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El director del Laboratorio de Desarrollo Sectorial y Territorial de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Agustín Lodola, advirtió que el anuncio del swap de 20 mil millones de dólares por parte del Tesoro de Estados Unidos le otorga al gobierno de Javier Milei solo “una vida financiera” sin resolver la falta de un modelo productivo capaz de generar recursos para pagar la deuda. Señaló que la apertura de importaciones y la baja de la inflación “por las malas” profundizan la recesión, y evaluó que la desilusión de los productores rurales por la baja temporaria de retenciones podría afectar al oficialismo en las elecciones de octubre.
En diálogo con Código Baires, el especialista se refirió a las últimas medidas económicas del gobierno de Javier Milei y su vínculo con Donald Trump. “En las últimas dos semanas hubo un divorcio entre lo financiero y la economía real. Con los financieros quiero decir las bolsas, el mercado de bonos, el riesgo país, la tasa de interés. Pero por otro lado está la economía real, que es la producción, el empleo, los salarios”, explicó.
En este marco, señaló que tras los resultados electorales en la provincia de Buenos Aires “se empezó a dudar” de la capacidad de pago de Argentina. “Ya por tercera vez necesitamos un puente. El primero fue el blanqueo, el segundo fue el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, siempre de 20 mil millones. Y este tercero, que fue por ahora una noticia, la noticia de que el Tesoro de Estados Unidos dijo que ante cualquier problema va a acudir y va a otorgar ese crédito o ese swap de 20 mil millones más”, detalló.
Sin embargo, advirtió que la economía real “no está todavía recuperándose para poder sostener todo esto”. “Nada se sostiene en el aire. Argentina no está generando un modelo productivo capaz de generar los recursos para pagar la deuda”, afirmó; y puntualizó que “los sectores fuertes de generación de empleo, que son la industria, el comercio y la construcción, no han logrado recuperarse después de la caída del año pasado”, y que solo “Vaca Muerta y la recuperación del campo sostienen la actividad, pero no generan el empleo que el país necesita”.
Por eso, para el economista, el plan oficial presenta limitaciones estructurales: “Cada tanto necesitamos 20.000 millones para sostenerlo. Claramente no hay sostén, tiene que haber cambios en la parte económica y también en la política, porque veo al gobierno muy solo en el Congreso y en el territorio”.
Y continuó alertando sobre problemas de competitividad derivados de “la apertura indiscriminada de las importaciones” y del “valor del dólar que hoy genera más incentivo a comprar afuera que adentro”. Aunque reconoció que la inflación bajó, indicó que fue “por las malas, o sea la recesión y la falta de actividad”.
En el plano electoral, analizó que el apoyo de Estados Unidos podría tener efectos ambiguos: “Mientras el tío Sam esté detrás los inversores van a estar tranquilos, pero van a estar evaluando permanentemente porque el mismo préstamo del Tesoro lo dice: están pidiendo un cambio”. A su vez, remarcó que “en la provincia de Buenos Aires el peronismo mantuvo y los que perdieron fue la parte de Milei más PRO. Mucha de esa gente, que es simpatizante, no fue a votar”.
En ese sentido, apuntó a la desilusión del campo con la baja temporaria de retenciones: “No se han quedado muy contentos los productores como para revertir la decisión y levantarse del sillón para votarlo. No sé si nos va a sacar del sillón el hecho de haber hecho un negocio muy claro para muy pocas personas para poder traer dólares, con esta rebaja temporaria de retenciones”.
Al tiempo que explicó que el malestar de los ruralistas fue porque “el precio alto de la soja se mantuvo un solo día”, pero “el productor argentino no exporta directamente” sino que vende a acopiadores y exportadores. “El negocio fue brillante y para unos pocos, porque lo vendieron sin retenciones, pero cuando lo van a comprar, lo compran con retención, o sea, más bajo. Por eso el productor no la ve”, sumó.
Por último, Lodola consideró que “el Gobierno nacional tiene que hacer cambios”. “El modelo no es ni siquiera un modelo de estabilización. Ha logrado la baja de la inflación pero con una actividad económica muy fría. Dijo que bajaba el peso del Estado y automáticamente el sector privado generaba actividad económica; pero eso no se está logrando dado que el sector privado se encuentra con que quiere sacar el producto de sus campos y no tiene la ruta, ni los puentes. No hay cloacas, no hay obras”, concluyó.

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