En medio de los reclamos por los bajos honorarios y la falta de insumos, los médicos cardiológicos intervencionistas ponen en marcha este miércoles un paro de 48 horas que se sentirá en las clínicas y sanatorios privados de La Plata.
La medida fue impulsada por el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) y se extenderá durante las jornadas de este miércoles 28 y jueves 29 de agosto. Según informaron, no se realizarán prácticas programadas de colocación de stents ni angioplastias, aunque mantendrán las guardias para garantizar la realización de estas prácticas de urgencia.
La doble jornada de paro afectará a las instituciones privadas, en tanto que fuentes provinciales confirmaron a un portal local de noticias que, en principio, no tendrá impacto alguno en los hospitales públicos del territorio bonaerense. Así las cosas, en las clínicas y sanatorios de La Plata no se van a programar intervenciones cardíacas, aunque sí se van a atender los casos de urgencia. “Si un paciente tiene un infarto y necesita ingresar a una unidad de urgencia está asegurado que lo va a poder hacer”, explicó en diálogo con este medio el director del Hospital Italiano, Roberto Martínez.
El paro de los cardiólogos afectará a los centros de salud privados de La Plata, aunque está garantizada la atención de casos urgentes.
Una de las consecuencias de la doble jornada de paro es que va a aumentar la lista de espera de los pacientes que tengan que programar intervenciones cardíacas. La medida de fuerza es un llamado de atención al Gobierno nacional en medio de las dificultades del sector para cubrir los costos.
Los médicos nucleados en el CACI aseguraron que el sector atraviesa una preocupante crisis producto del deterioro inflacionario, el aumento exponencial de los costos para realizar las prácticas de salud y el costo de los insumos.
En ese sentido, realizaron un pedido al Gobierno para que intervenga “urgentemente” y convoque al diálogo entre ambas partes para solucionar el conflicto. El comunicado advierte que “de no haber una respuesta por parte de las autoridades de las prepagas, las obras sociales y del Gobierno”, la medida de fuerza “se incrementará”.
Por otro lado, los especialistas sostienen que la desregulación económica profundizó la crisis y el problema de los costos. Al mismo tiempo, manifestaron su preocupación ante la posibilidad de que la crisis actual derive en un incremento de la mortalidad cardiovascular debido al colapso de la especialidad.
“Esto responde a múltiples factores entre los que podrían destacarse la brecha entre el costo de los insumos, mantenimiento de los equipos, las internaciones y los valores que pagan los financiadores a lo cual debe sumarse que los honorarios (ingresos) de los cardiólogos intervencionistas continúa en caída (variable de ajuste)”, indicaron.
