|
Escuchar la nota
Getting your Trinity Audio player ready...
|
El Senado bonaerense debía renovar sus autoridades, pero el escenario no se dio como en la Cámara Baja, donde la disputa por los cargos transcurrió de manera ordenada. En esta ocasión, la responsabilidad recayó sobre la presidenta de la Cámara, Verónica Magario, a quien señalan por no haber alcanzado los consensos necesarios.
Antes del conflicto por las autoridades, la vicegobernadora tomó juramento a los senadores electos el 7 de septiembre, comicios en los que el peronismo obtuvo una amplia mayoría. También se trataron los pedidos de licencia del ministro de Infraestructura provincial, Gabriel Katopodis, y del intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela.
Uno de los problemas radicó precisamente en estos pedidos: según el legislador Sergio Berni, no pueden ser abordados en una sesión preparatoria porque violarían el artículo 107 del Reglamento Interno y podrían constituir un posible incumplimiento de deberes de funcionario público.
“No puede alterarse unilateralmente incorporando temas que exceden el objeto de la Sesión Preparatoria, bajo pena de nulidad absoluta de toda votación que exceda el objeto de dicha convocatoria”, aseguró Berni.
A esto se sumó la disputa interna dentro de Fuerza Patria por la designación de la primera vicepresidencia. El Frente Renovador presionó para imponer un nombre propio, mientras que Magario impulsó a Ayelén Durán.
La falta de orden y acuerdos terminó por impedir la definición de las autoridades. Ese vacío abre un nuevo frente para el peronismo: si el conflicto no se resuelve en lo inmediato, el cargo quedará para el armador libertario Carlos “Chino” Kikuchi, hoy distanciado de Javier Milei y al frente de su propio bloque.

Debes iniciar sesión para publicar un comentario. Login