Un grupo de ciudadanos de Berazategui, embanderados en una causa de protección ambiental, descubrió un Árbol de Cristal, una exótica especie oriunda de Malasia. La noticia tuvo una gran impacto en la región, ya que solo existen tres ejemplares en el país y con el reciente hallazgo, ya son dos los que están ubicados a muy pocos kilómetros de La Plata.
La lucha vecinal para evitar un desmonte inició en los últimos días de mayo. Residentes de las zonas aledañas a una quinta se enteraron que una empresa planeaba derrumbar una cantidad considerable de árboles para construir un playón de camiones.
Los ciudadanos que se involucraron en el caso comenzaron a investigar y encontraron que en el predio había un Agathis alba, popularmente conocido como Árbol de Cristal, una especie originaria de Malasia, que es toda una excentricidad en la zona. Este sería el tercer ejemplar, el otro de la zona se encuentra en el Parque Pereyra Iraola.
Según informó el diario El Sol, en su investigación, los vecinos encontraron que las obras no estaban autorizadas por las ordenanzas municipales, por lo que presentaron firmas y evidencia fotográfica para detener la construcción y de esa manera las autoridades le pusieron un freno al proyecto por el cual se iba a talar esta especie única.
En los últimos días, un grupo de ambientalistas encontró un nuevo espécimen de Árbol de Cristal en Berazategui.
El árbol está ubicado en el barrio Sourigues de Berazategui, a 32 kilómetros de La Plata. La finca en la que lo hallaron se llama Quinta La Piba, y es un terreno que tiempo atrás perteneció a la difunta y prestigiosa actriz Libertad Lamarque.
Es un destino accesible para los vecinos de La Plata. De hecho, un grupo de ciclistas organizó este lunes una excursión desde las diagonales para participar de una jornada de protección para con la especie.
La especie arbórea Agathis alba, conocida como Árbol de Cristal, es oriunda de Malasia y fue introducida en el país por los Pereyra Iraola. Se caracteriza por exhudar una resina en forma de “lágrimas”, que en las noches de luna llena reflejan la luz del único satélite natural de la tierra, dando la sensación de ser realmente un árbol de cristal.
