Tras la muerte de Francisco Bustos, quien a sus 7 años fue atropellado por su propio papá en Tolosa en medio de un conflicto familiar, los vecinos de la zona de 527 bis y 121, donde todo ocurrió, explicaron a un portal local de noticias que el hecho se podría haber evitado si las autoridades hubiesen respondido a tiempo a las denuncias que ya habían realizado.
Según supo este medio, hace más de un año, la tía de Francisco entró al terreno en el que vivieron el nene y sus padres hasta 2020 y tomó posesión de la propiedad. El lote, que cuenta con dos casas y dos galpones, quedó en manos de esa mujer y ella a su vez dejó que otras personas se instalaran allí. Así, el terreno, que tiene una dimensión aproximada de 600 metros cuadrados, quedó ocupado por varias personas que transformaron el sitio en una base desde donde se cometían distintos delitos. “Se metieron rompiendo un portón con palos”, contó una frentista.
Esa situación fue denunciada en la comisaría Sexta por los padres de Francisco, quienes dejaron asentado que el terreno había sido usurpado. Así lo explicaron los vecinos, que también apoyaron la denuncia dado que con el paso del tiempo la situación se volvió cada vez más insostenible. “Desde febrero de 2022 que estamos padeciendo robos, de cualquier tipo: desde el foquito que ponés afuera hasta el tacho de basura. Si comprás material y te traen del corralón, te roban arena, te roban los materiales”, dijo una vecina.
Los frentistas no solamente denunciaron el robo, sino que pidieron presencia policial debido a que aseguraban que en esa vivienda se vendían estupefacientes. “Había cocina, era un búnker donde vendían droga. Además hacían ‘ranchada’ ahí en la vereda, prendían fuego donde está la casilla del gas”, agregó y dijo que esas situaciones fueron advertidas a las autoridades policiales por varios vecinos, inclusive por su marido.
Sin embargo, el enojo de los vecinos está motivado por la inacción de las autoridades. “Ninguno vino, ninguno actuó. Más allá de esto hace 6 años que venimos pidiendo cosas. Le pedimos incluso al delegado que ponga por lo menos luminaria. Se colocó una caseta de seguridad que duro 6 seis días y la levantaron, nunca más la pusieron”, describió.
Quienes residen en la zona, coinciden en que si bien el fallecimiento de Francisco resultó por un accidente, nada de eso hubiera sacado si la Justicia o la comisaría Sexta hubiesen actuado para prevenir que la situación escalara. “Una vergüenza el personal policial y el comisario de la Sexta. Mintiendo cuando todos los vecinos estábamos en la calle sin protección”, agregaron.
Durante la noche del miércoles y la madrugada de este jueves, las viviendas usurpadas del lote donde vivía la familia Bustos fueron incendiadas.
