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En un giro inesperado para sus empleados, Tiendas de Empanadas de La Plata se ha visto envuelta en una serie de despidos que han dejado a varios trabajadores sin sus ingresos y sin una explicación clara. Gonzalo Larousse y Rosario Cerviera, dos de los afectados por esta situación, compartieron su versión de los hechos en una entrevista reciente. Aquí están sus historias, contadas en sus propias palabras:
Gonzalo comentó: “Yo estoy hace un año y medio en la empresa, en la cual el sábado 30 de noviembre me llaman a la tarde, mi supervisor para informarme que nos quedamos sin trabajo. Me entero por otra damnificada, que es Juliana Galván, que ella estaba hace un año; a quien obviamente la tenían en negro. Nos avisan que nos quedamos sin trabajo, se llevan todas las cosas, cambian los candados y nos dicen que después se iban a comunicar con nosotros para buscar una solución y pagarnos los sueldos en concepto de que habíamos trabajado todo noviembre, teníamos que cobrar aguinaldo y vacaciones. La explicación es que vendieron la sucursal a otro dueño, y nos avisan sin gran previo aviso. El negocio es Tienda de Empanadas, ubicado en diagonal 80 entre 49 y 50, la cual funciona como franquicia y cada local tiene un dueño. A partir del sábado 30 de noviembre me quedo desempleado, mi compañera y otra gente de la sucursal de Plaza Italia también vivieron la misma situación”.
Por su parte, Rosario manifestó: “Yo empecé en la tienda de 7 y 54 aproximadamente el 9 de octubre y para la misma fecha de los chicos, la encargada me informa que ya no voy a trabajar más, me pagan el sueldo y me invita a que me retire del lugar. Yo dije que no me iba a ir porque quería que el supervisor me de los motivos, pero nunca obtuve esa respuesta. Además, también me amenazaron con hacerme una denuncia por obstrucción a la propiedad privada, con lo cual cuando el policía entra yo dije que quería ver la denuncia, porque sabía que no correspondía, no estaba haciendo problemas, solo pidiendo la presencia del supervisor. A ninguno de los chicos despedidos se les pagó el sueldo de noviembre y ya estamos a 10. Además de pedir la liquidación final y lo que sea, es el sueldo de un mes trabajado en tiempo y forma.”
Gonzalo añadió: “El lunes siguiente, cuando empezamos a consultar el tema de los sueldos y cómo íbamos a cobrarlos, el supervisor nos pasa un total de 1 millón 200 mil pesos para ser precisos, en el cual yo pensé que era una especie de indemnización; y cuando le consulto por el tema de sueldo, vacaciones y aguinaldo, me responde que estaba todo incluido ahí, en el cual si yo sumaría mi salario, lo que sería las vacaciones y aguinaldo, no está ni cerca de ser el número que nos ofrecía. Le expliqué que no era el dinero que deberíamos cobrar y la respuesta fue que la empresa se maneja así, que acepte ese dinero o que ponga un abogado directamente.”
Rosario agregó: “No estoy interesada en volver porque no coincido en el manejo, me parece que éticamente no corresponde despedir a alguien a fin de año sin previo aviso y sin pagar lo que corresponde. Además, uno sabe que trabajando en gastronomía la parte de bromatología a veces es un poco polémica, pero en el caso de las Tiendas trabajando desde adentro he visto que se venden cosas en muy mal estado”.
Por último, Gonzalo declaró: “Yo a esta altura ya no quiero ser parte de la empresa, solo pido lo que me corresponde por haber trabajado un año y medio ahí. A mí el viernes me estuvo llamando una chica de la empresa, que es la abogada de recursos humanos, en el cual me estuvo ofreciendo cierto dinero, después me ofrecieron 1.900.000 pesos y pidiéndome que mande el telegrama de renuncia para pagarme. A esta altura, después de lo que me hicieron de un día al otro de dejarme sin trabajo, es difícil aceptar la palabra y confiar en ellos y mandar el telegrama. Al haber trabajado un año y medio se que hay cosas en mal estado, no venden todo en mal estado pero si tiene un modus operandi que cuando hay cosas en mal estado, para que no sean pérdida, las terminan horneando y vendiendo igual.”
Este relato de Gonzalo y Rosario refleja una práctica laboral cuestionable en la que los trabajadores se sienten desamparados y maltratados. Los despidos sorpresivos y la falta de compensación adecuada han generado un clima de incertidumbre y desconfianza en la comunidad laboral de La Plata.
Desde el primer momento hubo comunicación con la contraparte (mas especificamente el gerente de operaciones) y fue ofrecido el derecho a réplica para contar la versión de la empresa sin ningún tipo de condicionamiento, pero por recomendación de los abogados, por el momento la empresa no va a emitir declaración alguna.