A todo o nada será la jornada de este martes para la joven influencer Felicitas Alvite, más conocida como La Toretto de La Plata. Tras más de 100 días de detención, será blanco de una pericia clave y podría ser beneficiada con prisión domiciliaria si la Justicia hace lugar a los pedidos de sus defensores.
Alvite está alojada en la Alcaidía N° 3 de Melchor Romero, la misma en la que por ahora cumplen su condena los rugbiers de Zárate condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa, que conmocionó al país. La tiktoker de 21 años cumple allí la prisión preventiva ordenada por embestir al músico y papá de dos nenes Rubén Walter Armand (35), quien circulaba en moto cuando fue atropellado por la joven en 13 y 532.
Aunque las instalaciones de esa dependencia del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) son notablemente mejores que las del común de las cárceles provinciales, los días de la joven en prisión parecen lejos de ser los ideales. Su defensa, liderada por los abogados Flavio Gliemmo, Santiago Irisarri y Luisina Gliemmo, formalizó un planteo que sostiene que Alvite sufre “ataques de pánico, episodios de extrema angustia, manos rígidas e hiperventilación”, cuadro que incluso motivó la intervención del médico de guardia del penal.
Walter Armand, la víctima de esta trama.
En ese marco, tras la presentación de los letrados y con el visto bueno de la jueza de Garantías Marcela Garmendia, la Asesoría Pericial de La Plata adelantó la realización de los exámenes médicos previstos para la joven. Tal como informó un portal local de noticias el 29 de julio pasado, los estudios serán realizados este martes aunque habían sido pautados para el 9 de septiembre.
El resultado de la evaluación que realizarán los psiquiatras del organismo que depende de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires (SCBA) será clave para definir si la acusada será o no beneficiada con un arresto domiciliario. Se encuentra detenida desde el pasado 2 de mayo. Pasó sus primeros dos días alojada del Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) local, luego fue trasladada a la comisaría Primera y, de allí, el 14 de ese mismo mes fue transferida al pabellón de mujeres de la Alcaidía. Está procesada por “homicidio simple con dolo eventual” y enfrenta una condena que tiene una pena en expectativa de 8 a 25 años de prisión, según el Código Penal argentino.
En paralelo al estado de salud que denuncian sus defensores, Alvite también dispone de tiempo libre en la cárcel. “Lo ocupa haciendo tareas de limpieza y leyendo. Pueden ser libros o revistas, lo que le lleven lo lee”, mencionó Gliemmo en diálogo con TN.com.ar.
Santiago Irisarri, Luisina y Flavio Gliemmo, defensores de la joven influencer.
El abogado explicó, además, que la joven mantiene una relación cordial con sus compañeras y recibe permanentemente la visita de los integrantes de su círculo familiar, compuesto por su papá, su mamá y sus tres hermanas.
Alvite fue bautizada como La Toretto de La Plata por un posteo que ella misma subió a las redes tras el trágico choque que protagonizó. “¿Miedo? Miedo es ir conmigo en el auto porque soy un constante ‘ese quiere correr’ y me hago la Toretto”, había posteado la joven en TikTok, donde tenía más 40 mil seguidores y hacía alusión al personaje del actor Vin Diesel en la saga de películas Rápido y Furioso.
Felicitas Alvite se ganó el apodo de La Toretto por un polémico posteo que había hecho días antes del trágico choque.
En su indagatoria explicó, sin embargo, que aquel mensaje era solo un “challenge para TikTok”. “Es la antítesis de Toretto”, remarcó Gliemmo y concluyó: “Eso lo hizo para sumar seguidores en la red, tal y como pasa con miles de usuarios. Es lógico que hubiera deseado no hacer esa publicación”.
El registro de las cámaras de seguridad del Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) de la Comuna y la velocidad a la que circulaba la joven antes del trágico choque son las claves de la causa en su contra. Las grabaciones la muestran a una velocidad mayor de la permitida y pasando semáforos en rojo junto a un segundo vehículo, por lo que se investiga si estaba o no corriendo una picada ilegal.
En su derrotero a bordo de un Volkswagen Gol Trend, Alvite cruzó dos semáforos en verde, el primero a 90 km/h y el segundo a 80 km/h, pero además pasó otros cuatro en rojo a una velocidad promedio de 67,5 km/h: el más rápido fue a unos 80 km/h y el más lento a 40 km/h. Por otro lado, en solo dos pasó por debajo de la velocidad máxima permitida (60 km/h), uno de ellos con luz verde y otro con roja, tal como un portal local de noticias informó en varias oportunidades.
El final de aquella secuencia fue el tremendo impacto en el transitado cruce de la circunvalación platense. Armand salió despedido tras ser golpeado por el auto que conducía la joven y fue asistido rápidamente por personal del Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME). Los paramédicos lo trasladaron de urgencia al Hospital San Roque de la localidad de Gonnet, pero allí falleció.
