Enrique Edgardo “Quique” Petrullo, uno de los condenados en el juicio oral al exjuez de Garantías de La Plata César Melazo, recuperó la libertad en su formato condicional ya que cumplió más de dos tercios de la pena impuesta en el marco de otras causas “por resultar coautor del delito de asociación ilícita en concurso real con el delito de tráfico de influencia agravada en ocho hechos”, según se detalla en la resolución judicial a la que accedió un portal local de noticias.
Petrullo fue juzgado y condenado en el marco del juicio a la denominada causa “Megabanda criminal” o “La banda de los jueces” por la que fueron sentenciados el exmagistrado Melazo junto a policías y civiles. En el marco de esta investigación realizada por la fiscal Betina Lacki fue destituido el ex juez de Casación Martín Manuel Ordoqui quien espera el juicio oral en prisión preventiva.
La condena del juicio fue cumplida en su totalidad, pero Petrullo tenía otras causas en trámites en las que aceptó su responsabilidad y firmó juicio abreviado que fue refrendado en el Tribunal Oral Criminal (TOC) III de La Plata.
La defensa, a cargo de abogado Bruno Strassera, solicitó la libertad condicional de su asistido y el TOC III hizo lugar al planteo: “Corresponde hacer lugar al beneficio de la excarcelación en los términos libertad condicional de Enrique Edgardo Petrullo”.
Los jueces señalaron que “se ha condenado a Petrullo a las penas de seis años y cuatro meses de prisión, accesorias legales por el término de la condena e inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos y costas por resultar coautor del delito de asociación ilícita en concurso real con el delito de tráfico de influencia agravada en ocho hechos (…), sentencia que no se encuentra firme”.
Enrique Petrullo junto al ex juex de Casación, Martín Ordoqui
En ese marco “se encuentra en condiciones de acceder a la libertad condicional, pues a la fecha lleva en prisión preventiva un total de cuatro años, once meses y diecinueve días, conforme surge del informe actuarial practicado, es decir más de las dos terceras partes de la pena impuesta”. Además, Petrullo no es reincidente ni los hechos por lo que se lo acusa se encuentran comprendidos en el artículo 14 del Código Penal en el que se detallan una serie de delitos graves que no permiten acceder a la libertad condicional.
Los jueces también valoraron los informes de conducta del Servicio Penitenciario Federal donde se detalla que “Petrullo cumplió debidamente con los reglamentos carcelarios, toda vez que registra conducta ejemplar diez y concepto bueno (6), y desde su ingreso a ese complejo penitenciario no registra correctivos disciplinarios, reflejando una buena adaptación a las normas vigentes intramuros, al trato con sus pares y al personal penitenciario”.
Petrullo fue detenido a mediados del año 2018 en su casa de City Bell. En ese procedimiento se secuestró su teléfono celular que se transformó en una fuente de evidencias para los investigadores: audios, fotos y textos de la plataforma Telegram marcaron el rumbo de la investigación para la fiscal Lacki.
Fuentes del caso recordaron que “Petrullo, por suerte para la causa, se olvidó de activar el modo ‘borrar’ y se pensó que todo lo que hablaba se había borrado, pero no, estaba todo en su teléfono”. Por ese celular se pudieron establecer las conexiones de la presunta empresa criminal montada.
Una de las imágenes más conocidas es una foto en la que se muestra en situación de amistosa complicidad con el ex juez Ordoqui. A Petrullo se lo conoce como un operador judicial en los tribunales de la ciudad de La Plata. También como un gestor de todo tipo de negocios. En su cuenta de la plataforma X (ex Twitter) @KikePetrullo se define como “peronista, hincha de Gimnasia y Esgrima La Plata, y sobreviviente del 2001”.
