Al observar una afección cardíaca que afecta tanto a humanos como a perros, un estudio reciente indica que las dos especies pueden vencerla juntas.
El estudio fue publicado el lunes en Genome Medicine, una revista médica de acceso abierto revisada por pares que se centra en la genética médica.
La miocardiopatía dilatada (MCD) es una afección cardíaca grave. Además, la condición afecta tanto a humanos como a perros.
En algunos casos, la MCD está conectado a factores genéticos y hereditarios, y aunque los investigadores han identificado una serie de genes que pueden estar relacionados con la afección cardíaca en las personas, encontrar su causa exacta sigue siendo difícil de alcanzar.
Ciertas razas de perros también son susceptibles a tenerla: los dóberman y los grandes daneses se encuentran entre los más vulnerables.
“La situación con los Dóberman es grave tanto en términos de su salud como de reproducción”, revela Hannes Lohi, uno de los investigadores del proyecto, según un comunicado de prensa posterior. “La enfermedad se ha estudiado desde varios ángulos durante décadas, sin descubrimientos genéticos significativos. Se necesitan mejores herramientas de diagnóstico, especialmente en el diagnóstico temprano. Nuestra nueva investigación podría mejorar la situación”.
Además, en estas razas, los síntomas de MCD, así como la forma en que progresa, comparten similitudes con la forma en que la enfermedad se manifiesta en las personas.
Una gran muestra de perros
Utilizando una muestra de 540 Dóberman de propiedad privada, con y sin la enfermedad, los investigadores pudieron identificar dos genes candidatos, RNF207 y PRKAA2,que son conocidos por su papel en los potenciales de acción cardíaca, el equilibrio energético y la forma.
El mapeo genético realizado por la investigación reveló algunos hallazgos clave. Por ejemplo, anteriormente, no estaba claro si los Dóberman que exhibían diferentes síntomas sufrían de MCD o una variedad de dolencias. Además, se pudieron destacar genes específicos que se asociaron con diversos riesgos cardíacos.
Existe la posibilidad de una gran importancia para esta investigación porque, como los perros con DCM comparten síntomas similares y causas genéticas con las personas que tienen la afección, se pueden obtener conocimientos al estudiar la afección cardíaca en perros.
Los hallazgos de dicha investigación podrían aplicarse teóricamente directamente a la comprensión de nuevos investigadores sobre cómo tratar el DCM en humanos.
Tales esfuerzos también pueden avanzar en la investigación cardíaca y producir nuevos enfoques para desarrollar terapias para MCD.