El mes de julio comenzará con nuevos aumentos que impactarán directamente en el bolsillo de los argentinos. A los ya habituales ajustes de precios se sumarán incrementos en los combustibles, el gas natural y la electricidad, lo que refuerza la tendencia inflacionaria y marca un nuevo capítulo en la política energética del Gobierno.
Nafta y gasoil: más caros que en la región y con subas inminentes
Después de un aumento parcial aplicado por algunas petroleras (como Shell, Axion y Puma), pero no YPF, se espera que el martes 1 de julio la petrolera estatal actualice sus precios, lo que marcaría una nueva alza en el precio de la nafta y el gasoil. Según estimaciones del sector, todavía queda un atraso del 5% por corregir.
Con los valores actuales, Argentina ya tiene uno de los combustibles más caros de América Latina. Según datos del portal especializado Global Petrol Prices, el litro de nafta promedia los US $1,15, y el diésel, US $ 1,19, por encima de países como Brasil, Chile o Paraguay. Aunque factores como la carga impositiva (que ronda el 35%) y la logística influyen, el principal motivo detrás del encarecimiento es la evolución del tipo de cambio, que quedó rezagado frente a la inflación desde la devaluación de diciembre de 2023.
Mientras YPF sostiene sus precios para no agitar más la inflación, la brecha con sus competidores ya supera el 8%, lo que anticipa una corrección inminente.
El gas también sube
El Gobierno, a través de la Secretaría de Energía, publicó en el Boletín Oficial los nuevos valores del gas natural en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) para los consumos a partir de julio. Se trata de una actualización enmarcada en el Pla Gas.Ar, que busca garantizar el abastecimiento y producción nacional, pero con subsidios más focalizados.
El valor medio definido oscila entre los US $2,90 y US $3 por millón de BTU, con variación según la región del país y la empresa distribuidora. Las provincias del norte y centro pagarán más, mientras que en el sur las tarifas serán más bajas.
Si bien el esquema de segmentación por ingresos se mantiene, los hogares de mayores ingresos asumirán el costo pleno del servicio, y aquellos de ingresos más bajos o medios continuarán con bonificaciones limitadas por consumo. Una vez superado el tope subsidiado, se abonará el precio completo.
Luz más cara: nuevo precio mayorista para las distribuidoras
Junto al gas, también se actualizaron los precios mayoristas de la energía eléctrica, que afectan al Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), al sistema de Tierra del Fuego (MEMSTDF), y a todas las distribuidoras y cooperativas del país.
Las nuevas tarifas impactarán en los valores que las empresas aplican a los usuarios finales, a través de componentes como el Precio Estabilizado de la Energía (PEE), el Precio de Referencia de la Potencia (POTREF) y el costo del transporte en alta tensión.
El impacto en las facturas dependerá del nivel de ingresos del hogar, ya que continúa la segmentación por niveles: quienes están en el Nivel 1 (ingresos altos) deberán afrontar aumento completo, mientras que los segmentos medios y bajos seguirán con subsidios, aunque limitados.
Con estos aumentos en combustibles, gas y luz, julio se perfila como un mes de presión adicional para los consumidores. En un contexto económico donde el Gobierno intenta contener la inflación sin resignar ingresos fiscales, el equilibrio entre precios y subsidios se vuelve cada vez más delicado. Para los usuarios, en tanto, el invierno será más caro, tanto para moverse como para calefaccionarse.
