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Luego de siete años de espera, este jueves finalizaron, en el Tribunal Oral Criminal N.º 3, los alegatos en el juicio por la muerte de Emilia Uscamayta Curi, la joven estudiante de periodismo que falleció en una fiesta ilegal el 1 de enero de 2016, en la ciudad de La Plata. En esta ocasión, tuvieron la palabra los abogados de los cuatro empresarios acusados, quienes intentaron desligar sus culpas responsabilizando a Emilia y su hermano Cristian, quien la acompañaba esa noche.
“Ayer fue un día de mucha bronca, impotencia y dolor, porque (a los abogados defensores) no les tembló el pulso para mentir y tratar de envolver al tribunal. Además, quedó evidenciada la falta de perspectiva de género, ya que cuando tuvo lugar el alegato de Alfredo Gascón Cotti, abogado de Raúl “El Peque” García, lo que hizo fue responsabilizar a Cristian, comenzó explicando Edgar Uscamayta, también hermano de Emilia, en diálogo con el programa Después del Mediodía, por Radio La Plata 90.9 FM.
Cabe recordar que la estudiante murió en el marco de una fiesta clandestina desarrollada en una casaquinta de Melchor Romero, que se conoció como “La Frontera” y, en este proceso se juzga a sus organizadores: Raúl “El Peque” García, Santiago Piedrabuena, Gastón Haramboure y Carlos Bellone. Ese 1 de enero la joven asistió al evento junto a su familiar, quien en un horario determinado de la madrugada decidió volver a su casa. En ese momento, Emilia cayó a la pileta donde murió ahogada.
Mientras que la querella, integrada por los doctores Adrián Rodríguez Antinao e Ignacio Fernández Camillo, sostuvo que la muerte no se trató de un accidente, sino que de una “serie de negligencias, en un marco de corrupción”, con funcionarios de la Municipalidad de La Plata involucrados; la defensa buscó probar que Emilia se encontraba bajo los efectos del alcohol y de drogas cuando cayó a la pileta.
“Para Gascón, como Cristian era hombre y hermano mayor, tenía el deber de proteger a Emilia, como si ella hubiese tenido siete años. Pero era mayor de edad, vivía sola, trabajaba; no era una niña o una adolescente como para depender de Cristian”, continuó Uscamayta, y agregó: “Lo que hicieron ayer fue tratar de culpabilizarla, diciendo que sabía del peligro y, sin embargo, accedió. Y, por otro lado, que Cristian la abandonó”.
Tras la muerte de Emilia, su familia vivió años muy difíciles, en medio de un proceso judicial, según ellos, envuelto en corrupción. Hace dos años su hermano falleció. Cómo remarca Edgar, hacia él también disparó la defensa de los acusados.
“Ponen en duda la declaración de Cristian y dicen que fue armada, que no creen que hayan sido sus palabras. Se meten con alguien que no puede defenderse porque ya no está”, subrayó.
“El día que murió Emilia fue un mazazo para toda la familia. En ese momento nos presentamos con mis hermanos ante la DDI y declaramos. No teníamos ni abogado. Cristian se presentó y dijo lo que pasó, lo que vio y vivió. Declaró creyendo en la justicia y en la policía”, recordó. Al tiempo que enumeró la desidia con la que se llevó a cabo la fiesta ilegal: “No había guardavidas, ni ambulancia, era un descontrol”.
Tras una angustiante jornada, la Asamblea de Justicia por Emilia y sus familiares se declararon en “estado de alerta” y alertaron sobre la falta de perspectiva de género en el proceso. Es así que Edgar reiteró su reclamo de justicia y, para finalizar, invitó a la comunidad a acompañar a los seres queridos de la muchacha a la marcha que se realizará el 4 de septiembre desde la Plaza San Martín de la capital provincial hasta la Fiscalía. Ese día el Tribunal dará su veredicto.