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El presidente Javier Milei volvió a intentar desprenderse de la estafa cripto que protagonizó hace dos semanas, y adjudicó las acusaciones en su contra a “chimentos de peluquería”.
Luego de la entrevista brindada a Jony Viale en la que se filtró la imagen de Santiago Caputo frenando el reportaje para evitarle “quilombos judiciales” al mandatario, el jefe de Estado eligió a Luis Majul para intentar limpiar su imagen.
Milei buscó otra vez tirar la pelota para afuera sobre la “difusión” de la memecoin $Libra, argumentando que se trató de un problema entre terceros, sin profundizar en cómo su post en X y el lanzamiento del token tuvieron una interesante sincronización.
Con el escándalo en ascenso, debido a las denuncias que realizaron distintos perjudicados por el aumento y la caída estrepitosa de valor de $Libra en Europa y Estados Unidos, y la publicación del caso en el New York Times, el Presidente volvió a los lugares comunes y acusó a ese medio de responder a los intereses del Partido Republicano, ser “anti Trump” e impulsar la agenda woke.
“Cuando se generó la mínima sospecha aclaré que no me habían hackeado la cuenta y bajé el tuit”, volvió a insistir Milei sobre el escándalo cripto, y agregó, aunque muchos conocedores del mercado consideran que se trata de la peor de las timbas que consideró a $Libra “un buen proyecto para fondear empresas argentinas”.
“Todos los que entraron ahí, entraron voluntariamente. Nadie les puso una pistola en la cabeza”, reflejó el mandatario sobre los perjudicados, al tiempo que analizó que “quienes perdieron plata ahora llora”, pero se trató de “un problema de terceros con terceros”, sin siquiera reconocer que, de no haber sido por su post, la oleada para comprar el token $Libra no se hubiera iniciado.
