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El anuncio de la quita de aranceles para teléfonos celulares y electrodomésticos importados cosechó con rapidez tanto muestras de respaldo como fuertes oposiciones. Entre quienes celebran la posibilidad de comprar tecnología más barata y quienes buscan defender las medidas proteccionistas que fomentan el arraigo en zonas inhóspitas como Tierra del Fuego, subyace otro debate: ¿tiene la competencia económica la fuerza suficiente para poblar esos terrenos enormes de nuestro país?
Desde Tierra del Fuego se encendieron las alarmas por la quita de aranceles. Sin las medidas proteccionistas, que según el relato del Gobierno encarecen la tecnología para todos los argentinos, la realidad es que las plantas de ensamblado de electrodomésticos en ese rincón austral quedan desprotegidas y se estima que unos siete mil empleos están en riesgo. Y en ese confín del mundo, un riesgo industrial es también un riesgo demográfico, porque solo esas fuentes de trabajo y sus altos salarios garantizan sus niveles de población.
Quien repase la historia argentina podrá notar que vivir en tierras fueguinas era considerado un castigo. Y no en sentido figurado: la provincia se pensó inicialmente como un territorio carcelario para confinar presos. Décadas más tarde, una etiqueta naranja y azul en los aires acondicionados prometía fomentar el arraigo y el desarrollo urbano a través de la creación de empleo. La población aumentó, pero con un solo problema: nos costaba demasiado caro.
El Jefe de Gabinete dijo que no ignoraba que esos beneficios tenían un sentido geopolítico, pero agregó que se habían usufructuado durante mucho tiempo. “Es hora de que empiecen a competir un poco más”, afirmó, sobre un contexto en el que estos productos van a la baja en todo el mundo. Mientras eso ocurre, los argentinos deben endeudarse para adquirir tecnología por valores que duplican los precios de otros países.
Esas medidas proteccionistas no hacen más que profundizar la desigualdad, con las clases populares pagando tecnología en cuotas mientras empresarios, políticos y artistas ostentan los dispositivos que compran en sus viajes al extranjero por la mitad del precio. Y así, los mismos dirigentes que pregonan defender a Tierra del Fuego usan como altavoz un aparato de alta gama que no fue ensamblado en Argentina.
Por otro lado, grande fue la sorpresa de muchos al enterarse de que, por ejemplo, un aire acondicionado al salir de las fábricas de Tierra del Fuego tiene un valor que oscila entre los 350 y los 400 mil pesos, mientras que el precio de venta no baja del millón de pesos, evidenciando que el encarecimiento no es producto de las exenciones impositivas del territorio austral, sino de la rentabilidad y la presión tributaria del resto de la cadena de comercialización.
Con todo, la pregunta de fondo sigue sin responderse: ¿cómo lograr el equilibrio territorial sin medidas proteccionistas? Estados Unidos propone la competencia federal para atraer inversiones y generar empleo. Tierra del Fuego ya tiene alícuotas bajísimas de Ingresos Brutos para, por ejemplo, las fintechs. Pero esas iniciativas por sí solas no parecen suficientes.
¿Cuáles son las consecuencias a largo plazo de la eliminación de aranceles en la industria local?
La eliminación de aranceles en la industria local puede tener diversas consecuencias a largo plazo. Algunas pueden ser positivas:
- Competencia internacional: La reducción de aranceles puede aumentar la competencia de productos importados, lo que podría forzar a las empresas locales a mejorar su eficiencia y calidad. Sin embargo, también puede llevar a que muchas empresas locales no puedan competir y se vean forzadas a cerrar.
Desarrollo de nuevas industrias: La competencia podría incentivar a las empresas locales a innovar y diversificarse, lo que podría dar lugar a nuevos sectores industriales y oportunidades de empleo en áreas emergentes. - Impacto en los precios: Los consumidores podrían beneficiarse de precios más bajos en productos importados, lo que aumentaría su poder adquisitivo. Sin embargo, esto podría llevar a una dependencia de productos extranjeros.
- Incentivo a la inversión extranjera: A largo plazo, la apertura del mercado podría atraer inversiones extranjeras en sectores que buscan aprovechar el acceso a un mercado más amplio, aunque esto podría también llevar a una mayor vulnerabilidad ante cambios económicos globales.
Algunas consecuencias negativas:
- Pérdida de empleos: Si las empresas locales no pueden competir con los precios más bajos de los productos importados, se podrían perder empleos en sectores industriales, lo que afectaría la economía local y el bienestar de los trabajadores.
- Desigualdad económica: La eliminación de aranceles podría profundizar la desigualdad, ya que las clases más acomodadas podrían beneficiarse más rápidamente de los productos importados, mientras que las comunidades más vulnerables podrían sufrir la pérdida de empleos.
- Efectos en el desarrollo regional: En regiones que dependen de industrias protegidas, como Tierra del Fuego, la eliminación de aranceles podría llevar a un éxodo de población y un debilitamiento de la economía local.
Y también efectos neutros:
Sostenibilidad de la industria local: La capacidad de las empresas locales para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado determinará su sostenibilidad. Si logran innovar y mejorar su competitividad, podrían sobrevivir y prosperar.
En resumen, la eliminación de aranceles puede ofrecer beneficios en términos de precios y acceso a tecnología, pero también presenta riesgos significativos para la industria local y el empleo, lo que requiere un enfoque equilibrado para mitigar sus efectos negativos.
¿Cómo se pueden fomentar nuevas industrias en una economía afectada por la competencia internacional?
Fomentar nuevas industrias en una economía afectada por la competencia internacional requiere un enfoque estratégico y multifacético. Algunas medidas efectivas incluyen:
- Incentivos fiscales y subsidios: Ofrecer beneficios fiscales, subsidios o créditos a nuevas empresas para reducir los costos iniciales y fomentar la inversión.
- Inversión en investigación y desarrollo (I+D): Promover la inversión en I+D mediante financiamiento público y alianzas con universidades y centros de investigación.
- Formación y capacitación: Implementar programas de educación que preparen a la fuerza laboral para los sectores emergentes.
- Fomento del emprendimiento: Crear un ecosistema favorable con acceso a financiamiento, asesoramiento y espacios compartidos.
- Diversificación de mercados: Ayudar a las empresas locales a exportar y competir en nichos internacionales.
- Mejora de infraestructuras: Invertir en transporte, conectividad y tecnología para apoyar el desarrollo industrial.
- Políticas de comercio justo: Aplicar políticas que igualen las condiciones de competencia frente a productos importados.
- Fomento de clústeres industriales: Promover zonas donde las empresas compartan recursos y colaboren.
- Sostenibilidad y economía verde: Impulsar sectores que prioricen la sostenibilidad y la economía circular.
- Colaboración público-privada: Establecer alianzas estratégicas para potenciar inversiones e innovación.
Estas estrategias pueden ayudar a una economía a adaptarse y prosperar frente a la competencia internacional, creando oportunidades y fortaleciendo el tejido productivo local.
¿Cuáles son los beneficios de fomentar la sostenibilidad en las industrias emergentes?
Fomentar la sostenibilidad en las industrias emergentes aporta múltiples beneficios a corto y largo plazo:
- Reducción de costos: La eficiencia energética y la minimización de residuos pueden mejorar la rentabilidad.
- Acceso a nuevos mercados: Crece la demanda de productos responsables con el ambiente.
- Mejora de reputación: Las empresas sostenibles son mejor valoradas por los consumidores.
- Cumplimiento normativo: Ayuda a evitar sanciones y posiciona mejor en el mercado.
- Incentivos y financiamiento: Facilita el acceso a fondos específicos.
- Innovación y competitividad: Promueve soluciones originales y diferenciadoras.
- Atracción de talento: Mejora el atractivo como lugar de trabajo.
- Resiliencia ante crisis: Mayor capacidad de adaptación a cambios.
- Beneficios sociales: Impacto positivo en comunidades y calidad de vida.
- Contribución a los ODS: Alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
En resumen, apostar por la sostenibilidad no solo mejora el desempeño empresarial, sino que también fortalece el entorno social y ambiental.
Ninguno de estos caminos son los adoptados por el gobierno de LLA.
Los únicos responsables somos nosotros: los que votaron a este gobierno, y quienes no lo hicimos, por no haber interpelado a ese votante díscolo a tiempo.
Ya es hora de ponerse los pantalones largos. Nuevas caras y retiros definitivos.
