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Unos 9.886 usuarios continuaban sin suministro eléctrico en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) tras los apagones registrados durante el día de ayer, generando complicaciones en el transporte público y el tránsito. Entre las zonas más afectadas se encuentra el centro porteño, mientras que algunos ramales de trenes operaban con servicios limitados.
Según datos del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), 8.837 usuarios de Edesur y 1.049 de Edenor seguían sin electricidad. Entre los barrios más perjudicados se encontraba Retiro, donde la falta de suministro impactó en la operatividad de la estación cabecera de la Línea Mitre, limitando sus servicios.
En consecuencia, el ramal Tigre circulaba solo hasta Belgrano C, mientras que los ramales José León Suárez y Bartolomé Mitre llegaban únicamente hasta Belgrano R. Esta situación generó serios inconvenientes para los pasajeros, que en plena hora pico debieron buscar alternativas de traslado.
Trenes afectados y recorridos alternativos
Línea Mitre – Ramal Tigre: servicio limitado entre Belgrano C y Tigre.
Línea Mitre – Ramal J. L. Suárez: circula solo entre Belgrano R y Suárez.
Línea Mitre – Ramal Bmé. Mitre: reducido entre Belgrano R y Mitre.
Estación Retiro cerrada: los trenes no pueden completar su recorrido habitual.
En tanto, la operadora ferroviaria informó que las líneas Roca, Belgrano Sur, Sarmiento y San Martín operaban con normalidad, manteniendo sus frecuencias habituales.
El cierre de la estación Retiro obligó a cientos de usuarios a recurrir a colectivos, taxis y aplicaciones de transporte, generando una alta demanda en las paradas de ómnibus, donde se registraron largas filas y demoras en el servicio.
Este nuevo corte de luz se da en un contexto de constantes aumentos tarifarios tras las desregulaciones implementadas con la llegada de Javier Milei a la presidencia. A pesar del incremento de tarifas y de la ola de calor, que hoy podría rondar los 35°C de sensación térmica, el servicio eléctrico sigue mostrando serias deficiencias, evidenciando la falta de inversiones en infraestructura y mantenimiento en el sistema energético argentino.
