|
Escuchar la nota
Getting your Trinity Audio player ready...
|
Un reciente estudio realizado por el Observatorio de Servicios Públicos de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) ha revelado que los hogares en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) destinan aproximadamente la mitad de sus ingresos actuales para cubrir los gastos de electricidad y gas en comparación con lo que pagaban en 2019.
Paula Soldi, coordinadora del OSP, compartió con Después del Mediodía (FM 90.9) los resultados del quinto informe, que analiza detalladamente la relación entre las tarifas de servicios públicos, la evolución de los ingresos y su impacto en los hogares del AMBA.
Según Soldi, el informe se basa en un hogar típico del AMBA con un consumo promedio de 300 kW de electricidad y 75 metros cúbicos de gas por mes. El estudio encontró que, en junio de 2019, estos hogares destinaban en promedio el 12% de sus ingresos para pagar las facturas de luz y gas, mientras que en septiembre de 2023, esta cifra se redujo significativamente al 5.8%.
Los datos históricos destacan la disparidad entre el aumento de las tarifas y el crecimiento de los ingresos en el período de 2015 a 2019. Durante este período, la factura de electricidad en el AMBA se multiplicó por 45, y la factura de gas se multiplicó por 19. Mientras tanto, el ingreso ciudadano en promedio solo se multiplicó por 3.26 veces. Esta disparidad pone de manifiesto el peso abrumador de las tarifas en el presupuesto de los hogares durante ese período.
La situación cambió a partir de 2019 cuando se implementó un congelamiento de tarifas y se declaró la emergencia en materia energética, lo que llevó a un equilibrio gradual entre las tarifas y los ingresos de los ciudadanos. Entre diciembre de 2019 y la fecha actual, las tarifas se han multiplicado en promedio 9.6 veces y 4.2 veces para los niveles de consumo 1 y 2, respectivamente, y aproximadamente un 3% en el nivel de consumo 3, tanto para electricidad como gas.
Durante el mismo período, los ingresos se han multiplicado por 6.8, mientras que el índice de precios al consumidor (IPC) aumentó en un 7.7. Esto indica una mayor proporción entre los ingresos y las tarifas en comparación con el período anterior.
La segmentación, introducida a partir del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), ha tenido un impacto en la forma en que se aplican los subsidios y las tarifas a los diferentes niveles de consumo. El estudio diferencia entre los niveles 1, 2 y 3 en función del subsidio o la eliminación de subsidios en las tarifas de energía.
El análisis también considera el consumo promedio a lo largo del año, teniendo en cuenta las variaciones estacionales y la influencia de la pandemia. Se toma como referencia un hogar típico del AMBA con un consumo mensual de 350 kW de electricidad y 75 metros cúbicos de gas.
Soldi destaca que los colapsos energéticos en el verano son el resultado de una falta de inversión y control durante el gobierno anterior, a pesar del aumento de las tarifas, lo que llevó a cortes de electricidad en la región. El informe resalta la importancia de mantener un equilibrio entre las tarifas y los ingresos de los hogares para garantizar un acceso asequible a los servicios públicos esenciales.
