Joseph nació en Perú pero ya se siente prácticamente argentino. Es más: lleva 15 años viviendo entre La Plata y Berisso y ni siquiera volvió a su país por vacaciones.
“Vine en búsqueda de trabajo para un futuro para mi familia. Como cualquier inmigrante”, recuerda en diálogo con LAPLATA1.com.
Tuvo una casa de celulares pero la pandemia complicó todo. No le quedó otro remedio que cerrarla. ¿Y ahora qué hacer? “Aposté por el tema de la comida. Solo dejaban trabajar a quienes se encargaban de la parte de alimentos. Y en mi barrio, justo, no había pescaderías. Ahí fue que me decidí”.
Joseph cuenta que viene de familia de pescadores. Tiene conocimiento del tema. No improvisa: “Es el sustento de mi familia. Con mi papá salimos a repartir”.
“Estamos ahorrando para seguir creciendo. Mis hijas también ayudan. Todas nacieron en La Plata. Estoy agradecido a este país, a esta ciudad. Gracias al trabajo y al esfuerzo, salimos adelante. Estoy enamorado de este país. Me dio todo. Me dio una familia, trabajo y un futuro”, agrega.
En ese sentido, reconoce que “en Perú me hubiera costado mucho más. Acá, con suerte y empeño, voy de a poquito completando mis objetivos”.
“Me siento un argentino más. Tengo la mitad de mi vida acá. Me acostumbré a la ciudad y su gente. Encontré mucha gente buena. Con trabajo, todo se puede. Al ser inmigrante te puede costar un poco al principio pero después le encontras la vuelta”, reflexiona.
Joseph ni siquiera ha regresado a su país por vacaciones. Prefiere la costa atlántica argentina. También ha recorrido pueblos recónditos, pero siempre de nuestra tierra.
¿Qué es lo que más y menos le gusta de La Plata, y qué extraña de Perú? “Lo que me gusta de La Plata son sus espacios verdes y las posibilidades de estudios para la juventud. Lo que menos me gusta es que no tenga un mar pero con el río me conformo. De Perú extraño su comida, su variedad”, completa.