La influencer Felicitas Alvite, bautizada como La Toretto de La Plata, vive horas determinantes para su futuro. Desde la cárcel espera acceder a un arresto domiciliario que ya es analizado por la jueza de Garantías, Marcela Garmendia. La joven fue procesada por atropellar y matar con su auto al motociclista Walter Armand.
Con todas las pericias e informes socio ambientales realizados, los planteos de las defensas y de la acusación (pública y privada), la jueza ya tiene todos los elementos sobre el escritorio de su despacho para resolver.
Por un lado, la defensa de Alvite realizó varios planteos fundados, entre los que sobresale el pedido de arresto domiciliario para que su asistida espere el (seguro) juicio oral en su hogar, fuera del ámbito carcelario con la libertad restringida y monitoreada.
También la jueza debe expedirse sobre el pedido de sobreseimiento y oposición al juicio oral para la segunda procesada en el caso y amiga de Alvite, Valentina Velázquez, quien ya fue inhabilitada para conducir.
Walter Armand falleció tras el accidente de tránsito en La Plata.
Por el momento Velázquez es considerada responsables de “prueba ilegal de velocidad”. En base a la reconstrucción de los hechos la joven -a bordo de un Peugeot 208- manejó a la par de Alvite desde Plaza Moreno hasta la esquina d e13 y 532, donde la influencer embistió y mató al músico.
El fiscal Fernando Padován, quien fue denunciado por ocultar parte del expediente a la defensa, sostiene que las amigas corrían una picada en base a que conducían con exceso de velocidad. Ambas cruzaron semáforos en rojo, pero Velázquez logró pasar de largo.
Para la defensa de Velázquez las pruebas “arrimadas” a la investigación en curso “no admiten la posibilidad” de que la joven “haya llevado adelante una prueba de destreza y velocidad tal como lo afirma la Fiscalía”.
“Cuando mucho podría achacarse a Valentina Velázquez la conducción imprudente de su vehículo, al atravesar algunas intersecciones en exceso de velocidad y sin respetar las señales semafóricas, pero ello no tiene en este caso relevancia penal”, alega la defensa.
Tal como informó un portal local de noticias esta semana Alvite está alojada en la Alcaidía N° 3 de Melchor Romero, la misma en la que por ahora cumplen su condena los rugbiers de Zárate condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa, que conmocionó al país. La tiktoker de 21 años cumple allí la prisión preventiva confirmada por la Cámara de Apelaciones y Garantías.
Aunque las instalaciones de esa dependencia del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) son notablemente mejores que las del común de las cárceles provinciales, los días de la joven en prisión parecen lejos de ser los ideales. Su defensa, liderada por los abogados Flavio Gliemmo, Santiago Irisarri y Luisina Gliemmo, formalizó un planteo que sostiene que Alvite sufre “ataques de pánico, episodios de extrema angustia, manos rígidas e hiperventilación”, cuadro que incluso motivó la intervención del médico de guardia del penal.
Santiago Irisarri, Luisina y Flavio Gliemmo, defensores de Felicitas Alvite.
Alvite fue bautizada como La Toretto de La Plata por un posteo que ella misma subió a las redes tras el trágico choque que protagonizó. “¿Miedo? Miedo es ir conmigo en el auto porque soy un constante ‘ese quiere correr’ y me hago la Toretto”, había posteado la joven en TikTok, donde tenía más 40 mil seguidores y hacía alusión al personaje del actor Vin Diesel en la saga de películas Rápido y Furioso.
En su indagatoria explicó, sin embargo, que aquel mensaje era solo un “challenge para TikTok”. “Es la antítesis de Toretto”, remarcó Gliemmo y concluyó: “Eso lo hizo para sumar seguidores en la red, tal y como pasa con miles de usuarios. Es lógico que hubiera deseado no hacer esa publicación”.
El registro de las cámaras de seguridad del Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) de la Comuna y la velocidad a la que circulaba la joven antes del trágico choque son las claves de la causa en su contra. Las grabaciones la muestran a una velocidad mayor de la permitida y pasando semáforos en rojo junto a un segundo vehículo, por lo que se investiga si estaba o no corriendo una picada ilegal.
En su derrotero a bordo de un Volkswagen Gol Trend, Alvite cruzó dos semáforos en verde, el primero a 90 km/h y el segundo a 80 km/h, pero además pasó otros cuatro en rojo a una velocidad promedio de 67,5 km/h: el más rápido fue a unos 80 km/h y el más lento a 40 km/h. Por otro lado, en solo dos pasó por debajo de la velocidad máxima permitida (60 km/h), uno de ellos con luz verde y otro con roja, tal como un portal local de noticias informó en varias oportunidades.
El final de aquella secuencia fue el tremendo impacto en el transitado cruce de la circunvalación platense. Armand salió despedido tras ser golpeado por el auto que conducía la joven y fue asistido rápidamente por personal del Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME). Los paramédicos lo trasladaron de urgencia al Hospital San Roque de la localidad de Gonnet, pero allí falleció.
