Por primera vez desde la PASO, donde el oficialismo quedó en tercer lugar con el 27,28%, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner reapareció arriba de un escenario en la presentación del libro “Después del derrumbe. Conversaciones de Torcuato Di Tella y Néstor Kirchner“. Mucha militancia la escuchó desde la calle, en la inmediaciones de la UMET, en la Ciudad de Buenos Aires, donde más cerca la escuchó un auditorio que colmó las instalaciones.
“La pobreza y el desempleo son los otros grandes problemas que tenemos hoy”, se sinceró en el tramo final de su presentación en el que pidió perdón por las cosas que no se pudieron hacer en “un gobierno que había generado muchas expectativas”. En ese marco pidió respeto por quienes votaron a otra fuerzas y negó que la sociedad argentina se esté derechizando: “Tenemos un asalariado que es pobre, esto no pasaba en Argentina. Querer vivir bien no es de derecha, querer vivir dignamente no es de derecha”, sentenció.
La vicepresidenta inició el acto en la UMET explicando por qué no emitió su opinión luego del resultado en las PASO porque ya lo había adelantado: “¿Qué iba a decir de las elecciones si dije antes cuál iba a ser el resultado?”
“Dije que lo importante era el piso, no el techo. Es lo que sucedió. Los competidores son el candidato de la LLA y el de UP. Me dijeron que adiviné, acerté. Sólo hice un razonamiento muy lógico: en 2019, hicimos una elección donde las dos coaliciones juntaron el 90% de los votos por el gobierno ‘horrible’ de Macri. Y la gente tenía memoria de lo vivido hasta 2015. Era una cosa evidente”, explicó Cristina Fernández de Kirchner.
“Yo quiero recordarles que fui una de las impulsoras de que no hubiera PASO y se pudiera construir una lista de unidad”, afirmó ante quienes especulan con su falta de apoyo hacia Sergio Massa. Y agregó: “Los que antes me pedían que deje de poner el dedo, ahora me reclaman que lo haga. Pónganse de acuerdo, pero háganlo con criterio intelectual”.
La ex presidenta se refirió a “la casta de los economistas”, quienes “han tenido un rol fundamental en el modelo neoliberal”. “A Néstor lo mataron por decir que iba a ser su propio ministro de Economía, pero cuánta razón tenía”, agregó.
“Domingo Cavallo había estatizado la deuda privada en pesos de todos los grupos económicos que aparecieron durante la dictadura. La deuda en dólares la había estatizado Carlos Melconian, yo no lo sabía”, reconoció CFK y se refirió a un encuentro que mantuvo con el ministro de Economía de Patricia Bullrich en junio del 2022. “Que Melconian siga traduciendo porque sino va a estar complicado, hay algunas que no distinguen inflación de deflación”, arremetió.
“Martín Guzmán huyó (del ministerio de Economía”, criticó, nuevamente, a quien era uno de los funcionarios más cercanos de Alberto Fernández. Y sobre la falta de dólares como causa de la inflación dijo que “la gente tiene los dólares en el colchón por dos cosas: porque no la pueden blanquear, que eso se soluciona; y porque no confían en los bancos”.
“En la economía se puede hablar de teorías pero no se puede hacer es ficción porque la realidad termina estallando”, advirtió la ex Presidenta. “Este señor (Néstor Kirchner) recibe una herencia: el default de deuda soberana más grande; los jubilados congelado, con un 40% que había accedido a la jubilación; los bonistas enojados; 22% de desocupación; sin industrias”. “No se puso a hablar de la herencia, se puso a laburar: a reestructurar la deuda, a pagarle a los bonistas, al Fondo Monetario Internacional”, enfatizó.
“Todos los días Mauricio Macri dice una mentira diferente. La verdad es que levantaron el cepo en 2016, se endeudaron a tasas y en plazos muy cortos, y se recibió en 2019 la herencia de la reinstalación del modelo neoliberal con el Fondo Monetario”, exclamó en otro tramo.
Y dedicó un largo párrafo para elogiar a Sergio Massa: “Quiero reconocer al ministro de Economía que le dijo la verdad a la gente. Fue una gran decisión”.
“Hay recetas económicas equivocadas en cuanto a quienes creen que el problema es el déficit fiscal”, enfatizó y comparó la inflación anual de Brasil respecto de Argentina. “¿Por qué hay países que tienen más déficit que nosotros y no tienen tasa de inflación?”, se preguntó.
“El 15,7% del total del PBI es el total de recursos que le quedan al Estado. La recaudación del 24%, 15,7% queda para la Nación y el resto se va para las provincias. Tres puntos del PBI van al pago de la deuda, y nadie habla de eso, hablan del 0,40%. ¿En serio creen que el problema es el 0,4%?”, preguntó con ironía.
La vicepresidenta expuso un gráfico del FMI sobre “el mito de la presión tributaria”, donde “muchos acusan que es tremenda”. “En 2015, con los populistas, Argentina tenía 34,4 y hoy tiene 32,3 de presión tributaria bajando tres puntos desde ese año”, porque “con el ajuste por inflación que se sancionó en el macrismo y el quebranto que le dio la Justicia al Circulo Rojo y sus empresas que sólo pagan el 2,45% las tasas, que son del 35%”, aclaró.
“Ha perdido el valor nuestra moneda”, reconoció la exsenadora, y advirtió que “esto impide desarrollar políticas que benefician al conjunto”. “Los aumentos tienen que ver con la devaluación permanente del peso. La inflación de Argentina es por escasez de dólares”, argumentó.
La funcionaria advirtió que “es imposible usar una motosierra si no dan los números”, y aseguró que si “no discutimos entre nosotros las condiciones” de la realidad “van a venir de afuera a discutirnos e imponernos todo: los vouchers, las universidades pagas”. “Nos debemos una discusión y un debate, sin enojarse”, pidió.
Fue entonces que llegó el tono autocrítico. “La pobreza y el desempleo son los otros grandes problemas que tenemos hoy”, se sinceró ante los presentes y añadio: “Tenemos un asalariado que es pobre, esto no pasaba en Argentina. Querer vivir bien no es de derecha, querer vivir dignamente no es de derecha”.
“Necesitamos que cada argentino y cada argentina tome conciencia de la situación para que pueda decidir libremente. Si te mienten no se decide libremente, si te mienten y te engañan vas a hacer más esclavo que nunca“, reflexionó en el cierre del acto en la UMET.
Con el acto ya terminado, Cristina le habló a la militancia y dijo: “Muerta o presa no me van a callar nunca”.