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La Unión Tranviaria Automotor (UTA), el gremio que representa a los colectiveros, advirtió que tras una frustrada audiencia en la Secretaría de Trabajo, habrá retención de tareas y no circularán las líneas que no se pongan al día antes de las 00:00 horas de mañana viernes con el pago de salarios y aguinaldos adeudados. La medida afectará al servicio de transporte del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde circulan 18.000 colectivos que son utilizados diariamente por unos cinco millones de usuarios.
En La Plata, los usuarios se verán afectados porque la línea Transporte Automotores La Plata SA (TALP), que también incluye a las líneas 338 y 406, que hacen el recorrido en el Conurbano y desde la capital provincial hasta la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se adhirieron a la medida de fuerza.
Roberto Fernández, jefe del sindicato, descartó la activación de un paro general, pero indicó que se dispondrá el cese de tareas en las compañías que no puedan afrontar sus responsabilidades con los choferes. Los empresarios, como siempre, expresaron su dificultad para ponerse al día con los pagos, aunque mostraron su intención de regularizar de manera urgente la demora salarial.
En tanto, la responsabilidad del Gobierno nacional en el conflicto es algo conocido, pues la disputa salarial de la UTA no es solo una cuestión de paritarias. Es que la balanza de los subsidios estatales para garantizar el servicio se ha ido desequilibrando con el tiempo, tras los recortes decididos por el presidente Javier Milei.
Al día de hoy, el sistema de transporte del AMBA funciona con un aporte mensual de $153.000 millones, de los cuales el 70% proviene del Estado y el 30% del precio de las tarifas, según fuentes empresariales. “Hubo quita de subsidios, pero no recomposición de tarifas. Fue ajuste y licuadora”, afirmaron desde una de las cámaras.