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A horas de que se conociera la primera denuncia por corrupción de menores contra Alejandro Marley Weibe, y la demanda de un “juicio por la verdad”, el conductor de televisión recibió una nueva acusación. El abogado Gonzalo Escaray, en su columna semanal en CódigoBAIRES, explicó cómo evolucionó el tema de la prescripción en este tipo de delitos, adelantó una posible catarata de reclamos al mediático y puso en duda que éste se exponga a un proceso judicial que lo deje en el centro de la escena.
Concretamente, Marley fue denunciado esta semana por Adrián Alfredo Molina, un hombre de 45 años que aseguró haber tenido una relación con el conductor cuando solo tenía 17 años, quien advirtió, fue afectado en su maduración psicosexual. Este viernes, otro hombre, cuya identidad está reservada, acusó al conductor televisivo directamente por “abuso sexual”. Este nuevo hecho habría ocurrido en 2008 cuando tenía 18 años. En el programa CódigoBAIRES, por Radio La Plata 90.9 FM, Escaray analizó la denuncia que enfrenta Marley y brindó información para aquellas personas que fueron víctimas de corrupción de menores.
“Lo que sucede con Marley puede servir para aclarar que se considera abuso a las prácticas sexuales con menores donde se los involucra de una manera directa o indirecta, como puede ser, por ejemplo, mostrándoles pornografía o un acto sexual”, comenzó afirmando el letrado.
Y continuó: “Lo importante, como en el caso de Jey Mammón, es lo relativo al tiempo que transcurre desde que ocurre el hecho y la persona está lista para denunciar. El paso del tiempo no quita verosimilitud a lo que se está diciendo. Hoy ésto se contempla en nuestra legislación.
En este marco, Escaray explicó que, desde el año 2005, la ley respecto a la prescriptibilidad de los delitos contra la integridad sexual de los menores de edad “tuvo una modificación que estableció que a partir de los 18 años empezaba a correr el reloj”. Pero advirtió que, “como este cambio no tuvo en cuenta casos previstos para la redacción de la ley, en el 2015 hubo otra modificación que contempló que el plazo empieza a correr cuando la víctima adquiere los 18 años y realiza la denuncia”.
“Respecto al caso de Marley, el hecho ocurrió en el año 1996, según lo que afirma Molina, y Marley ayer rechazó la denuncia. Dijo que hubo una relación con consentimiento e hizo su descargo mediático. Al tiempo que el propio denunciante aclaró que el delito estaba prescrito, porque la modificación de la ley no regía”, añadió.
Molina reclama un “juicio por la verdad” que, de acuerdo a Escaray, “tiene la finalidad de que el proceso se enfoque en la verdad”. “Estos procesos estan contemplados para delitos de lesa humanidad, como los de terrorismo de estado, y también en los abusos sexuales , donde la víctima busca una reparación moral y ya sabe que no habrá pena”, sumó.
Y subrayó: “El juicio es idéntico al resto porque se respetan todas las etapas procesales, lo que difiere es que se busca un reconocimiento moral”.
Por otra parte, teniendo en cuenta que Marley contraatacó y aseguró en los medios que él también exigirá un juicio de estas características, Escaray destacó que, como es delito de instancia privada, “se escuchará a las partes y luego los jueces resolverán si dan más relevancia al pedido de la víctima o al del imputado”.
Asimismo, el letrado aclaró que “tomando las palabras de Marley”, este podría plantear que opere la prescripción y “que no quiere someterse al proceso, lo que es válido”; pero advirtió: “Tengo dudas respecto a lo que dijo ayer (Marley) de que también quiere el juicio por la verdad, dudo si lo va a mantener en la justicia”
Otro punto relevante en este tipo de delitos es la edad de la víctima. “Si la víctima era menor de 13 años es abuso de forma automática, entre 13 y 16 hay que analizar las circunstancias, mientras que desde los 17 años se evalúa la existencia de un consentimiento, pues se apunta más a la moral y no a lo legal. Si hay una manifestación expresa de un mayor de 17 que no avala un acto sexual es abuso”.
Más adelante, Escaray minimizó la relevancia de los dichos de Marley respecto a una supuesta extorsión de parte de la víctima, pues, afirmó: “Marley aclara la cuestión de la edad, porque quizás la persona lo presionó a que lo ayude económicamente para él no ir a los medios y contar algo que realmente ocurrió, y si sucedió es un delito”
“Por eso dudo mucho que Marley acceda al proceso por la verdad, porque va a tener toda la prensa encima”, subrayó.
Por último, el abogado alertó que esta primera denuncia podría incitar a otras personas a sumar presentaciones del mismo tipo contra el conductor; algo que se concretó este mismo viernes. “Hay una denuncia, que no sé si es sólo pública o si ya está judicializada, sobre algo que sucedió en Misiones en un tiempo similar. Así que el problema es que esta presentación puede desencadenar que otros se animen, ya sea por hechos reales o para buscar exposición mediática o alguna ventaja económica. Hay que estar atentos”, concluyó.
