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Pese al desgaste económico que atraviesan los adultos mayores, el Gobierno volvió a recurrir a un parche transitorio para contener la caída de ingresos en los sectores más vulnerables: a través del Decreto 444/2025, oficializó este martes en el Boletín Oficial un nuevo previsional de $70.000 que se pagará en julio. Se trata del mismo monto que viene otorgando desde marzo, sin actualizaciones por inflación, en un contexto donde los precios y las tarifas siguen subiendo, y el Ejecutivo continúa rechazando aumentos por ley para jubilaciones y pensiones.
Firmado por el presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello, el decreto insiste en que el argumento fiscal para no actualizar de forma estructural los haberes: el congelamiento del bono, pese a que en las cámaras legislativas ya se aprobaron mejoras que luego fueron vetadas por el Ejecutivo, se enmarca en la obsesiva búsqueda del “equilibrio fiscal” a costa del poder de compra de quienes más lo necesitan.
En el texto oficial, el Gobierno sostiene que el bono tiene como objetivo “mantener el poder adquisitivo de las prestaciones previsionales”, aunque en los hechos, su congelamiento ha generado una pérdida real para los beneficiarios. “El bono se otorga con la finalidad de mantener el poder adquisitivo de las prestaciones previsionales de los adultos mayores, evitando que así continúen perdiendo su capacidad de comprar”, afirma el decreto, ignorando que el monto sigue intacto frente a una inflación acumulada de más del 70% en lo que va del año.
¿A quiénes alcanza?
El refuerzo económico alcanzará a los beneficiarios del sistema previsional contributivo y no contributivo administrado por la ANSES. Esto incluye:
– Jubilados del régimen general.
– Titulares de la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM).
– Beneficiarios de pensiones no contributivas por invalidez, vejez o maternidad de siete hijos o más.
– Ex cajas provinciales y municipales transferidas a la Nación.
– Regímenes especiales.
En los casos en que los haberes no superen el mínimo jubilatorio, se abonará la suma fija de $70.000. Para quienes perciban montos superiores, el bono se ajustará para alcanzar un tope equivalente al haber mínimo más el bono extraordinario. Esto implica que nadie que cobre más del haber mínimo recibirá un refuerzo mayor al establecido, y quienes superen apenas ese umbral recibirán una suma proporcionalmente menor.
Montos actualizados, pero sin compensación real
El haber mínimo, que sin bono se ubica en $309.298,16 tras el aumento del 1,5% por la inflación de abril, alcanzará los $379.294,79 al sumar el bono extraordinario. Por su parte, el haber máximo pasó de $2.050.503,62 a $2.081.283,91. En el caso de la PUAM y las pensiones no contributivas, los haberes quedarán en $247.435,83, y al sumarle los $70.000, llegarán a $317.435,83.
Esos incrementos fueron publicados este viernes a través de las resoluciones 251 y 252 en el Boletín Oficial, firmadas por el director ejecutivo de ANSES, Fernando Bearzi. El aumento del 1,5% (muy por debajo de cualquier estimación inflacionaria rea) responde a la nueva fórmula de movilidad que se aplica desde abril, y que ajusta los haberes solo en función del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC.
