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Marta Ramallo, dialogó en exclusiva con CódigoBAIRES tras el inicio del juicio por el femicidio de su hija Johana, a casi ocho años de haberse denunciado desaparición, ocurrida el 26 de julio de 2017, día la última vez se la vio en la estación de servicio de 1 y 63 en La Plata.
El proceso judicial tiene ocho imputados: Carlos Rodriguez, Hernan D’Uva Razzari, Hernán Ruben García, Carlos Alberto Espinosa Linares, Mirko Alejandro Galarza Senio, Celia Benitez, Paola Erika Barraza y Celia Gimenez.
Al respecto, indicó que el pasado 30 de mayo prestó declaración y reveló que, en principio, sus expectativas están puestas en que cambie la carátula de la causa y los acusados sean juzgados por trata de personas y poder saber qué pasó con el cuerpo de Johana, porque “no nos olvidemos que durante un año y nueve meses hemos buscado a Johana viva como se la llevaron”, y luego de un año y nueve meses la Justicia “nos dio solo un brazo y una pierna de Johana, mientras que hoy esos ocho imputados una tienen carátula mínima”.
En ese sentido, insistió que “la expectativa es saber qué pasó con su cuerpo y saber quiénes son los responsables, porque sabemos que acá hay mucho más de ocho imputados”, y agregó: “Acá hay toda una red del sistema prostituyente, de la policía más cercana a la zona, del sistema ausente que la ausentó a Johana mucho antes de ser desaparecida“.
Además, expresó su deseo para que los implicados “rompan ese pacto de silencio que vienen llevando entre ellos mismos y que ya se está notando que, cuando se sientan en el banquillo, hay un quiebre y están separados”.
En ese marco, manifestó que está sobrellevando la situación “haciéndome más fuerte que nunca, porque tenemos que salir a las calles a luchar, a marchar y a exigir a un Estado y a un Poder Judicial ausente” y “seguir alzando la voz de las que ya no están y seguir luchando”.
Un sistema prostituyente y una Estado que se retira
“A Johana la buscaba a la misma fuerza que la venía regenteando y la desapareció”, fue tajante Marta sobre las complicidades en la red de trata en la que cayó su hija, en tanto que sostuvo que busca una condena social para los imputados en la causa. “Su defensa pide que no se publiquen fotos, siempre tiene que estar presente la imagen de nuestras pibas víctimas, ¿y ellos? Ellos siempre están a resguardo”, se quejó.
En ese sentido, no tuvo dudas al decir que “contra todo eso vos te llenás de odio, asco y bronca”, y su respuesta a eso es “yo acá vengo por todo” para obtener justicia por Johana, y recordó que cuando se presentó en el fuero federal, para que la causa sea investigada como desaparición forzada, se planteó “ir por eso y mucho más”, y hasta adelantó que no descarta que haya nuevos procesos judiciales, “porque la vida de Johana alguien la tiene que pagar, su desaparición forzada para la prostitución alguien la tiene que pagar”.
En esa línea, sostuvo con crudeza que “a Johana la mantuvieron con vida durante 10 meses, su cuerpo explotado durante 10 meses, después la mataron, la descuartizaron, la arrastraron y la descartaron”, y se preguntó quién va a pagar por eso, porque con la carátula actual, los responsables “se te siguen cagando la risa”, y sumó: “Ellos pueden ser condenados a 20 o 30 años que le den, pero ellos salen en algún momento y nosotros el duelo lo llevamos de por vida, porque a la ausencia de Johana yo la vivo todos los días, no solo en un tribunal”.
Por otro lado, Marta Ramallo advirtió que cuando dio su declaración informó datos “que nunca quisieron investigar”, y rememoró que, cuando denunció la desaparición de su hija, “el mismo oficial de servicio que buscaba a Johana me dijo ‘Marta, si vos destapás esa olla, te la jugás un 50 con vida y un 50 sin vida'”.
Su respuesta a eso fue que el temor más grande “ya estaba”, porque “ya me la habían secuestrado y sabíamos que Johana estaba siendo víctima (de trata) y no se había ido con un machito como ellos lo planteaban”.
Marta advirtió que “a Johana la descuartizaron mucho antes de su desaparición, porque su cuerpo ya no daba más“, y continuó: “A Johana, cuando la ingresaron el día 25 de la madrugada en el Hospital San Martín desde un hotel en una ambulancia, estaba con una persona de alrededor de 40 años”.
“Ellos le estaban matando el cuerpo a Johana en una habitación de un hotel y fue llevada al hospital por una ambulancia, mirá el nivel de impunidad que había y que sigue habiendo en la zona, porque nadie, ningún gobierno investigó, ninguno se puso los pantalones”, lamentó.
En ese marco, consideró que pasan los años y “siguen desapareciendo nuestras pibas, siguen estando en situación de prostitución y de consumo“, y pidió que alguien “se ponga los pantalones para investigar esa zona y laburar con las pibas en estado de prostitución y de consumo”.
Sobre ello, agregó que actualmente hay “un Estado ausente que nos está sacando a nivel nacional todas las herramientas para poder llegar a los territorios, y poder asistir a nuestras pibas mucho antes de que sean desaparecidas”, y concluyó: “El Estado nacional está volviendo a desaparecer a miles de pibas y niñeces, porque la Justicia nos debe a muchas Johanas que siguen desapareciendo bajo un sistema prostituyente con la complicidad de las autoridades”.
