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El día que prohibieron a Los Redondos: el informe policial y la histórica conferencia de prensa del Indio Solari

En 1997, lo que se preveía como una fiesta en Olavarría, en el marco de la presentación de Luzbelito, derivó en un cruce judicial de magnitudes insospechadas. Y en una reacción inesperada del grupo más popular del país

El día que prohibieron a Los Redondos: el informe policial y la histórica conferencia de prensa del Indio Solari

13 Ago, 2023
Por Sebastián Volterri
En marzo de 1996, específicamente el 19, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota lanzaron Luzbelito. El álbum, a pesar de tener un tono oscuro tanto en la lírica de sus canciones como en la musicalidad, logró alcanzar una inmensa popularidad entre el público. Para entonces, la base de seguidores de la banda se había consolidado como una vasta multitud de individuos leales y apasionados que no dudaban en seguirlos a cualquier lugar donde tocaran.
La gira promocional de Luzbelito prometía ser extensa y cargada de energía. Realizaron presentaciones durante tres días consecutivos en el conocido local nocturno Go! de Mar del Plata y, posteriormente, ofrecieron dos conciertos en el Polideportivo, de dicha ciudad. Además, se presentaron en L’Etoile Disco, ubicado en San Carlos, y en el estadio de Unión, ambos en Santa Fe.
Al llegar 1997 la banda continuó su gira tocando en el Patinódromo de Mar del Plata, el Anfiteatro Municipal Centenario situado en Villa María y en el estadio de Colón de Santa Fe. Sin embargo, en medio de esta intensa gira, dos fechas se destacaban por su importancia: las presentaciones programadas en Olavarría durante los días 16 y 17 de agosto. Todo estaba meticulosamente organizado y los autobuses provenientes de diferentes partes del país, e incluso del extranjero, ya estaban llegando al sitio del evento.
Un giro inesperado surgió cuando el decreto municipal número 589, firmado el día 12 por el intendente Helios Eseverri -natural de Sierra Chica y que ocupara ese cargo entre los años 1983 y 1987, y posteriormente entre 1991 y 2007-, y por el secretario de Gobierno, Héctor Vitale, establecía lo siguiente: “Deniégase la autorización para la actuación del conjunto de rock Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota’’.
Allí se explicaba, entre otras cosas, que “de los informes policiales y otras averiguaciones formuladas al efecto, también se desprende que ese movimiento multitudinario facilita la operación de pandillas vinculadas a la delincuencia‚ que pondrían en riesgo la seguridad ciudadana con antecedentes ciertos de violencia y desorden que han afectado a las ciudades y ciudadanos donde se han realizado’’.
También hace referencia a “medidas de seguridad, control, alojamiento, abastecimiento que exceden la infraestructura y capacidad instalada en nuestra ciudad, tal como queda ratificado con las presentaciones efectuadas por la Cámara Empresaria y entidades civiles y de bien público locales’’.
En el informe policial presentado a la intendencia, la Delegación de Inteligencia Azul expresaba: “Desde siempre, sus integrantes (por los músicos de Los Redondos) tuvieron una actitud combativa en cuanto a todo lo que podía llegar a identificarlos con el sistema, ya sea en lo político, comercial o la televisión, a la cual se han negado sistemáticamente a aparecer”.
El estudio también se toma un minuto para tratar de descifrar los mensajes que enviaban sus canciones: “Para una persona que los escucha por primera vez, las letras no dicen nada y diría que carecen de sentido”. Pero eso no sería todo, ya que se aventura en efectuar una aclaración respecto a la lírica: “Si bien no tienen una estructura tradicional, el mensaje está, pero se necesita conocer el código para descifrarlo”.
Sobre los seguidores del grupo, el informe de inteligencia no llegaba a una conclusión: “Pueden ser melenudos o pelados, rubios o negros, de Capital, San Isidro, Mataderos o La Plata: es decir que es difícil distinguir a un integrante de las bandas, pero cada uno de ellos cumple una serie de formalidades espirituales”, entre las que detallan conceptos que supuestamente marcan al común de los seguidores como “creer que se puede vivir de una manera distinta a la que vende la televisión”.
El funcionario Vitale, en tanto, destacaría públicamente: “La preocupación se despertaba habida cuenta de los antecedentes de hechos de violencia y vandalismo en distintos recitales que se habían llevado a cabo en diversas ciudades del país’’.
El miércoles 13 de agosto la tapa del periódico El Popular de Olavarría no dejaba lugar a dudas: “Situación descabellada”. Así, sin más, se anoticiaría a los lectores respecto del decreto firmado a pocos días de la fecha estipulada para las presentaciones. En la nota se especificaba: “Eseverri suspendió por decreto el recital de Los Redondos” y se hablaba de “decretos y ‘pase de pelota’ del Departamento Ejecutivo, funcionarios, entidades y policía jaquean los shows de los Redondos”.
Ese mismo día, y mientras el país ya comenzaba a hacerse eco de la novedad, la banda llegaba a Olavarría, instalándose en un hotel céntrico, en tanto que sus fanáticos ya habían comenzado a acomodar sus carpas en el predio del Club Atlético Estudiantes.
El jueves 14, tan pronto como se obtuvo acceso al reciente decreto emitido por la administración municipal, el grupo inmediatamente inició la planificación y ejecución de su táctica de defensa. Para ello, contaron con el asesoramiento y guía legal del reconocido abogado local Néstor Di Giano.
Una vez que se estableció y definió con precisión el contenido y alcance final del documento legal, que se presentaría ante el juez en lo Civil y Comercial Francisco Chueca, Di Giano no dudó en compartir su análisis y perspectiva sobre el caso. Expresó con confianza: “Creemos que el fallo puede ser favorable”. Y vislumbró que los recitales se harían porque “el decreto está indebidamente dictado; ha sido una medida tomada con exceso de facultades” por parte del Intendente.
El jurista continuó su argumentación señalando que “en el mismo decreto se reconoce que corresponde al Concejo Deliberante reglamentar todo lo que tenga que ver con espectáculos públicos, por lo cual esa no es una atribución del Intendente”.
Di Giano también manifestó que las razones esgrimidas en el decreto relacionadas con la seguridad pública son meramente “especulativas”. Como ilustración, mencionó los eventos deportivos, específicamente los partidos de fútbol, donde se organizan detallados operativos de seguridad con el objetivo de prevenir cualquier tipo de incidente. Además, consideró que las preocupaciones expresadas en relación con posibles problemas de alojamiento y suministro son completamente “infundadas e irracionales”.
Chueca tendría entonces 24 horas para resolver sobre la presentación. Mientras tanto, continuaban los pronunciamientos a favor y en contra de la medida dispuesta, máxime si se tiene en cuenta un detalle muy importante expresado por el diario local: el Municipio, la Cámara Empresaria, el Club Estudiantes, la Policía y Sociedades de Fomento, entre otras, “no se hacen cargo” de los argumentos presentados al Intendente. Nadie había sido.
Los ricoteros -los seguidores del grupo- seguían arribando a la ciudad desde los lugares más remotos, incluso comenzando una vigilia en las inmediaciones de hotel ya enterados de lo que estaba sucediendo. Así, quienes especulaban con que podría haber desmanes en el marco de los conciertos, también comenzaron a entender que quizás su prohibición podría generar una ola no prevista.
La mañana del viernes 15, la ciudad -y el país- se desayunó con la noticia de que el juez Chueca no hizo lugar al pedido de no innovar presentado por los organizadores del recital de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. La medida entonces fue apelada y la Sala I de la Cámara en lo Civil y Comercial de Azul debería tomar una resolución al respecto.
En las inmediaciones del maxigimnasio, en tanto, los vallados a la espera de que se pueda realizar los shows para los que se esperaban 7000 personas por jornada, continuaban armándose, y dentro, 60 toneladas de caños y tablones tomaban forma de escenario de 16 metros por ocho, con tres torres de 12 metros de altura.
Pese a todo, el día previo al primer show y mientras el montaje del concierto continuaba, se efectivizó el decreto número 589 por medio del cual se prohibía la realización de los recitales previstos dado que “no se podía garantizar la seguridad de los espectadores”.
Los Redondos aceptaron entonces dar una conferencia de prensa marcando un hito: era la primera vez que el Indio Solari, Skay Beilinson y el resto de la banda se dirigía de esa forma a los medios, y a su público. El inicio de la conferencia ue con un pedido de disculpas del cantante: “Estuvimos hasta último momento esperando una circunstancia que desanudara este lío”, fueron sus palabras, y afirmó que el problema era “de índole burocrática”.
“Hemos cumplido con todos los requisitos y hemos tenido una paciencia infinita”, comentó Solari, para luego marcar su posición: la de no demonizar a los chicos que habían viajado a verlos. Además, recalcó por qué no solían ofrecer conferencias o salir en los medios: “Ya tenemos la suficiente edad para que, en lugar de bajarles líneas a los chicos, escucharlos, porque en sus nervios hay mucha más información del futuro que la que tipos de nuestra edad puedan tener para aconsejarles”.
Tal como lo comentara el Indio Solari en la conferencia de prensa, cuando destacó que su intención era la de acercarse de alguna forma a los jóvenes que se encontraban en las inmediaciones del hotel, el hecho pudo llevarse a cabo.
Un mes atrás, el periodista Víctor Pintos, testigo directo de esas jornadas, recordó: “La aparición de Solari en la puerta del hotel no quedó documentado por ningún medio. Pero sí por un periodista -yo- que salió con su camarita de video a la calle y desde allí, entre la gente, registró el hecho. Hoy ese video, donde se ve al público en las adyacencias del hotel, y a Solari hablando a la multitud, es un testimonio formidable. Esta es la primera vez que lo publico”.
Finalmente, con los shows sin realizarse, un nuevo informe de inteligencia firmado en las últimas horas del domingo 18 de agosto relataba: “18 horas, por una calle lateral del hotel, salió del interior de su cochera, en una Trafic blanca PATRICIO SOLARI Y SUS REDONDITOS DE RICOTA (sic), originando que más de un centenar de jóvenes que aguardaban su salida, corrieran a saludarlos, pero no todos lograron llegar a este lugar, partiendo este grupo a su lugar de destino”.
Y reconocería: “No obstante, todo se desarrolló sin situaciones conflictivas y fundamentalmente sin intervención policial, quedando como resultado final que no hubo que lamentar incidentes, lesionados o situaciones más graves”.

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