La ciudad de rionegrina de Cipolleti recibició con tristeza la muerte de Leo, un hombre que era conocido por todos como Leo o el “abuelito de las golosinas”, que se ubicaba siempre en la misma esquina. Nadie sospechaba que su pasado estaba en La Plata y era tenebroso: tiene sobre sus espaldas la violación de dos nenas de 10 y 13 años.
Según cuenta este sábado MisNoticias de Cipolleti, los veicnos pasaban y le compraban alfajores u otra golosina y muchos habitantes pedían que el hombre se convirtiera en protagonista de alguna nota periodísitca que le sirviera de ayuda.
“Fuimos una vez, con el objetivo de ayudarlo, pero intuimos que nuestra presencia molestaba. No quería fotos ni ninguna propaganda”, cuenta ese medio. “Con mi jubilación y lo que gano vendiendo en la calle, me alcanza”, siempre fue la respuesta del hombre para esquivar la exposición pública.
Se hacía llamar Leo y usaba gorra negra y gafas del mismo color. Se sentaba siempre en la misma esquina a vender golosinas y alí asaba horas y horas.
Alfredo Jorge Campanella se hacía llamar Leo y era conocido como “el abuelito de las golosinos”. En realidad era un prófugo de la Justicia por violar a dos nenas en La Plata
Pero resultó ser que Leo era un nombre ficticio y su hisotria se conoció después de su muerte en el hospital de Cipolletti. Usaba un DNI falso que ocultaba la identida de Alfredo Jorge Campanella, un prófugo de la justicia de La Plata, que estaba acusado de violar a dos hermanitas menores de 10 y 13 años que eran sobrinas de una pareja que tuvo en un hotel alojamiento en 2017.
Según la información que se conoce de Campanella, antes de someter a las menores, las llevaba al cine y a la República de los Niños. Se registraba en hoteles dicendo que eran sobrinas; después las violaba y fotografiaba. Se lo imputaba por abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores. La pena que le cabía, era de hasta 50 años de cárcel.
Su historia -según publica el medio neiquino- se corroboró, tras la tarea del Gabinete de Criminalística de Cipolletti que fue llamada tras la muerte de Campanella. Le realizaron una impresión de ficha decadactilar en el hospital a traves del sistema Fibios (Centro de Investigaciones Biomoleculares para reconocer un ADN). “Ahí se determinó que el NN fallecido era Alfredo Jorge Campanella, la ‘Hiena de La Plata'”, informa el medio rionegrino.
Alfredo Jorge Campanella, fue detenido en octubre de 2017 en un procedimiento en La Plata, acusado de violar a dos menores en un hotel alojamiento. En aquel momento se negó a declarar, pero los pesquisas descubrieron en su poder nuevos videos, con niñas que aparecen desnudas y dormidas cerca de objetos de estimulación sexual. En el allanamiento, a Campanella se le secuestraron fotos, videocasetes, cremas íntimas, pipetas para enemas, xilocaína y objetos de estimulación sexual.
Según contó Infobae en aquel momento, una de las niñas, de 10 años y cuyo resultado de peritaje forense arrojó “desfloración de larga data”, declaró: “Alfredo siempre nos daba de comer cosas que nos caían mal. Y nos hacía dormir”. A su ex novia, la tía de las menores, el depravado la dormía con yogures y gaseosas repletos de calmantes.
Campanella, publicista y fotógrafo, residía en CABA. La detención se produjo cuando personal de la Dirección Departamental de Investigaciones La Plata (DDI) allanó una habitación del cuarto piso de un hotel ubicado en la calle 54 entre 5 y 6, donde encontró al publicista acompañado por las dos pequeñas, a las que había registrado en la conserjería como sus sobrinas.
En tanto, las dos niñas, que residen en la zona de El Jagüel, fueron trasladadas a un centro asistencial, donde los médicos constataron que presentaban lesiones provocadas por la violación. Tras su detención, fuentes allegadas a la investigación indicaron que el imputado viajaba periódicamente a La Plata y se hospedaba en distintos hoteles, acompañado de adolescentes a las que hacía pasar por familiares para evitar sospechas.
Una vez prófugo de la Justicia, nada se supo de Campañella hasta ahora, cuando murió impune bajo el disfraz de un inocente abuelo que vendía golosinas.
