Escuchar la nota
Getting your Trinity Audio player ready...
|
En una emotiva carta dirigida a la comunidad de la Arquidiócesis de La Plata, Monseñor Gabriel Mestre anunció su renuncia al cargo de Arzobispo, siguiendo la solicitud del Papa Francisco. En sus palabras, Monseñor Mestre expresó su gratitud y reflexionó sobre su tiempo al servicio de la Iglesia en La Plata.
La carta, que comienza con la cita bíblica “Cristo es nuestra paz” (Ef 2,14), se caracteriza por un tono de humildad y reconocimiento de la fragilidad humana: “Soy un hombre de labios impuros, y habito en medio de un pueblo de labios impuros” (Is 6,5). Con esta frase del profeta Isaías, Monseñor Mestre recordó su ordenación episcopal en Mar del Plata en 2017, señalando su consciente aceptación de la debilidad humana dentro de la Iglesia.
El anuncio de la renuncia llega después de una reunión en Roma convocada por la Santa Sede, donde se discutieron algunos aspectos de la Diócesis de Mar del Plata desde su traslado a La Plata en noviembre de 2023. Tras estas conversaciones, el Papa Francisco le solicitó la renuncia a la sede platense. “Con profunda paz y total rectitud de conciencia ante Dios por cómo obré, confiando en que la Verdad nos hace libres (cf. Jn 8,32), y con obediencia filial y teologal al Santo Padre, inmediatamente redacté mi renuncia, que fue aceptada y hecha pública el día de hoy”, afirmó Monseñor Mestre.
Monseñor Mestre no ocultó su tristeza al despedirse de su comunidad: “Hoy dejo de ser el pastor de ustedes. Quiero decirles que he sido muy feliz estos ocho meses y medio y por eso se los agradezco de corazón”. En su carta, destacó la calidez y la fe de la comunidad platense: “He disfrutado de cada encuentro con los laicos y laicas de todas las edades, con los consagrados y consagradas, con los seminaristas, diáconos, presbíteros y obispos auxiliares. ¡Gracias por hacerme sentir en casa!”.
A pesar de la tristeza de la partida, Monseñor Mestre se mostró confiado en los planes de cara al futuro: “Me duele partir, me duele dejarlos como pastor de esta Iglesia Particular que peregrina en La Plata, pero estoy seguro de que Dios tiene planes mucho mejores que hoy no puedo terminar de descifrar. ¡Confio en el Señor porque Cristo es nuestra paz (Ef 2,14)!”.
Finalizó su carta con un emotivo mensaje de despedida y esperanza, asegurando a la comunidad que los llevará siempre en su corazón y rezará por ellos: “Los llevaré siempre en mi corazón, rezaré por ustedes y los confio a la protección de la Bienaventurada Virgen María y la intercesión de la Beata Ludovica y el Beato Eduardo Pironio”.