La Justicia de La Plata aceptó como particular damnificada a una joven que, según una sentencia de primera instancia, fue abusada en el Jardín San Benjamín de Los Hornos, hecho por el que fue condenado un profesor (ya fallecido) y se abrió la investigación sobre otra docente.
La docente imputada es Silvina Díaz, quien ya fue notificada de la investigación que pesa sobre ella. Cuenta con la defensa de la abogada marplatense Patricia Perelló, la misma que defiende a otro docente, el profesor de música Marcos Ledesma, quien es juzgado en la justicia local por 12 presuntos casos de abusos sexuales en el Jardín 914, ubicado en 42 y 22, de barrio La Loma.
La nueva causa que pesa sobre Díaz se inició luego de la condena a 35 años de prisión que recayó sobre Lucas Puig, dictada por el Tribunal Oral Criminal (TOC) I de La Plata. La sentencia fue confirmada por Casación bonaerense, por el delito de corrupción agravada de menores. También se ordenó un nuevo juicio de cesura para que se dicte una nueva condena en base a esa calificación legal, pero el condenado falleció a causa de una enfermedad terminal y no llegó a concretarse esa nueva etapa.
En el juicio oral a Puig aparecieron indicios de la posible participación de Díaz en los abusos a niños de 3 y 4 años de edad que, en la actualidad, ya son jóvenes que en su mayoría cumplieron 18 años.
Justina Briasco y Marcelo Botindari, abogados de los jóvenes denunciantes que ya declararon en la causa.
Cuando se inició la causa, en el año 2010, dos familias se presentaron ante la Justicia de La Plata para denunciar el abuso de sus niños. Otros optaron por no hacerlo para no exponer a los nenes, según declararon padres durante el juicio oral a Puig. En base a esos dos casos la justicia dictó la condena mencionada.
Los hoy adolescentes declararon en la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) 16 de La Plata a cargo del fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta. “Los relatos fueron demoledores”, señalaron fuentes del caso con acceso al expediente en el que se investiga puertas adentro de la institución educativa ubicada en calle 57 y 140.
El expediente avanza a paso firme, pero la defensa de la docente planteó la prescripción de la acción por el paso del tiempo, pedido que debe ser respondido por el fiscal y luego analizado por el juez de Garantías del caso.
Los jóvenes son representados por los abogados Marcelo Botindari y Justina Briasco, quienes ya presentaron la solicitud para que sean aceptados como particulares damnificados en el proceso penal, planteo que fue aceptado en el Juzgado de Garantías 1 de La Plata a cargo del juez Guillermo Atencio.
El juez Guillermo Atencio aceptó a la joven denunciante como particular damnificada en el proceso.
Durante el segundo juicio a Puig, donde fue condenado, el letrado Botindari había solicitado una condena de 40 años de prisión para el docente de música. Ese pedido fue el que les dio la llave a los jueces para dictar la dura condena (que finalmente fue de 35 años), luego de los alegatos del fiscal Martín Chiorazzi y los abogados de las víctimas, Flavio Gliemmo, Martín Bolpe y Julio Beley.
La causa en la que se arribó a una condena fue investigada por la fiscal Virginia Bravo quien siempre creyó en la versión de los menores, en una época donde el rol de las víctimas no estaba tan reconocido en el proceso penal como en la actualidad. Bravo, una de las fiscales con mayor experiencia en la provincia de Buenos Aires, no se dejó influenciar por las manifestaciones de docentes que apoyaban a Puig, quien falleció el pasado 9 de mayo, producto de una enfermedad terminal, con su presunción de inocencia inalterada.
Durante todo el proceso, al menos 13 magistrados y magistradas de fuero Penal lo consideraron responsable. Solo un camarista y tres jueces (uno de ellos en Casación) consideraron que Puig era inocente.
El caso tuvo dos juicios orales. En el primero y por mayoría en base al beneficio de la duda, dos jueces lo absolvieron. Pero la jueza Carmen Palacios Arias entendió que era culpable. Con ese voto en minoría, más la apelación de las fiscales de juicio Silvina Langone y Helena de la Cruz, una sala del Tribunal de Casación Penal bonaerense ordenó realizar un nuevo juicio, que terminó en otra condena para el docente, quien se llamó a silencio durante todo el debate. Las únicas veces que habló fueron en la indagatoria ante la fiscal Bravo y en la audiencia previa de revisión de la sentencia en Casación. Fueron cuatro mujeres que creyeron en los chicos.
En varias oportunidades la abogada Perelló señaló que “hace 22 años defiendo a docentes falsamente denunciados” e hizo foco en que “pareciera que hay una pandemia de estos casos en docentes de música y educación física que hacen juegos con los niños. Si el niño de 3 o 4 años cuenta el juego en la casa, la interpretación del padre puede direccionar este discurso”.
La abogada Patricia Perelló hace más de 20 años que defiende a docentes a los que considera mal denunciados.
A fines de la década de 1980 la identidad de la defensora recorrió el país al tomar la defensa del ex campeón del mundo de boxeo Carlos Monzón, condenado por el femicidio de su ex pareja y madre de uno de sus hijos, la modelo uruguaya, Alicia Muñiz.
