La Unión Tranviarios Automotor (UTA) confirmó que La Plata, Berisso y Ensenada, así como el resto del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), no se verán alcanzadas por el paro de micros que fue anunciado por el mismo gremio para el interior del país.
El sindicato, que reúne a los choferes de colectivos de toda la Argentina, reclama nuevos aumentos salariales y anunció la realización de diversas medidas de fuerza. Las protestas, sin embargo, no afectarán por ahora a los servicios del Gran La Plata y el Gran Buenos Aires, donde los acuerdos alcanzados entre los conductores y las patronales difieren de los que rigen en el interior nacional.
“Todo el AMBA trabajará con normalidad”, confirmó en diálogo con un portal local de noticias el secretario general del gremio en la región, Oscar Pedrosa. El dirigente había anticipado que la protesta el servicio de transporte público enfrentará una interrupción total de los servicios urbanos, interurbanos y rurales por 48 horas en distritos del interior del país y que en la región los trabajadores analizaban la posibilidad de plegarse a las manifestaciones.
Tras un arduo debate, finalmente los choferes decidieron despegarse de la protesta y tomaron la decisión de mantenerse al margen del paro que complicará a cientos de miles de argentinos.
El paro tiene lugar en medio de las empantanadas negociaciones salariales del sector. Días atrás se llevó a cabo una reunión entre las autoridades del Ministerio de Capital Humano de la Nación, representantes de la UTA y empresarios de la Federación Argentina de Transportadores de Automor de Pasajeros (FATAP), pero el encuentro no terminó como se esperaba y fracasó mientras se intentaba llegar a un acuerdo.
Los choferes de la UTA impulsarán un nuevo paro de 48 horas en el interior del país, por lo que el Gran La Plata no se verá afectado.
En ese marco, la cartera que conduce Sandra Pettovello convocó a una audiencia este miércoles para intentar destrabar el conflicto.
Los motivos de la medida de fuerza hay que rastrearlos en el recorte de subsidios por parte del Gobierno nacional. Después de eso los empresarios del interior del país negaron un aumento salarial para el gremio y declararon que las “tarifas inadecuadas, subsidios insuficientes y el creciente costo operativo” hacen que la situación del sector sea crítica y mencionaron la eliminación de subsidios al transporte del interior como uno de los factores que acrecienta la crisis. Asimismo, se refirieron a la medida que llevará a cabo el gremio la próxima semana y sostuvieron: “La paralización de los servicios no hará más que profundizar la crisis del sector y de las empresas, lo que podría ocasionar el cese definitivo de las actividades de muchas de ellas”.
Con las paritarias empantanadas, el conflicto entre los choferes y las patronales sigue en aumento.
El secretario general de UTA a nivel nacional, Roberto Fernández, se refirió a la idea de que las provincias y municipios se hagan responsables en la financiación del transporte público y fue categórico al respecto: “No admitiremos maniobras que pretendan corregir el desfasaje económico a través de la pérdida de salarios o derechos de los trabajadores”, sentenció.
Además, señaló que la convocatoria al paro tiene que ver con que en algunas provincias y municipios no se alcanzó un acuerdo, aunque sí aclaró que en varias jurisdicciones han logrado un consenso.
