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22 Jul, 2023
Por Sebastián Volterri
Un multitudinario casting que reunió a 6000 jóvenes en una búsqueda de talentos sin precedentes, con audiciones en Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Mar del Plata, con jornadas extensas, momentos de tensión, de alegría y, para la mayoría, de frustración. Lo que se buscaba era el elenco que integraría la obra Heathers, adaptación local de un filme que luego llegaría a las tablas en forma de musical. Es en medio de ese panorama, y luego de haber superado decenas de pruebas, que una de las actrices brilla función a función en el teatro Ópera: Julia Tozzi, quien interpreta a Verónica Sawyer.
Julia nació y creció en Avellaneda, en una casa donde cada integrante de la familia se había volcado a alguna rama artística. “Más que la actuación, todo lo que tenga que ver con el arte en general. Mi casa era así, con mi viejo músico, mi mamá licenciada en Letras y mi hermana como parte de una banda. Estaba todo lleno de libros y de música”, rememora en una charla con Teleshow en los camarines del teatro, minutos antes de comenzar a vocalizar para una nueva función.
“Lo artístico brotaba por todos lados, y comencé a hacer patinaje, para después danza árabe, y qué sé yo. Hasta que empecé con la actuación y el canto específicamente”, continúa sus recuerdos, dejando en claro que sus padres la apoyaron desde un primer momento y nunca cortaron sus sueños.
La mítica Calle Corrientes al 800, por fuera de este camarín, muestra una imagen gigante de Tozzi personificando a la joven que durante la historia, tras el bullying, intenta pertenecer a un grupo, para luego descubrir el amor, la traición y el sexo. En la emoción de ese momento, al verse allí, Julia llamó de inmediato a su hermana que estaba por la zona. La imagen de ambas con los ojos llenos de lágrimas lo dice todo.
“A los 13 años -de chiquita, aclara- empecé a ir a la escuela que estaba cerca de mi barrio, que es la escuela de Julieta Otero, y después llego a la escuela de Julio Bocca, ya más de carrea, y después Raúl Serrano”. Luego llegaría el tiempo de ser parte de obras de la talla de El violinista en el tejado -por la que fue nominada a los Premios Hugo como intérprete femenina en ensamble- y The Rocky Horror Show, hasta obras más under como Mamá está más chiquita.
Con ese bagaje a sus espaldas, al momento de enterarse que una producción como Heathers estaba por iniciar un casting en busca de actores, Julia no se lo podía perder. “Es una obra que viene de afuera, que sabés que está buena y que además tiene un elenco joven. Sí o sí me mando porque siento que que puede haber un lugar para mí, y vamos a ver qué podemos ofrecer…”, pensó la actriz, al momento de decidirse a presentarse a las audiciones.
Filas inmensas, horas y horas de espera, para luego pasar horas y horas repitiendo canciones o coreografías a la espera de superar los estándares establecidos. El desafío era mayúsculo para casi todos, ya que pocos habían tenido la suerte de ser parte de una obra icónica, por lo que las luchas internas por poder destacarse fueron muy fuertes. Todos los que pasaron por esa instancia y llegaron a la obra, lo reconocen. No fue fácil, pero ante la satisfacción del momento en que se confirma que ya se es parte del espectáculo, la vida cambia.
“No podía caer. De hecho, es el día de hoy que no caigo. Estoy como… no, no, no… en piloto automático, porque tengo momentos de mucha emoción, de tratar de entender, de caer un poco en la realidad, todavía agradecer y emocionarme”, dice Tozzi, mostrándose transparente, abriendo su corazón, dejando en claro que esto es lo que soñó y por lo que luchó.
La historia que llegara a la Argentina en 1989 en formato película, con el protagónico de Winona Ryder, se estrenó en aquella época bajo el nombre de Escuela de jóvenes asesinos. En el filme, en un tono completamente provocador, sarcástico y filoso, se tocan problemáticas como el bullying escolar, la homofobia, la violencia en todas sus formas, las agresiones sexuales y hasta el suicidio.
Ahora, en la historia que llegó a las tablas porteñas con la dirección de Fer Dente, Verónica Sawyer (Tozzi) es una de las muchachas que intenta ser parte de la pandilla más popular del instituto, que integran tres adolescentes ricas y hermosas con el mismo nombre de pila: la líder, Heather Chandler; Heather McNamara, una maleable animadora; y Heather Duke, una joven con bulímia aficionada a la literatura. Cuando un nuevo estudiante llega al curso, Jason Dean (JD), Verónica se muestra fascinada con él. Y la relación los llevará a realizar las cosas más impensadas.
El desafío es grande, el personaje que Tozzi interpreta es vital y lo sabe, y lo entiende, siendo su primer protagónico y con una exigencia vocal y corporal tan grande. “Son funciones difíciles que te obligan a seguir trabajando a diario. No tenía ese desafío en obras anteriores. Había hecho algunas donde la exigencia física era grande, o en otras donde tenía que cantar bastante, pero nada que se parezca a esto, donde casi no salgo de escena”.
Sin embargo, reconoce que ahora, tras la presión de las primeras jornadas, llegó la siguiente etapa: “Me siento mucho más tranquila ahora que ya pasó el estreno, pasó la función de prensa y empiezan a ser funciones más reales, con el público que viene a ver la obra. Y ahora estoy un poco más tranquila, sí”.
En cartelera de martes a domingos -incluso algunos días con dos funciones-, se genera una revolución a la salida del teatro, con los espectadores intentando conseguir una foto o hasta llevándoles pósters para que se los firmen, buzos con sus caras y fundas de teléfono. Sobre ese fenómeno que se produce al culminar, Julia reconoce: “Es tremendo, no lo podemos creer. No esperábamos que fuera tan grande el cariño y el fándom”.
Respecto de los futuros desafíos, la actriz asegura que lo principal es seguir trabajando. “Es cuestión de seguir laburando y ver qué sale, y ojalá que salgan cosas nuevas, ya sea en teatro o en lo audiovisual, las dos cosas me divierten mucho”, reconoce Tozzi, quien también fue parte de la serie O11CE, de Disney, y de El Ristorantino de Arnoldo, acompañando a Diego Topa.
Consultada sobre qué le diría a la Julia chiquita que comenzaba sus primeros pasos en lo que sentía su vocación, reflexiona: “Más que hablarle yo a esa nena, quiero que esa nena me hable a mí, que me recuerde por qué estoy haciendo esto que me conectó mucho con el disfrute y con la pasión de actuar, de estar arriba de un escenario. Ella tiene más cosas para decirme que yo a ella”.