El estudiante de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Ian Valentín Gottlieb Godoy Garraza, visitó este jueves No es una copia, el streaming de un portal local de noticias; y habló de la etapa final del premio Global Student, en el que participa junto a otros 50 jóvenes para convertirse en el mejor estudiante del mundo.
Junto a Martina Bahiana Basgall Sequeira, estudiante de la Escuela Carlos Pellegrini (CABA), son los únicos dos argentinos que lograron un lugar en el selecto grupo que alcanzó la definición del certamen, elegidos de entre más de 11 mil postulantes provenientes de 176 países. Organizada por la Fundación Varkey y Chegg.org, la competencia premiará al ganador con unos 100.000 dólares y el reconocimiento mundial.
La Fundación está enfocada en mejorar los estándares de educación para niños desfavorecidos y por ello el objetivo de la propuesta es destacar y reconocer a los alumnos que hayan tenido un buen rendimiento académico, impactado en sus compañeros y marcado la diferencia en su comunidad, así como también hayan demostrado innovación y creatividad como ciudadanos globales.
Ian contó detalles del certamen que lo hizo conocido públicamente, pero además repasó la historia que lo hizo llegar hasta este punto. Si bien siempre tuvo curiosidad por el estudio, el deporte estaba en el centro de su atención durante la adolescencia. “En la pandemia estuve 6 meses sin caminar. Venía de competir en alto rendimiento, quedé octavo en un Nacional de natación y arrancó la cuarentena. Con esa capacidad pulmonar espectacular y todo me agarró COVID-19 y quedé en cama. Fue un golpe duro”, comenzó.
Fue en esa situación, con el apoyo de amigos, profesores y familiares que hizo “un click. Empecé a hacer cursos, seminarios y a conocer concursos. Cuando volví a la presencialidad empecé a construir una comunidad de entusiastas que crece cada vez más. Que queremos trabajar por un futuro mejor, ahí empezaron a surgir propuestas como mejorar la matriz energética argentina trabajando con la sustentabilidad, un sistema de generación y almacenamiento de energía a partir de fotosistemas o el desarrollo de una aplicación para el monitoreo de incendios en la zona del Paraná”, siguió.
Ian Gottied visitó No es una copia y contó cómo es la competencia que podría consagralo como “el mejor estudiante del mundo”.
“Lo más interesante es que estos proyectos es que son en comunidad, es compartir, sumar gente a este camino de querer trabajar juntos”, contó Ian y añadió: “Hay muchos jóvenes talentos que por la incertidumbre terminan no sabiendo cómo cumplir un sueño.
El joven estudiante de la UNLP remarcó además que es necesario tomar conciencia sobre “el valor que tiene la educación pública” en Argentina y graficó: “Hasta el año pasado era un estudiante de secundaria pública y llegamos a certámenes nacionales e internacionales”.
El certamen internacional se encuentra en su tramo final. En septiembre se seleccionarán diez de estos cincuenta estudiantes finalistas, entre los que está Ian, y poco después se conocerá, de entre estos últimos jóvenes, al gran ganador.
Ian y otros cincuenta jóvenes de todo el mundo fueron seleccionados para formar parte de la etapa final de la competencia organizada por la Fundación Varkey.
Finalmente, de cara al futuro y a estos talentos que no saben como seguir sus sueños, Ian sostuvo que “la salida no es Ezeiza”. “Uno mira proyectos internacionales y siempre hay un argentino, incluso liderando; entonces por eso digo que es importante la educación pública y que nos valoremos. Yo creo que si nos empezamos a valorar como argentinos y si demostramos a la política que nos es prioridad, se va a poder construir ese país donde la salida sea el quedarse, el apostar por el país, por nuestra ciudad y continuar construyendo desde adentro los sistemas”, terminó.
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De un COVID que casi lo mata a competir por ser el mejor estudiante del mundo, la increíble historia de Ian Gottlieb
El estudiante de la UNLP, Ian Gottlieb, se sumó a No es una copia y habló de su experiencia en el Global Student Price que podría premiarlo con 100.000 dólares.