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A dos semanas del doble femicidio en La Plata que conmocionó al país la nueva fiscal del caso trabaja de cara al requerimiento de prisión preventiva. “Se encuentra en plena etapa de producción y confirmación de pruebas”, señalaron fuentes judiciales a 0221.com.ar. Tal como informó este medio la investigación comenzó en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de La Plata –a cargo de la fiscal Ana Medina-, pero tras la declaración indagatoria de policía procesado y detenido, el expediente fue girado a la UFI 13 de violencia de género.
El policía Nazareno Sebastián Miño, acusado del doble femicidio de su expareja y su excuñada, cometido el miércoles 28 de junio en una vivienda de la localidad platense de Arturo Seguí, al noroeste del Gran La Plata (donde además intentó matar a un hombre que está grave) quedó formalmente procesado luego de dar su versión ante la fiscal del caso.
En lo medular de su declaración indagatoria aseveró que una de las victimas lo atacó “con un palo” y detalló tener “recuerdos borrosos y confusos” del hecho. Tras la cita judicial fue devuelto a su celda en una alcaidía de La Plata a la espera del pedido de prisión preventiva que puede disponer la fiscal y debe resolver el juez Pablo Raele, titular del juzgado de Garantías 3 de La Plata.
El policía, de 38 años de edad, fue indagado por los delitos de “homicidio triplemente agravado por el vínculo, por femicidio y por el empleo de un arma de fuego” en el caso de su expareja, Victoria Díaz (35), “homicidio doblemente agravado por tratarse de un hombre contra una mujer mediando un contexto de violencia de género y por el empleo de un arma de fuego”, en el caso de la hermana de ésta, Castorina Díaz (39), y “homicidio en grado de tentativa agravado por el empleo de un arma de fuego” en contra de la pareja de ésta última, Alcides Martín Lezcano (33), todos ellos “en concurso real”.
Estas graves acusaciones solo aceptan la pena de prisión o reclusión perpetua. Pero ahora la defensa deberá desplegar su estrategia. No se descarta el planteo de una inimputabilidad. Para ellos las pericias de salud mental (psicológica y psiquiátrica) serán una de las llaves para destrabar ese posible planteo que asoma en el horizonte procesal.
“RECUERDOS CONFUSOS”
Según los investigadores, Miño contó que se acercó a la vivienda de la calle 411, entre 156 y 157 para discutir con su expareja cuestiones relacionadas con la tenencia y la manutención de sus dos hijos y que, al intentar hablar con Victoria sobre esos temas, su hermana Castorina lo atacó con un palo por la espalda.
Al respecto, de acuerdo con los voceros, dijo tener “recuerdos confusos y algo borrosos“ de lo sucedido.
“Tengo imágenes del arma en mi mano, yo apuntando, escucho gritos, gritos, y después no sé qué pasó. Solo sé que salí con mis hijos para la calle”, manifestó.
Sobre la relación del policía con su ex, las fuentes judiciales consultadas referenciaron que Miño dijo que la separación fue “problemática” y que existieron entre ambos “diferencias en torno a la tenencia de los chicos”, ya que mientras por decisión judicial le descontaban el 30% del salario, su exmujer “quería más” y lo “presionaba con los nenes” no permitiéndole verlos.
Por ello, aseguró el acusado, comenzó a dormir mal y no tenía ganas de hacer nada, al tiempo que mencionó una denuncia de violencia que le realizó su ex, a partir de la cual Asuntos Internos le quitó el arma y lo mandó a una junta médica y psicológica, por lo que realizó un tratamiento “de unas seis sesiones hasta que lo rehabilitaron”.
Miño admitió haber estado internado “dos semanas” en el hospital neuropsiquiátrico de Melchor Romero por “un brote de emociones”.
De acuerdo con lo manifestado inicialmente por los forenses, cada una de las hermanas Díaz recibió un tiro en la cabeza, y en el caso de Victoria, otro en una pierna. Por su parte, Lezcano también sufrió una herida de bala en el cráneo y su estado es grave.
EL EXPEDIENTE
En la causa consta que el policía Miño llegó al domicilio de su expareja en busca de sus hijos de 7 y 10 años. En esas circunstancias, comenzó una discusión con su exmujer aparentemente porque ella se negó a que se llevara a los hijos, ya que él los tenía a cargo los fines de semana.
En la casa se encontraban la hermana de Victoria y el esposo, quienes quisieron intervenir en esa discusión, momento en el que el policía sacó una pistola calibre 9 milímetros y comenzó a disparar hacia las tres personas frente a sus dos hijos.
A raíz del ataque, las dos mujeres, de nacionalidad paraguaya, fueron alcanzadas por los disparos y murieron en el lugar, mientras que el hombre resultó gravemente herido y debió ser trasladado de urgencia al hospital San Roque de Gonnet.
Tras disparar, el policía salió de la casa con el arma en una mano y en la otra su celular, con el que llamó a alguien y le dijo: “Cuidame a los nenes”. Luego, subió a ambos niños por la fuerza a un auto y se los llevó.
Más tarde, Miño se entregó en un Destacamento de Arturo Seguí, junto a sus hijos, quienes estaban ilesos y fueron llevados al área de Niñez para su resguardo. El policía tenía denuncias por violencia de género de parte de Díaz, quien lo había denunciado en enero de 2020, mientras que sometido a proceso en otra causa que se tramita ante el Juzgado de Familia 6 de La Plata.
La causa es investigada por los fiscales Mariana Rufino y Lucas Domsky de la mencionada fiscalía especializada en violencia machista, quienes solicitaron la prórroga del plazo para el requerimiento de prisión preventiva.