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Miriam Godoy, referente de Madres Guerreras Contra las Adicciones, advirtió sobre el avance narco y exigió respuestas estatales.
Tras el triple femicidio en La Matanza que la Justicia investiga como un mensaje de venganza narco, Miriam Godoy, referente de la organización Madres Guerreras Contra las Adicciones de La Plata, describió el impacto de las redes de drogas en los barrios y la ausencia de políticas de contención para jóvenes y familias. “Hace años venimos pidiendo ayuda, pedimos que nos escuchen, pedimos soluciones”, señaló.
En diálogo con Mariana Zotele, en el programa De qué lado estás?, Godoy – quien vivió en carne propia el drama de las adicciones por la situación que atravesó su familia-contó que muchas madres buscan desesperadas a sus hijos e hijas perdidos por varios días en “búnkers de consumo”. “Si nosotras no vamos casa por casa de los transas, los chicos se pierden cuatro o cinco días, si es que aparecen. Se prostituyen por el consumo”, relató.
Según explicó, incluso cuando logran llegar a un hospital “los mandan de vuelta a la casa después de unas horas, sin internación ni seguimiento”, lo que deriva en nuevos episodios de riesgo.
Más adelante, la referente cuestionó la aplicación de la Ley de Salud Mental, que establece la voluntad propia como condición para internaciones: “Un chico que está pasado en consumo, ¿qué voluntad puede tener? Su voluntad está tomada por la droga”. Al tiempo que denunció que muchas comisarías se niegan a tomar denuncias de paradero cuando desaparece un menor, lo que obliga a las familias a insistir para que se active la búsqueda.
“El único que está en la puerta del barrio es el transa. En una cuadra no puede haber ocho transas y dos familias atemorizadas”, advirtió; y remarcó que los crímenes recientes deben entenderse como un “mensaje narco” hacia los jóvenes: “Esto no se toca porque es mío, y si no quedás así”.
Frente a este escenario, reclamó un trabajo coordinado entre Nación, Provincia y municipios. “Si no se rompen las cabezas de arriba, siempre nos vamos a encontrar con esta situación. No es la solución bajar la edad de imputabilidad, ni meter presos a los pibes. Tienen que rehabilitarse para volver a la sociedad”, afirmó.
Godoy también apuntó a la saturación de los servicios de salud mental. “Un turno para psicóloga o psiquiatra dura seis o siete meses. No puede ser que no haya un lugar donde una madre llegue con su hijo y tenga la solución en tiempo y forma”, denunció. Y advirtió que la falta de dispositivos de atención inmediata deja a las familias sin otra alternativa que la búsqueda desesperada en soledad: “La mamá necesita ser escuchada. Si el Estado no está, son los narcos los que ocupan ese lugar”.
Las Madres Guerreras Contra las Adicciones reciben consultas a través de Facebook, Instagram o al número 221-494-9510. “Hay muchísimos casos que no son visibles. Nuestro pedido es urgente: necesitamos respuestas ya”, concluyó Godoy.
