y destacó que estamos todos juntos. De hecho ahora integro la grilla de senadores.

-¿En caso de acceder al Senado, tiene pensado cuál será el primero de los proyectos de ley a presentar?

-Sí. Lo hablé con todos los referentes del espacio. Creo que a nivel provincial y siempre en el ámbito de lo que es la seguridad y la justicia tenemos que revisar las herramientas legales de la prevención. Las policías no tienen herramientas legales. Cuando éramos chicos existía el Código de Faltas, existían los edictos de policía, por ejemplo, el merodeo, hoy en día se discute si la policía puede pedir documentos. Cuando asesinaron al colectivero al día siguiente salieron todos a pedir documentos, hubo una discusión nacional sobre si la policía podía pedir documentos. Si la policía no puede pedir un documento de identificación, por supuesto con respeto identificándose como responde, no abusando su autoridad, no tiene otras herramientas. Si una persona está merodeando de nada sirve tener un 911 efectivo, de nada sirve tener cámaras, porque llega la policía y no puede hacer nada. Yo recuerdo que cuando detectaron ventas de drogas en las puertas de las escuelas la Municipalidad dispuso colocar cámaras en el exterior apuntando a la vereda y un grupo de padres apoyado por un ahora exjuez decidieron sacarlas porque consideraban que violaban la intimidad de los menores, cuando en realidad era para encontrar a los que vendían marihuana.

-¿Alguna otra en carpeta?

-Un proyecto de Allan que quedó en carpeta es que tiene que haber una participación por ley de los secretarios municipales de seguridad en el diseño de política criminal del Ministerio de Seguridad provincial. Eso no puede depender según los humores del ministro. Ese secretario de Seguridad es el funcionario del primer nivel del Estado municipal que está en contacto con la comunidad y en contacto con el delito, si esa persona solamente se dedica a ver a qué hora recogen la basura o a hacer un corte de tránsito por un choque es un funcionario que estamos pagando por nada. En cambio, si ese funcionario aunque no tenga comando político de una policía porque no existe la Policía Municipal pero si ese funcionario puede por lo menos informarle al ministro de Seguridad cuál es la realidad delictiva de su distrito, eso le suma al Poder Ejecutivo Provincial una herramienta fundamental y también le quita excusas porque es lógico que un ministro de Seguridad no puede saber lo que está pasando en este momento en Villarino, en Trenque Lauquen, en Avellaneda y en La Plata, obviamente que necesita además de sus funcionarios policiales que hayan funcionario político que el informe, y que mejor que el secretario de seguridad porque hoy en día con las herramientas tecnológicas que tenemos puede haber una reunión ampliada de gabinete con los 130 y pico secretario de Seguridad aunque sea por regiones.

-¿Cómo es en la actualidad?

-Hoy en día es por una resolución ministerial que no está en uso porque (el ministro de Seguridad Sergio) Berni se peleó con los distritos que no son de su espacio político.

-Justicia y Seguridad van de la mano ¿Cómo ve la justicia ahora desde afuera?

-Lo que veo y lo que veíamos de adentro, es que no puede seguir existiendo la cantidad inaudita de instancias judiciales. El pacto San José de Costa Rica del que somos miembros exige lo que se llama el doble conforme, una mínima doble instancia. Ahora nosotros tenemos la primera instancia, la Cámara, Casación y Corte, pero decir bueno son cuatro. De dos a cuatro no es tanto, la última es extraordinaria, el tema es que se recurre todo, cada pasito cada, porción del proceso, hasta con el mismo juez con la revocatoria. Entonces discutimos la imputación, la exención de prisión, la detención, la excarcelación, la prisión preventiva, la elevación a juicio, el sobreseimiento. fíjate todos los pasos que estamos dando todos los peldaños del proceso y se recurre en Cámara, en Casación y en Corte. Incluso se puede llegar a la Corte Federal, entonces las causas duran 20 años, es injusto para la víctima, pero también para el imputado porque el imputado nunca sabe si su estado de inocencia pudo o no ser destruido por el Poder Judicial en este caso por el Ministerio Público de hecho Barreda falleció y quedaba pendiente un recurso de queja por denegatoria de recursos. Obviamente ella estaba en libertad con pena cumplida, pero estaba pendiente ese recurso, o sea, un absurdo. Eso hay que hay que trabajar y eso que es una reforma general del Código Procedimiento, basta de parches, basta de ideología con la normativa penal que vamos a un lado por el otro de acuerdo a los humores sobre todo con las normas de excarcelación y eximición de prisión. El Código de Ejecución Penal tiene algunas normas que son casi ridículas, como el curso de cerámica que quita años de prisión, evidentemente es más fácil modificar el código ejecución penal y sumarle salidas anticipadas al condenado a que construyeron las cárceles. No puede ser que todavía tengamos detenidos con prisión preventiva en comisaría. La municipalidades podrían construir alcaidías municipales.

-¿Dónde se imagina estar el 10 de diciembre próximo?

-Tengo la esperanza de llegar al Senado y de compartir, por supuesto para mí es un gran honor acompañar a Marcelo Leguizamón y Lorena Tetaz. Tengo grandes ilusiones de poder seguir aportando, pero lo decide exclusivamente en la comunidad con su voto. Veo que algunos políticos se enojan con los votantes, no hay que enojarse con los votantes, hay que leer el mensaje que nos dejan, hay que escuchar el sonido de las urnas y si no me toca bueno, seguiría apoyando desde afuera creo que todavía tengo cosas para dar. Me gusta mucho el periodismo judicial no, no soy periodista, pero me gusta mucho. Me gusta mucho opinar en radio o televisión. Creo que se puede aportar también desde ahí. Si alguien me necesita para escuchar mis experiencias también.

-¿Hay un plan B?

-No estoy buscando trabajo, no estoy para buscar un puesto público. Obviamente que si uno quiere hacer un proyecto de ley y lo ideal es ser legislador pero también lo puede presentar como ciudadano común. Pero si no me toca porque la gente elige otra alternativa u otra opción seguiré trabajando mientras Dios me dé vida y salud.

-¿Un anhelo?

-Ojalá se abra un poco la ideología en las universidades donde se lee a Zafaronni, que se siga leyendo, pero también a la escuela clásica. Que se acepten en los consejos de la Magistratura. Que se equilibre la balanza ideológica para que la selección sean un poco mejor.

 

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