Conecta con nosotros

Hola! que estas buscando?

Historias de vida

A cinco años de la muerte, “hoy juega el Trinche” en un documental hecho por platenses

Escuchar la nota
Getting your Trinity Audio player ready...

El crack de Rosario que no hacía discutir nunca a los Canallas y Leprosos, y excitaba especialmente a la gente de Central Córdoba. Jijo de un inmigrante yugoslavo, clase obrera pobre, Tomás Felipe Carlovih quedó inmortal entre los futboleros como “El Trinche”.

Su leyenda tendrá otro capítulo, esta tarde a las 18, cuando el Museo del Deporte de Rosario reúna a muchos hinchas, compañeros, dirigente y prensa, a cinco años del trágico final de su vida, en la pandemia, cuando un delincuente lo empujó de su bicicleta (el asesino estará privado de su libertad 33 años). Meses antes de partir, en tiempos de Maradona técnico de Gimnasia, ambos se encontraron en un hotel céntrico donde Diego le regaló una camiseta de Central Córdoba con la 5, autógrafo y frase “Vos fuiste mejor que yo”. Afecto que acompañó a Carlovich en los meses siguientes. “Hablamos del Trinche a través de sus amigos. No nos interesó abordar la parte trágica de su muerte. Homenajearlo y contar lo que legó a sus amigos, con una mirada más inspiradora”, aclara Daniel Mondino, cineasta de La Plata. 

En esa búsqueda del lado futbolístico del “Trinche”, participaron los compañeros que tuvo en los “Charrúas”, Jorge Forgués (“El Bocha” que jugó en Gimnasia y Esgrima La Plata entre 1976 y 1979, con 16 goles), Amado Pineda, Luis Berazain y Daniel Ocampo. “Hoy es una fecha dura por no tener al Mago, pero a la vez vamos a celebrar estar todos los ex compañeros y a encontrar a amigos que hace rato no vemos, en el Museo del Deporte, con ganas de ver la presentación del documental”, expresó “Garufa” Ocampo al borde de las lágrimas. Es uno de los que compartió cancha, vestuario, concentraciones y viajes a Buenos Aires para defender los colores azules y rojos, además de una amistad que sabía de juntadas constantes.

Fueron amigos. El ex tripero Jorge Forgués, con el adecto de Carlovich.

“El Juego de 22” , tal el nombre del trabajo, hace referencia al número de jugadores que ingresan a la cancha, pero también halla otros significados: en los sueños de la quiniela es el número del “loco”, de la sana locura que produce este juego”, justifican sus realizadores. En sus 51 minutos busca la reflexión profunda de quienes eligen la competencia con la pelota, por el mero acto de jugar, de ser.
“Hoy juega el Trinche”, gritaban en los barrios y no dudaban en sacar la entrada para ver al genio con una camiseta número 5 (a veces la 10) en las canchas del ascenso o en su arranque allá por 1965 en un pueblito Bigand, cercano a Rosario. Aquellos sábados en el estadio Gabino Sosa llegaba a unir a los fanas de Newell’s y Central colgando algunas banderas en el alambrado en una añorada fiesta popular. Otro inolvidable como César “El Flaco” Menotti definió al Trinche como “uno de los más grandes jugadores que vio en una cancha de fútbol”.

En una previa de partidos oficiales de AFA que enfrentará a Estudiantes de visitante con Rosario Central (el sábado por los Octavos de Final de la Copa de la Liga Profesional) y a Gimnasia con Central Córdoba (por la Copa Argentina, el domingo en San Nicolás), los colores con los que descolló “Trinche”.

En el estadio de Newell’s, Mainonis, Ocampo y Carlovich

Carlovich alcanzó a jugar en Primera división, primero en Rosario Central (dos partidos) compartiendo el mediocampo con Carlos Timoteo Griguol, todo un símbolo de ese plantel y también “5”. Fue por el Torneo Reclasificatorio de aquella temporada, cuando el técnico interino Francisco Erausquin (que sucedió en el cargo a Miguel Ignomiriello) lo metió en el segundo tiempo en lugar de “Hijitus” Gómez, cuando en AFA comenzaban a hacerse los cambios de jugadores de campo.
La otra institución en la que jugó fue Colón de Santa y otro conocido de los platenses fue su compañero y participa en el documental, Roberto Di Plácido.
Raúl Di Cola es el mentor del documental y la semilla que dio vida a este trabajo fue la lectura de un libro de Ricardo Gotta, “Los siete locos” (presentado en 2022) un texto que indaga la vida de siete jugadores fuera de serie, entre ellos, el rosarino Carlovich.
“El Trinche es un trampolín para resaltar el juego, el espíritu del juego como lo hicieron Garrincha, Best, Doval, Corbatta, Houseman, Ortega y el Trinche”, dijo Di Cola a Radio La Plata. El hombre, de profesión contador (jubilado) se crió en una casa con sangre goleadora: “Fui sobrino de Francisco Pancho Varallo y compartí charlas hasta las últimas, en confianza, yo le decía Cañoncito”. Aquel que fue el último sobreviviente del primer Campeonato Mundial de 1930, también platense.

Raúl Di Cola (de azul) contempla un mural en memoria de Carlovich

“Hablar del juego, que es de lo que menos se habla hoy en el fútbol”, afirma Mondino, que no concurre a los estadios. 
Como Mondino y Di Cola desconocían cómo fue la campaña de Carlovich, y quiénes lo trataron realmente, acudieron al periodista Gabriel “Colo” López, que brindó herramientas y participó de los reportajes. Aquí aparece otra figura de la ciudad de las diagonales, Lucas Lobos. Por dos motivos, ésta figura fulgurante que debutó en Gimnasia y triunfó en Cadiz y en Tigres de México, no mostraba una obsesión por ser “futbolista profesional” y prefería hacerlo con amigos tal como reconoció en el documental. Punto en común con Carlovich, quien como reza una placa recordatoria en las calles de su ciudad tras su fallecimiento: “Quería jugar por

Mondino, de sangre pincha, presenta hoy su documental

Lobos, como Carlovich, habían tomado decisiones que evitaban que ese juego se convierta en presión”. Así como Carlovich fue jugador de cuatro ligas (la Rosarina, Santafesina, Mendocina y una de la provincia de Córdoba), Lobos nació en las canchas raleadas de pasto de la Liga Amateur Platense (tras su infancia en Peñarol, pasó a Unidos de Olmos y lo sumaron al seleccionado juvenil platense). Fue el maestro Griguol el que tomó una prueba y lo aprobó, con una preparación intensiva en lo físico, llegando el debut profesional cuando nadie lo imaginaba, en 2001. Dos años antes, Di Cola —en tiempos de DT y dirigente del Club Brandsen— tuvo alamabrado de por medio a Lobos, que lo conmovió con su estilo de juego parecido al de antes: gambeta corta, pelota al pie, apiladas… “Lobos era tan bueno que una vez lo hicieron jugar el mismo día en cuarta, en reserva y en Primera. En un partido hizo 4 goles, en otro 3, y en Primera lo cagamos”, se ríe Di Cola, “le pegamos unas patadas en el primer tiempo, después cambiamos la marca y le seguimos pegando. Le ganamos 1 a 0, pero no pudimos salir campeón porque el otro equipo ganó y quedamos segundos”.
El documental tiene el insumo básico de su relación con el juego: lo que nació en su infancia y juventud, disputando partidos en los barrios. Esa alegría que también expresan en un tramo varios chicos que hablan sobre lo que les representa jugar al fútbol en las ligas (hay chicos de la Liga Amateur Platense dando su opinión).

Escena de “El Juego de 22” (Daniel Mondino)

Entrenadores y formadores también dejan una reflexión, como así mismo la periodista Viviana Vila. “Pasamos por todo lo referido al juego, no a las marcas, a lo que cobran los jugadores, etcétera. El Trinche me pareció un gran personaje para contar una historia”.

UNA VEZ DE “EL TRINCHE” CONTRA GIMNASIA
El 18 de junio de 1983, en el estadio de Newell’s, jugaron por el torneo de Primera B Central Córdoba de Rosario y Gimnasia y Esgrima La Plata, los mismos que el domingo se encontrarán en un partido por la Copa Argentina.
Carlovich, con la camiseta 10, manejó los hilos de una goleada 3 a 0. En el “Lobo”, el otro 10 fue Carlos Carrió, quien erró un penal cuando ya estaban tres goles abajo. Dirigió por primera vez al equipo “El Gallego” Rosl, y en el local “El Bocha” Forgués, que había sido figura del once tripero a fines de los años setenta, y hoy presenciará el documental con un grupo de pibes que dirige en Sarmiento de Rosario, donde lleva la tarea de coordinador.
Gimnasia acumuló la sexta derrota esa tarde ante “El Trinche”, preanunciando una campaña pésima en números: finalizó último pero no descendió a la Primera C por la reciente instauración del promedio. Mientras que Córdoba accedería a un cotejo desempate donde perdió la categoría, pasando a la tercera, divisional de entonces en AFA.

El diario con los puntajes de los veintidós, entre ellos, Carlovich

“Veterano pero sumamente inteligente para moverse en el campo y distribuir el juego”, observaba sobre Carlovich un diario platense que cubrió el partido. Lo dio como figura, que edificó la goleada junto a sus compañeros Gómez y Quinto Pagés.

Para “volver a ver” a Carlovich, este trabajo cuenta con la mirada de compañeros. Luis Berazain, delantero, clase ‘53, ex “Charrúa”, describe: “Cinco segundos antes de darte el pase, revoleaba los ojos y ¡tac!, te la daba. Tenías que estar despierto, nada más”.
“No tenía la dinámica que los técnicos quieren”, opinó Roberto Di Plácido, uno de sus compañeros en Colón, oriundo de Ensenada y técnico de fútbol.

Los que vieron al “Trinche” en el ascenso y con balón Pintier

Tampoco se esperaba que el Trinche fuera titular la noche del 17 de abril de 1974, en el estadio de Newell’s cuando la Selección Argentina empezara a despedirse de nuestras tierras para debutar en el Mundial de Alemania. El amistoso en que Carlovich fue el convocado que completó el once, con cinco jugadores de Newell’s (elegidos por Juan Carlos Montes) y cinco centralistas (que llevó Griguol). El “Trinche” le tiró un sombrerito a Miguel Brindisi y jugó como nunca. A partir de este partido (no hay imágenes televisivas y apenas unas fotos de la revista El Gráfico), la televisión española fue clave en la construcción de la leyenda a partir de “Informe Robinson” (programa que salió en el 2000). En esa línea investigativa, en septiembre de 2015 el periodista porteño Daniel Console, ex de La Nación, publicó un libro, “El séptimo fue duende” (está agotado). Más tarde, en otras ciudades se realizaron obras de teatro alusivas al hombre adorado en el barrio Belgrano.

Selección de Rosario, con Carlovich (parado, el anteúltimo)

En una síntesis, Carlovich era portador de un desequilibrio pero no como el de Maradona o Messi, sino con otros atributos, sin tanto despliegue físico, haciendo uso de su talla física alta y mañero para apropiarse de balones difíciles. A veces era el “doble caño” o el “doble sombrero” (de ida y de vuelta a algún rival desprevenido) pagaban la entrada de cualquier hincha.
Ese de Central Córdoba que hoy irá al Museo del Deporte con ansias mientras el escudo de sus amores goza de buena salud en la tabla, puntero en una de las dos zonas (clasificaría a la final). Entre otros equipos está en el grupo Defensores de Cambaceres, al que el “Trinche” también enfrentó su dilatada trayectoria.

El saludo de Diego (DT en Gimnasia) cuando lo juntaron con Carlovich
Haga clic para comentar

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar

La Plata

La gestión provincial volvió a expresar su preocupación por la caída del turismo en el territorio. “La macroeconomía que implementó el Gobierno Nacional genera...

Noticias

El abogado Gonzalo Escaray en su columna semanal abordó el caso de recusación a la jueza Crispiani en el juicio al ex juez Martín...

La Plata

El titular del Distrito 1 del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires (CAPBA 1), Gustavo Casco, advirtió sobre el desorden urbanístico...

La Plata

Una nueva edición de la tradicional Feria de la Batata se realizará este sábado en el Playón de Meridiano V, con actividades para toda...